Magna est veritas et praevalebit
LISTA DE ABREVIATURAS
ACICR L'activité du CICR en faveur des civils détenus dans les camps de concentration d'Allemagne (1939-1945) (La actividad del CICR en favor de los civiles detenidos en los campos de concentración en Alemania, 1939-1945)
ADSS Actes et documents du Saint Siège relatifs à la Seconde Guerre Mondiale (Actas y documentos de la Santa Sede relativos a la Segunda Guerra Mundial)
BA Bundesarchiv (Archivo federal), Coblenza, República Federal de Alemania`
CIA Central Intelligence Agency (Agencia Central de Información)
CICR Comité Internacional de la Cruz Roja
DAF Diario. Ana Frank
ERAEGC An Engineering Report on the Alleged Execution Gas Chambers at Auschwitz, Birkenau and Majdanek, Poland (Un informe de ingeniería sobre las supuestas cámaras de gas de ejecución de Auschwitz, Birkenau y Majdanek, Polonia)
GBNCGA Gutachten über die Bildung und Nachweisbarkeit von Cyanidverbindungen in den Gaskammern von Auschwitz (Dictamen sobre la formación y manifestación de los compuestos de cianuro en las cámaras de gas de Auschwitz)
IfZ Institut für Zeitgeschichte (Instituto de Historia Contemporánea), Múnich, República Federal de Alemania
IHR Institute for Historical Review (Instituto para la Revisión Histórica)
LRH La revisión del Holocausto
NACP National Archives at College Park (Archivos Nacionales en College Park), College Park, Maryland, Estados Unidos
NSDAP Nationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei (Partido nacionalsocialista alemán de los trabajadores)
ONU Organización de las Naciones Unidas
OSS Office of Strategic Services (Oficina de Servicios Estratégicos)
PGH Der Prozess gegen die Hauptkriegsverbrecher vor dem Internationalen Militärgerichtshof (El proceso contra los principales criminales de guerra ante el Tribunal Militar Internacional)
PMOB Panstwowe Muzeum Oswiecim Brzezinka (Museo Estatal de Oswiecim Brzezinka), Oswiecim, Polonia.
RSHA Reichssicherheitshauptamt (Oficina Principal de la Seguridad del Reich)
SFIO Sección Francesa de la Internacional Obrera
SS Schutzstaffel (Escuadra de protección)
UGIF Union Générale des Israélites de France (Unión General de los Israelitas de Francia)
URSS Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
WJC World Jewish Congress (Congreso Judío Mundial)
[9]
0 INTRODUCCION
0.1 El autor y la obra
César Vidal ha publicado en 1994 la obra La revisión del Holocausto. César Vidal, según la pestaña posterior de la obra citada, nació en Madrid en 1958 y es profesor de Historia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Es doctor en Historia Antigua y licenciado en Derecho y Teología. Ha publicado treinta obras, muchas de ellas traducidas a varias lenguas (entre ellas el polaco y el georgiano). Algunas de sus obras son: El judeocristianismo palestino en el siglo I (Madrid 1994), Buda (Barcelona 1994), The Myth of Mary (California 1994), Diccionario de las tres religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo e Islam (Madrid 1993) y Los esenios y los rollos del Mar Muerto (Barcelona 1993).
Es miembro de instituciones como la American Society of Oriental Research y el Oriental Institute of Chicago. Colabora habitualmente en varias publicaciones. C. Vidal es, por tanto, un especialista en historia de la antigüedad y particularmente en su faceta religiosa.
La revisión del Holocausto está dividida en tres partes. La primera -"En el principio fue Rassinier..."- está dedicada al autor francés Paul Rassinier, pionero del revisionismo. En ella expone la evolución de este autor, desde sus actividades antinazis en la Francia ocupada -que le supuso la deportación al campo de concentración de Buchenwald en enero de 1944- hasta sus convicciones revisionistas de posguerra. Más adelante, Vidal trata dos aspectos en los que ha incidido especialmente la crítica revisionista: la supuesta intención de los alemanes
[10] de exterminar físicamente a los judíos y el instrumento -las cámaras de gas homicidas- con el que se pretendió llevar a cabo tal exterminio. Finalmente, Vidal estudia la cuestión del número de bajas judías durante la guerra y las reparaciones pagadas por Alemania.
La segunda parte se titula "El aporte del otro lado del Atlántico". En ella, además de cuestionar a los autores nortamericanos H.E. Barnes, A.J. App y A. R. Butz, destina un capítulo al diario de Ana Frank. En este capítulo Vidal hace hincapié en la reciente edición crítica del diario, que -según él- supone el fin de la controversia sobre su autenticidad.
En la tercera y última parte -"La conexión neonazi"- Vidal examina la principal institución revisionista, el Institute for Historical Review, con sede en California y censura ásperamente a dos autores revisionistas, David Irving y Robert Faurisson, y a un antiguo miembro de la SS que estuvo destinado en el campo de concentración de Auschwitz, Thies Christophersen. Además, ocupa un espacio notable la crítica a la que Vidal somete al denominado "informe Leuchter", peritaje de un especialista norteamericano en instrumentos de ejecución, Fred Leuchter, sobre las supuestas cámaras de gas y los hornos crematorios de dos campos nazis.
Una breve conclusión y "Diez tesis sobre el Holocausto y el revisionismo", a modo de resumen, cierran el cuerpo de la obra.
Por último, Vidal dedica un apéndice al "revisionismo hispano", en el que vitupera al autor mejicano Salvador Borrego y al español Joaquín Bochaca, y otro a la "querella de los historiadores alemanes", sobre el intento realizado por algunos autores de trivializar el Holocausto y la polémica que se produjo.
En definitiva, La revisión del Holocausto es una descalificación total del revisionismo y de los revisionistas.
0.2 Fin de la obra
Vidal expresa con claridad la finalidad de su obra:
"¿Necesita el Holocausto ser sometido a una revisión? El autor de estas líneas piensa que, efectivamente, así es. Incluso iría más allá, hasta el punto de afirmar que, ciertamente, realizar una revisión del Holocausto constituye una de las tareas más necesarias en el momento histórico actual, siempre que la misma arranque del análisis directo
[11]
de fuentes históricas contrastadas e irrefutables.
Esa es la finalidad del presente estudio. No se trata de una
obra acerca del Holocausto como tal. Más bien constituye
un análisis de la labor realizada en relación con
el mismo por parte de los autores revisionistas". (1)
Sin embargo, ninguno de estos objetivos va a ser alcanzado. La obra resulta ser un fiasco absoluto. Vidal, como se verá más adelante, ni realiza una revisión del Holocausto, ni ha tenido acceso a las "fuentes históricas contrastadas e irrefutables", ni su análisis sobre los historiadores revisionistas puede tomarse en consideración.
0.3 Cuestiones conceptuales
Etimológicamente la palabra "Holocausto" procede del griego "holokaustos", formada por la raíz "holos" -entero- y "kaio" -quemar-. Entre los judíos aludía a un sacrificio religioso en el que la víctima era consumida por completo por el fuego. Figuradamente significa sacrificio o acto de abnegación. En hebreo recibe la denominación de Sho'ah. En una segunda acepción, que es la utilizada por Vidal, "Holocausto" es la realización por parte de las autoridades alemanas de un plan de exterminio físico de una cifra próxima a los seis millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. En cuanto que el término ha sido empleado asiduamente desde la década de los 50 hasta la actualidad, lo emplearé yo también, aunque más por convencionalismo y comodidad que por rigor terminológico.
El "revisionismo", en general, ha sido acertadamente definido por una enciclopedia como la "actitud de quienes ponen en tela de juicio las bases de una doctrina o de un sistema (económico, político, etc.)". (2)
Dado que, además, el término ha encontrado una aceptación unánime entre los especialistas, lo utilizaré para referirme a la postura mantenida por aquellos que discrepan de la tesis oficialmente en boga desde 1945 sobre el Holocausto. Sin embargo, hay que aclarar desde el principio que el revisionismo no es una escuela ni mucho menos una organización central. Bajo este término se engloban personas de las más dispares procedencias. Hay quienes sufrieron
[12] la represión nazi por motivos políticos (Paul Rassinier) o por motivos raciales (Joseph G. Burg, de origen judío y deportado a Transnistria durante la Segunda Guerra Mundial). Hay también antiguos miembros de la SS (como Thies Christophersen). Pero la mayoría de los revisionistas no participaron directamente en la guerra o nacieron después de ella y proceden de todos los campos ideológicos, incluida la extrema izquierda (como la editorial "La Vieille Taupe" en Francia). Prueba de esta heterogeneidad es la procedencia geográfica del Comité editorial consultivo del "Journal of Historical Review", la principal publicación revisionista a escala mundial. Entre sus 21 miembros hay 12 norteamericanos, 3 alemanes, 2 franceses, 1 australiano, 1 italiano, 1 japonés y 1 español. En cuanto a sus actividades profesionales, proceden del campo de la enseñanza, del periodismo, de la abogacía, de la judicatura y de actividades privadas.
Paralelamente, emplearé los términos "exterminacionismo" y "exterminacionista" para referirme a los adversarios del revisionismo. Utilizaré estos términos por comodidad y reconociendo que su empleo no parece del todo correcto en la lengua española.`
0.4 Bibliografía (obras citadas)
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MATTOGNO, Carlo: Il rapporto Gerstein. Anatomia di un falso.- Sentinella d'Italia.- Monfalcone 1985.- 243 págs.
MATTOGNO, Carlo: Auschwitz: le "confessioni" di Höss.- La Sfinge.- Parma 1987.- 48 págs.
MATTOGNO, Carlo: "Medico ad Auschwitz": anatomia di un falso. La falsa testimonianza di Miklós Nyiszli.- La Sfinge.- Parma 1988.- 108 págs.
MATTOGNO, Carlo: Auschwitz: la prima gasazione.- Edizioni di Ar.- Padova 1992.- 190 págs.
MATTOGNO, Carlo: Auschwitz: fine di una leggenda. Considerazioni storico-tecniche sul libro di Jean-Claude Pressac "Les crématoires d'Auschwitz. La machinerie du meurtre de masse".- Edizioni di Ar.- Padova 1994.- 96 págs.
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PRESSAC, Jean-Claude: Les crématoires d'Auschwitz. La machinerie du meurtre de masse.- CNRS.- Paris 1993.- VIII+156 págs.
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RASSINIER, Paul: El drama de los judíos europeos.- Acervo.- Barcelona 1976.- 264 págs.
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VIDAL, Cesar: La revisión del Holocausto.- Anaya & Mario Muchnik.- Madrid 1994.- 208 págs.
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WEBER, Mark: The Nuremberg Trials and the Holocaust.- "The Journal of Historical Review" (Torrance), vol. 12, n. 2 (Summer 1992), 167-213.
WEBER, Mark: Fred Leuchter: Courageous Defender of Historical Truth.- "The Journal of Historical Review" (Torrance), vol. 12, n. 4 (Winter 1992-1993), 421-428.
WELLERS, Georges: Un Juif sous Vichy.- Tirésias-Michel Reynaud.- Paris 1991.- 308 págs.
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Zyklon for Pest Control.- Deutsche Gesellschaft für Schädlingsbekämpfung M.B.H.- Franfurt am Main s.d.- 27 págs.
[18]
0.5 Necesidad del revisionismo
Vidal reconoce expresamente la necesidad del revisionismo:
"El Holocausto, lejos de ser archivado como un episodio histórico más, al estilo de las Guerras púnicas o de la cultura micénica, que sólo interesan a los historiadores y a los aficionados, debe ser objeto de una revisión continua". (3)
En efecto, la actividad del historiador no es sino una revisión continua del pasado, que exige someter todas las fuentes a una crítica sistemática y rigurosa. La actitud que debe adoptar el historiador ante los documentos y testimonios que le son presentados es la de "desconfianza metódica", según la que en principio todo debe considerarse dudoso. Y si la mayor escrupulosidad es exigible en el estudio de las fuentes de cualquier acontecimiento histórico, tanto más necesaria será respecto al Holocausto, por las razones que voy a exponer a continuación.
En primer lugar, el Holocausto surgió en época de guerra. Este hecho es esencial. Se ha dicho que el hombre es un "animal crédulo" y que su hábito para mentir no es tan extraordinario como su pasmosa aptitud para creer. También se ha dicho que en la guerra moderna el factor psicológico es tan importante como el factor militar, razón por la que en todos los países beligerantes han surgido departamentos para tratar el lado psicológico de la información y de la propaganda. Como ha señalado un autor británico, Arthur Ponsonby, "las victorias deben ser exageradas y las derrotas, si no ocultadas, minimizadas como sea, y el estímulo de la indignación, horror y odio debe ser asidua y continuamente bombeado al cerebro del público por medio de la propaganda". (4)
Especial mención merecen los relatos propagandísticos de atrocidades, que "fueron los más populares de todos; especialmente en este país [Inglaterra] y en América; no puede haber guerra sin ellos". (5) La obra de Ponsonby tiene por objeto el estudio de la propaganda en la Primera Guerra Mundial. La distorsión de la realidad en esta
[19] guerra llegó a tales extremos que, según este autor, "hubo más mentiras deliberadas en el mundo de 1914 a 1918 que en cualquier otro período de la historia mundial". (6) En esa época fueron los Aliados los que más éxito tuvieron en la lucha propagandística. Entre los casos de atrocidades achacadas a Alemania durante la Primera Guerra Mundial destacan por su crudeza y truculencia los siguientes:
- La enfermera mutilada, a la que los alemanes amputaron los pechos.
- Los niños belgas con las manos seccionadas para que de mayores no pudieran manejar armas.
- La crucifixión de personas inocentes. La víctima podía ser tanto una muchacha, como un americano o un prisionero canadiense.
- Los prisioneros ingleses tatuados en la cara.
- La factoría para la explotación de cadáveres (Kadaververwertungsanstalt). La grasa de los cadáveres se utilizaba para aceites lubricantes. Los huesos eran molidos y convertidos en polvo, que era mezclado con comida para cerdos. Alrededor de la factoría flotaba un olor "apagado".
- La inoculación de bacilos de tuberculosis a prisioneros franceses.
- Se enterraba vivos a mineros belgas.
- Las mujeres alemanas eran forzadas a cohabitar con soldados y civiles para que no hubiera falta de niños a causa de las pérdidas de la guerra.
Todas estas informaciones eran rigurosamente falsas, lo que no impidió que, tras ser ampliamente difundidas, fueran creídas por millones de personas en aquella época. Razonando por analogía, cabría admitir en principio que también en la Segunda Guerra Mundial habrían podido existir departamentos de propaganda y guerra psicológica y que podrían haberse valido de los mismos o parecidos argumentos para combatir al enemigo. De hecho, la "factoría para la explotación de cadáveres" presenta una gran similitud con la "fábrica de la muerte" de Auschwitz, donde supuestamente, alrededor de veinte años más tarde, las cenizas de los cadáveres se utilizaban como
[20] abono y un fuerte olor a carne quemada se extendía por los alrededores. Un revisionista ha mencionado un paralelismo aún más estrecho: según una nota de prensa de 1916 ("The Daily Telegraph", 22 de marzo de 1916, pág. 7) Austria y Bulgaria procedían al exterminio de la población servia por medio de gases asfixiantes. En esta ocasión las iglesias servían como cámaras de gas. (7) En segundo lugar, la mayoría de las pruebas alegadas en apoyo del Holocausto corresponden a documentos y testimonios originados en los procesos de Nuremberg. (8) Si, por ejemplo, examinamos la obra de Raul Hilberg, (9) que pasa por ser la summa exterminacionista, comprobaremos que gran parte de las citas remiten a documentos presentados en Nuremberg. Como acertadamente ha señalado A.R. Butz, sin "las pruebas presentadas en estos procesos, no habría pruebas significativas de que el programa de exterminio de los judíos existió alguna vez". (10) Y, sin embargo, un estudio superficial de estos procesos nos muestra un amplio repertorio de anomalías jurídicas. Sin ánimo exhaustivo cabe citar las siguientes:
- Los Aliados eran juez y parte.
- Los tribunales, formados por los vencedores, establecían el procedimiento a seguir (artículo 13 del Estatuto del Tribunal Militar Internacional).
- Se promulgó una legislación ex post facto para aplicarla exclusivamente a los vencidos, sin considerar que también los vencedores habían cometido crímenes idénticos.
- Se instituyó la responsabilidad colectiva, frente a la doctrina tradicional que establece que solo la persona individualmente considerada puede ser responsable penalmente.
- No solo se dieron anomalías sustantivas y procesales
en la legislación promulgada al efecto, sino que además
ésta se aplicó
[21] irregularmente, en particular en lo referente a formalidades y valoración de las pruebas. (11)
Las irregularidades de los procesos escandalizaron a diversas personalidades de los países aliados, que las denunciaron vigorosamente. El senador norteamericano Robert A. Taft, "la conciencia del partido republicano", manifestaba en un discurso el 5 de octubre de 1946:
"El proceso de los vencidos por los vencedores no puede ser imparcial independientemente de cómo esté recubierto con las formas de la justicia [...] Sobre todo hay en este juicio espíritu de venganza, y la venganza rara vez es justicia. El ahorcamiento de los once hombres condenados será una mancha en la historia de América que lamentaremos largamente. En estos procesos hemos aceptado la idea rusa de la intención de los procesos -política gubernamental y no justicia- con escasa relación con la herencia anglosajona. Vistiendo la política con las formas del procedimiento legal, desacreditamos toda idea de justicia en Europa en los años venideros". (12)
Hay que considerar también que los Aliados confiscaron la totalidad de los archivos alemanes. No solo los archivos del gobierno y del estado, sino también los del partido nazi, los de empresas e instituciones privadas, así como los de personas físicas. R. Hilberg afirma que solo el material capturado por los americanos, apilado en cajas, ocupaba más de doce kilómetros de estanterías. (13)
De esta ingente cantidad de documentación, el personal militar norteamericano solo seleccionó alrededor de 2.000 documentos, por considerarlos los más incriminatorios para los acusados. Además, los documentos estaban bajo custodia de la acusación aliada, que no permitía a los defensores seleccionar eventuales documentos exculpatorios de sus defendidos. (14)
Por último, hay que tener presente también que muchos acusados alemanes fueron objeto de malos tratos y presiones psicológicas para adecuar sus declaraciones procesales a los objetivos buscados por la
[22] acusación. Valga como ejemplo la siguiente descripción del estado físico de los ex guardianes del campo de concentración de Bergen Belsen, efectuada por el periodista británico Alan Moorehead, poco después de una sesión de "interrogatorio" practicada por los liberadores del campo:
"Conforme nos acercábamos a las celdas de los guardias SS el lenguaje del sargento [carcelero británico] se hacía más feroz.
'Hemos tenido un interrogatorio esta mañana', dijo el capitán. 'Lamento que no ofrezcan un buen aspecto'
'¿Quién llevó a cabo el interrogatorio?'
'Un francés. Creo que fue enviado aquí especialmente de la resistencia francesa para hacer el trabajo'.
El sargento abrió el cerrojo de la primera puerta y tiró hacia atrás con un crujido como un trueno. Cruzó a zancadas la celda, blandiendo un pincho de metal frente a él.
'Arriba', gritó. 'Arriba. Arriba, sucios bastardos'. Había una media docena de hombres yacientes o semiyacientes en el suelo. Uno o dos fueron capaces de levantarse inmediatamente. El hombre más próximo a mí, con la camisa y la cara salpicados con sangre, hizo dos intentos antes de ponerse de rodillas y gradualmente de pie. Se mantuvo con sus brazos medio extendidos, temblando violentamente.
'Arriba', gritó el sargento. Se mantenían ahora sobre sus pies, pero apoyándose contra la pared.
¡Fuera de la pared!'
Se apartaron y se mantuvieron bamboleándose.
A diferencia de las mujeres, no nos miraban, sino que, con aire ausente, miraban a la nada.
Lo mismo en la siguiente celda y la siguiente donde los hombres, que estaban sangrando y sucios, gemían algo en alemán.
[...]
El doctor tenía una celda para él solo.
'Vamos. Arriba', gritó el sargento. El hombre yacía en su sangre sobre el piso, una figura grande con una cabeza gruesa y una barba sucia. Puso sus dos brazos en el asiento de una silla de madera, dio un tirón y se puso medio derecho. Un tirón más y se puso de pie. Dirigió sus brazos hacia nosotros.
'¿Por qué no me matan?', susurró. '¿Por qué no me matan? No puedo resistir más'.
[23]
Las mismas frases salían de sus labios una y otra vez.
'Ha estado diciendo eso toda la mañana, el sucio bastardo', dijo el sargento". (15)
A la vista de todo ello no es de extrañar que algunas de las acusaciones lanzadas contra Alemania resultaran a la larga ser falsas. Hay dos ejemplos significativos: el jabón producido con grasa humana y la matanza de oficiales polacos en Katyn.
La fabricación de jabón a partir de grasa humana fue expuesta en el proceso principal de Nuremberg por el procurador soviético Smirnow, que leyó una declaración de un supuesto testigo presencial, Sigmund Masur. (16) Esta acusación fue tenida por verdadera por mucho tiempo. Sin embargo ahora es considerada como un simple rumor de guerra sin fundamento. En la oficiosa Encyclopedia of the Holocaust, publicada en 1990, la palabra "jabón (soap)" no aparece siquiera en el índice analítico.
En cuanto a Katyn, los soviéticos acusaron a los alemanes en el principal proceso de Nuremberg de haber asesinado a once mil oficiales polacos en los bosques de Katyn, en septiembre de 1941, cerca de la ciudad de Smoliensk. (17) Sin embargo, 45 años más tarde, en abril de 1990, la prensa revelaba que las autoridades soviéticas habían reconocido oficialmente que la matanza de oficiales polacos había sido llevada a cabo por la policía secreta de Stalin.
En resumidas cuentas, un escrupuloso trabajo de crítica
-de revisión- de las fuentes es imprescindible en el estudio
de la historia de cualquier época de la humanidad. La crítica
permite depurar las fuentes, eliminando aquellas apócrifas
o falaces, con objeto de conseguir una reconstrucción lo
más fidedigna posible del pasado. En el campo de Holocausto
la crítica debe ser aún más rigurosa y exigente,
ya que las circunstancias en que el Holocausto se gestó
generan dudas legítimas sobre la autenticidad y veracidad
de los documentos y testimonios que le sirven de soporte.
[25]
1 FUENTES Y METODO DE CESAR VIDAL
1.1 La literatura revisionista
Vidal señala que su obra "no se plantea demostrar el Holocausto, sino analizar el fenómeno de la literatura revisionista". (18) En la bibliografía de su obra Vidal relaciona la literatura revisionista a la que ha tenido acceso y en base a la que ha efectuado su crítica del revisionismo. Es la siguiente:
"Bochaca, J., La historia de los vencidos, Barcelona, 1979.
------, El mito de los 6 millones, Badalona, 1979.
Borrego, S., Derrota Mundial, Madrid, 1974.
Butz, A.R., La fábula del "Holocausto", Barcelona, 1987.
Castan, S.E., Holocausto: ¿judío o alemán?, Porto Alegre, 1988.
Christophersen, T., La mentira de Auschwitz, Barcelona, 1987.
Degrelle, L., Memorias de un fascista, Barcelona, s.d.
------, Carta al Papa, Barcelona, 1988.
Informe Leuchter, Barcelona, 1989.
Irving, D., La guerra de Hitler, Barcelona, 1988.
------, El camino de la guerra, Barcelona, 1990.
Rassinier, P., La mentira de Ulises, Barcelona, 1962.
------, El drama de los judíos europeos, Barcelona, 1976.
Serrano, M., Adolf Hitler, el último avatar,
Bogotá, s.d." (19)
[26] Repasemos ahora, una a una y brevemente, las obras citadas por Vidal.
La historia de los vencidos, de Joaquín Bochaca, solo contiene un capítulo dedicado específicamente al Holocausto: "La leyenda de los seis millones de judíos exterminados", que apenas comprende 17 páginas en una obra de 433.
El mito de los 6 millones, del mismo autor, en cambio, sí es un libro dedicado en exclusiva al Holocausto. Fue publicado en 1979.
Derrota mundial, de Salvador Borrego, es un grueso libro de 656 páginas. El apartado "¿Resurrección en masa de judíos?", el único dedicado al Holocausto, apenas comprende 8 páginas.
La fábula del "Holocausto", de Arthur R. Butz, es un folleto de pequeño formato de 24 páginas. Es una traducción muy resumida del texto original, que le dobla en extensión. Hay graves errores de traducción. Por ejemplo, traduce Geneva (Ginebra) por "Génova" (pág. 5).
Holocausto: ¿judío o alemán?, de S.E. Castan, es en realidad una recopilación desordenada de tesis revisionistas de valor desigual. Recoge una miscelánea de cuestiones que van desde las Olimpiadas de 1936 al bombardeo de Guernica durante la guerra civil de España. El Holocausto también es tratado, aunque de manera no sistemática. El autor le dedica 70 páginas (págs. 149-220) en una obra de 352.
La mentira de Auschwitz, de Thies Christophersen, según admite Vidal, es un "panfleto de quince páginas". (20) Se trata de un muy breve texto de memorias. Fue publicado en España por primera vez en 1976. El texto original lleva fecha de 3 de enero de 1973.
Memorias de un fascista, de Léon Degrelle, es un libro de memorias políticas y de guerra del autor belga. Las referencias al Holocausto son un par y no pretenden revisar nada. En realidad solo revelan la ignorancia del autor sobre el supuesto exterminio de judíos. En concreto, Degrelle dice:
"Las Waffen SS, enteramente ocupadas en su combate, lo ignoraban todo de estos campos de concentración [...] Los combatientes no tenían la menor idea de lo que hacían los judíos y de lo que podía hacerse con ellos en la Europa de retaguardia [...] En cualquier caso, la
[27]
Waffen SS lo ignoró todo sobre la suerte de los judíos después de 1942, en que se renovaron antiguas tragedias" (pág. 161).
"Campos de concentración, hornos crematorios,
todo lo ignoré. Es así" (pág. 191).
Carta al Papa, del mismo autor, es, como indica el título, un texto epistolar. Apenas comprende 14 páginas.
El Informe Leuchter, de Fred A. Leuchter, es, como señala Vidal, "un documento de unas veinticinco páginas de extensión (en la edición española)". (21) En realidad, el texto consultado por Vidal es una mala traducción y adaptación de la obra original, que tiene 185 páginas.
La guerra de Hitler, de David Irving, es un grueso volumen que afronta la historia militar de la Segunda Guerra Mundial y la trayectoria personal de Hitler durante ésta. No dedica ningún capítulo al Holocausto. Las alusiones a éste son breves y esporádicas. El mismo Vidal admite las "escasas referencias al Holocausto" que aparecen en esta obra. (22)
El camino de la guerra, también de D. Irving. Me ha sido imposible conseguirlo, pero al menos he podido comprobar que no figura en ninguna bibliografía especializada del Holocausto.
La mentira de Ulises, de Paul Rassinier, es una obra dedicada en gran parte al Holocausto. Fue publicada por primera vez en 1961.
El drama de los judíos europeos, también de P. Rassinier, trata en exclusiva el Holocausto. Fue publicada en 1964.
Adolf Hitler, el Ultimo Avatara, de Miguel Serrano, "no es -según la pintoresca descripción de su autor- un libro. Es la Canción de un Minnesänger. Por ello deberá escucharse adentro, en la Memoria de la Sangre, y ser bebido en el rito hiperbóreo de Minnetrinken. Y si cosas tan enormes así suceden, tal vez sea porque Alguien nos guía desde la más íntima inexistencia del Rayo Verde" (pág. 623). A tenor del índice, el resto del libro es de la misma índole. Ignoro en qué se ha basado Vidal para decir que éste es un libro revisionista.
En definitiva, si depuramos de la relación anterior las obras que tratan el Holocausto de manera incidental -si es que lo tratan- y que
[28] Vidal ha incluido abusivamente, nos veríamos reducidos a los siguientes textos:
El mito de los 6 millones. Escrito en 1979.
La fábula del "Holocausto". Folleto de 24 páginas.
Holocausto: ¿judío o alemán? Solo dedica 70 páginas a nuestro tema.
La mentira de Auschwitz. "Panfleto de quince páginas".
Carta al Papa. Folleto de 14 páginas.
Informe Leuchter. Folleto de 25 páginas.
La mentira de Ulises. Escrito en 1961.
El drama de los judíos europeos. Escrito en 1964.
En resumidas cuentas, el material empleado por Vidal para "analizar el fenómeno de la literatura revisionista" se limita a tres libros -dos de ellos escritos hace más de treinta años- y a cinco folletos. Además, algunos de los autores citados por Vidal son completamente desconocidos en los círculos revisionistas internacionales. Ni S. Borrego ni S.E. Castan son citados siquiera una vez en el extenso índice de autores de la principal revista revisionista, "The Journal of Historical Review", que recoge 759 artículos de fondo y recensiones de obras publicadas a lo largo de 13 años. (23)
Por otro lado, Vidal no menciona ni una sola obra -libro o artículo- de autores revisionistas de la talla de Robert Faurisson, de Carlo Mattogno, de Wilhelm Stäglich o de Mark Weber. Tampoco menciona el trabajo principal de A.R. Butz, The Hoax of the Twentieth Century, que sin duda es el más notable que se ha escrito desde el punto de vista revisionista. Este es, en suma, el escuálido bagaje con el que Vidal emprende su ambiciosa andadura.
1.2 Las fuentes documentales
Al final de su obra, Vidal enumera una extensa lista de siglas correspondientes a archivos, centros de documentación y fuentes documentales:
"ACM Archivos Centrales de Moscú.
[29]
ARO Archivos Centrales de la Revolución de Octubre, Moscú.
*AEK Archivos Estatales de Katowice.
*AEW Archivos Estatales de Weimar.
*AGB Archivos del Gedenkstätte Buchenwald.
*AGD Idem Dachau.
APMO Archivos del Museo Estatal de Oswiecim.
*AYV Archivos del Yad Vashem.
*BDC Centro Documental de Berlín.
*BAK Bundesarchiv de Coblenza. BG Boston Globe
*CCIW Cámara de comercio e industria de Wiesbaden.
*CDJC Centro de documentación judía contemporánea de París
CJR Contemporary Jewish Record.
*CRC Comisión central para la investigación de los crímenes hitlerianos en Polonia, Varsovia.
CW Congress Weekly.
DSB Department of State Bulletin.
EW State Department decimal file 740.00116 European War 1939.
FDR Franklin D. Roosevelt Papers.
FR Departamento de Estado de US, Foreign Relations of US, series.
*IHCM Instituto de Historia contemporánea de Munich.
*INPI Instituto nacional de protección industrial de Compiègne.
JMJ Jewish Morning Journal.
JTA Jewish Telegraphic Agency.
NJM National Jewish Monthly.
NRS National Refugee Service Papers (USA).
NYHT New York Herald Tribune.
NYT New York Times.
PR Polish Review.
SD Departamento de Estado (USA).
SS Secretaría de Estado (USA).
*YIVO Institute for Jewish Research". (24)
Ahora bien, el lector meticuloso se sorprende al comprobar que las siglas que he marcado con un asterisco, trece en total, no
[30] aparecen en el cuerpo de la obra de Vidal, por lo que están de más en la relación. Posiblemente han sido incorporadas a la lista para dar la impresión de que se ha realizado un ciclópeo trabajo de documentación e investigación. Pero una persona familiarizada con la literatura especializada comprueba en seguida que Vidal ha copiado estas siglas de la obra de un autor francés. (25)
Un gazapo no deja lugar a dudas: la mención "CRC Comisión central para la investigación de los crímenes hitlerianos en Polonia, Varsovia" no tiene sentido en español. La "R" no encaja en la sigla, ya que no corresponde a ninguna palabra del texto español. Tampoco corresponde al nombre en polaco. (26)
En cambio, sí que corresponde a la palabra francesa
recherche (investigación), que figura en la sigla utilizada
por el autor francés que ha copiado Vidal. Por razones
que expondré más adelante, mi hipótesis es
que Vidal tampoco ha consultado los demás archivos que
señala, habiéndose limitado a citar los documentos
de segunda mano. En consecuencia, mi opinión es que Vidal
no dice la verdad cuando afirma que ha dispuesto de un "océano
de documentación" para realizar su obra . (27)
1.3 Opinión de C. Vidal sobre el revisionismo y los revisionistas
El trabajo de análisis y de crítica debe ser un trabajo desapasionado en el que solo deben juzgarse los hechos. La ética del trabajo intelectual exige objetividad, que requiere la liberación de prejuicios ideológicos y de sentimientos de antipatía. Todo ello se plasma en un lenguaje respetuoso e imparcial. Sin embargo, Vidal no parece haber tenido en cuenta este principio a tenor de los epítetos que dedica a los que no comparten su opinión en materia del Holocausto. He aquí una muestra:
- El razonamiento revisionista "lleva en su interior elementos ideológicos inquietantes como son un profundo desprecio por la vida humana y especialmente por ciertos grupos o etnias". (28)
[31]
- Los argumentos de Paul Rassinier están "desprovistos de la mínima base documental e impregnados de un antisemitismo burdo". (29)
- "sólo la falta de honradez más flagrante, el fanatismo político más cerrado o la ignorancia histórica más supina permiten realizar afirmaciones como las proferidas por App". (30)
- El revisionismo "aparentó adoptar una metodología científica de investigación histórica". Los "supuestos eruditos [revisionistas] carecieron por regla general de una formación académica suficiente y [...] mantenían estrechas conexiones con la trama neonazi". (31)
- "la brutalidad intrínseca de una ideología que mantenía como uno de sus objetivos básicos el del exterminio de razas enteras. Esa misma ideología es la que, en la actualidad, se encuentra agazapada, a veces no muy discretamente, detrás del revisionismo del Holocausto". (32)
- Los revisionistas han conseguido "una innegable demostración de su deshonestidad intelectual y de su carencia total de base científica". (33)
- Los revisionistas se caracterizan por el "manejo falaz y desconsiderado de las fuentes históricas". (34)
- el "carácter nulamente científico del IHR". (35)
- "el IHR carece de una mínima solidez académica y sólo ha demostrado ser parte de un tinglado de organizaciones de marcado carácter antisemita y neonazi, cuya implicación en la política activa constituye no sólo un peligro para los judíos o para los miembros de las razas consideradas inferiores por aquéllos, sino también para la existencia del mismo régimen de libertades". (36)
- "el IHR sólo constituía un nido de neonazis y antisemitas para los que el revisionismo sólo era un instrumento de propaganda". (37)
[32]
- "Irving carece del mínimo trasfondo académico necesario para dedicarse científicamente a la investigación histórica". (38)
- "Esta obra [La guerra de Hitler, de D. Irving] constituye un malévolo ejemplo de manipulación histórica llevada a cabo por un autor a todas luces tendencioso". (39)
- Irving manifiesta una "carencia de una formación histórica sólida". (40)
- "Faurisson utilizaba una metodología viciada [que prueba] la falta de sinceridad de sus afirmaciones". (41)
- "Ley de hierro del revisionismo": "toda persona que lo profesa deriva su posición de la ignorancia de las fuentes históricas (como Pressac inicialmente), de la mala fe (como Faurisson) o de posiciones políticas más o menos manifiestamente identificadas con el antisemitismo o el neofascismo (como Irving). Fuera de estos tres supuestos, no existe ninguna razón objetiva para defender las tesis revisionistas". (42)
- "Por el contrario, [los revisionistas] constituyen un colectivo bien conjuntado de propagandistas en el que brillan por su ausencia el conocimiento histórico y el rigor científico, pero en el que se manifiestan, de manera continuada y repetitiva, la ideología neonazi y neofascista, el antisemitismo, la manipulación de datos más desvergonzada, la ocultación más descarada de la verdad y la más flagrante carencia de escrúpulos éticos y morales". (43)
- Los revisionistas se caracterizan por la "manipulación de datos", la "falacia de muchas de las afirmaciones y el desprecio por las fuentes históricas". (44)
- "Borrego se encuadra en un catolicismo marcado precisamente por la intolerancia, la agresividad y el recurso fácil a la violencia". (45)
- "Bochaca [...] constituye un exponente magnífico de la ideología que subyace bajo el revisionismo. Se trata de una cosmovisión
[33] medularmente antisemita, antidemocrática [...]
racista y legitimadora de los mayores excesos si constituyen un
medio para obtener el triunfo. La carencia de metodología
científica, de base documental, de veracidad histórica
o de respeto por la totalidad de los seres humanos no sólo
son disculpadas sino asumidas como condiciones indispensables
para hacer más accesible el mensaje propagandístico
destinado a las masas que se desea dominar". (46)
1.4 Errores. Contradicciones. Omisiones. Plagio.
1.4.1 Errores esenciales: desconocimiento de la literatura revisionista y empleo de argumentos ad hominem
En primer lugar, como ya se ha indicado (véase 1.1), Vidal solo tiene un conocimiento muy superficial y fragmentario de la literatura revisionista. Pero dado que la finalidad confesada de este autor es precisamente el análisis de la literatura revisionista, hay que concluir, a fortiori, que su trabajo está viciado de origen por la falta de las fuentes esenciales. Este error de partida, por sí solo, invalida toda la obra. En segundo lugar, una crítica seria de los revisionistas tiene que centrarse en los argumentos de éstos. La ideología, real o supuesta, de los revisionistas no ha de entrar en consideración. De otra manera se incurre en un error de razonamiento, el argumento ad hominem, según el que se refutan las ideas de un oponente atribuyéndole vicios o defectos personales. Vidal, sin embargo, hace caso omiso de este principio y dedica nada menos que una tercera parte de su obra -"La conexión neonazi"- a intentar probar la vinculación de los revisionistas con la ideología nazi o neonazi. Y aun así Vidal adolece de falta de rigor, pues los argumentos empleados son muy superficiales. (47)
En particular, Vidal demuestra gran interés por el pedigree de los revisionistas. Así, indica que A. App nació "de padres de origen alemán", (48) que A.R. Butz nació "en Nueva York durante la década de los cuarenta, de antepasados italianos y
[34] alemanes" (49) y que el revisionista brasileño S.E. Castan es "nieto y biznieto de alemanes". (50)
Además, según Vidal algunos revisionistas presentan un doble semblante. Por ejemplo, el revisionista norteamericano Harry Elmer Barnes "distó mucho de ser un personaje vulgar. Algunas de sus obras fueron utilizadas como textos en universidades americanas del prestigio de Harvard y Columbia durante la década de los sesenta. En 1975 se le citaba, omitiendo sus opiniones sobre el Holocausto, en el History Teacher, una publicación norteamericana de la Sociedad para la Enseñanza de la Historia, como un autor de lectura recomendable para los estudiantes". (51)
No obstante este currículum, Vidal añade que "Barnes, al igual que antes Rassinier, no manifestó el mínimo interés por la investigación histórica científica [...] Las opiniones de Barnes adolecían [?] de una base histórica real, de una clara repetición de falsedades evidentes". (52) La misma sorprendente metamorfosis la detecta Vidal en otro revisionista norteamericano, A. App: "A. J. App procedía de medios académicos -fue profesor en la universidad de Scranton y en el La Salle College-". (53) Sin embargo, a pesar de su intachable historial docente, las ideas de App sobre el Holocausto "se basan en una manipulación de los datos que denota su deshonestidad o una ignorancia preocupantes". (54)
Por último, en contra de la deontología elemental de la actividad científica, que exige respeto a la libertad intelectual, Vidal expresa veladamente la necesidad de la censura:
"Objetivamente, no existe ninguna razón que explique
este éxito [de D. Irving], salvo el apoyo de lectores neofascistas
o antisemitas y la falta de prevision de las casas editoriales
que no han llegado a identificar que el carácter controversial
[sic] de Irving es nazismo hábilmente expuesto"
(las mayúsculas son de E. Aynat). (55)
[35]
1.4.2 Errores de traducción
Vidal traduce la expresión alemana, extraída de un documento, rassenschänderische Berufsverbrechen -Juden por "habituales criminales judíos contaminadores de la raza". (56) Podría entenderse así que los judíos, en general y habitualmente, son "contaminadores de la raza". Sin embargo, la traducción correcta sería "criminales profesionales judíos contaminadores de la raza", o sea, judíos reincidentes en delitos contra la honestidad (violaciones, abusos deshonestos, etc.) cometidos con personas de sangre alemana.
Para Vidal el término alemán Vergasungskeller significa "cueva de gas". (57) Sin embargo, Vergasung quiere decir "carburación", "gasificación (en el sentido de convertir algo en gas), "fumigación" y, por último, "gaseamiento". En ningún caso quiere decir "gas", que se escribe en alemán exactamente igual que en español. Por su parte, Keller significa "sótano", "bodega" y, solo en último lugar, "cueva". La traducción correcta sería "sótano de carburación" (o de "gasificación", etc.). "Cueva de gas" sería en alemán Gashöhle. Por si fuera poco, la traducción de Vidal, además de incorrecta, revela que desconoce el contexto en que el término Vergasungskeller es mencionado (véase 5.3.1).
Vidal habla de la esterilización en masa de "mujeres indignas (fortpflanzungsunwürdige Frauen)", (58) mientras que la traducción completa es "mujeres indignas de reproducirse".
Traduce "Hoch und Landesverräter" por "traidores". (59) Pero Hoch- und Landesverräter quiere decir exactamente "reos de alta traición y traidores a la patria". Vidal traduce del inglés americano billion por "billón", (60) con lo que falsea completamente el significado. "Billion", en inglés americano, son mil millones.
[36]
Por último, Vidal traduce literalmente Bachelor of Arts por "bachillerato de artes", (61) aunque la correspondencia correcta en español sería "licenciado en filosofía y letras".
1.4.3 Otros errores
Según Vidal, "el programa de eutanasia nazi se remonta a los inicios de la subida al poder de Hitler y no al período posterior al estallido de la guerra". (62) Pero el hecho es que el programa de eutanasia fue ordenado por Hitler a finales de otoño de 1939 -cuando ya había empezado la guerra-, aunque al estampar su firma puso fecha de 1 de septiembre de 1939. (63)
Vidal señala respecto a la declaración de guerra realizada por el judaísmo -en la persona de Chaim Weizmann, presidente de la Organización Sionista Mundial- contra la Alemania nazi:
"Contra lo que señala Irving (o Bochaca), Weizmann se limitó a indicar que, una vez estallada la guerra, los judíos británicos -no los de todo el mundo- apoyarían a la Gran Bretaña en su lucha contra Alemania". (64)
Sin embargo, en la "Encyclopaedia Judaica", editada en Jerusalén en 1971, se lee en el artículo Weizmann:
"Cuando estalló la II Guerra Mundial, Weizmann prometió inmediatamente al gobierno británico toda la ayuda posible de la población judía en Palestina y del pueblo judío del exterior (and the Jewish people outside)". (65)
En una nota correspondiente a la referencia de un documento se lee:
"Hull a Bern, 23 de septiembre de 1942". (66)
Según está redactada la nota Vidal da a entender que Hull -Cordell Hull, secretario de Estado de Estados Unidos- enviaba el documento
[37] a un tal "Bern". Sin embargo, en realidad Hull estaba enviando el documento a la representación diplomática norteamericana en Berna (Bern en inglés), la capital de Suiza. (67)
No se trata de una errata, ya que "Bern" aparece de nuevo en el índice analítico de la obra de Vidal. Esta confusión entre un nombre propio de persona y la capital suiza, además de ser un error burdo, demuestra que Vidal no ha tenido acceso al documento original (véase una reproducción del documento original en el apéndice 1).
Por último, Vidal cita en la bibliografía la siguiente obra:
"Vashem, Yad, El Holocausto, Jerusalén, s.d.". (68)
Según está redactada la referencia bibliográfica, hay que entender que una persona física, de apellido "Vashem" y de nombre "Yad" ha escrito la obra citada. En realidad se trata de una persona jurídica, el instituto Yad Vashem (en hebreo: "una institución y un nombre"), organismo oficial del gobierno de Israel establecido para conmemorar a las víctimas del Holocausto.
1.4.4. Contradicciones
Respecto a la cuestión de la publicidad del Holocausto, Vidal incurre en una contradicción insuperable. Por un lado, refiriéndose al discurso de Hitler de 30 de enero de 1939, dice que "el Führer señaló explícitamente cuál sería el destino de los judíos". (69) Este destino no era otro, según Vidal, que el exterminio físico. Poco más adelante Vidal indica que "la misma prensa alemana -sujeta fielmente a las directrices del partido- indicaba sin demasiado rebozo cuál era el destino que esperaba a los judíos en el Reich de los mil años". (70) Pero por otro lado Vidal reconoce que el Holocausto era "guardado en secreto, transmitido en medio de silencios explícitos para los ejecutores, cubierto con eufemismos como 'evacuación' o 'solución final'". (71) Y también que "los nazis tuvieron desde el principio un particular interés en
[38] que no se filtraran las noticias relativas a su plan para
exterminar a los judíos" (72) y
que existía un "proceso de ocultación".
(73) Vidal no explica cómo todo este
secreteo podía conciliarse con las manifestaciones "explícitas"
de Hitler en discursos que recogía toda la prensa alemana.
1.4.5 Referencias de fuentes inexistentes o incompletas
Existe una regla académica unánimemente aceptada según la que en los trabajos científicos se deben indicar las fuentes con la mayor precisión a fin de que cualquier lector pueda acceder directamente a ellas y verificar la corrección de las citas. La meticulosa observancia de esta regla en los trabajos relacionados con el Holocausto es especialmente importante, ya que existe un sinnúmero de documentos depositados en una multitud de archivos y centros de documentación repartidos por tres continentes.
Ajeno a esta exigencia, Vidal ha hecho gala de mucha relajación a la hora de hacer uso de las notas y referencias. En algún caso incluso no se molesta en dar referencia alguna:
"Añadamos a esto que documentos como el fechado en Erfurt el 2 de marzo de 1943, procedente de la compañía J.A. Topf y Söhne [...]". (74)
Vidal deja en manos del lector averiguar en qué país, en qué ciudad, en qué archivo y con qué signatura está archivado este documento.
En otros casos las referencias son tan insuficientes que una persona introducida en el estudio del Holocausto -y con mayor razón un profano- tendría grandes dificultades para localizar las fuentes originales. Por ejemplo, Vidal da por toda referencia a algunas de sus citas lo siguiente:
- "Mds 4/68". (75) Probablemente se trata de una signatura, pero no indica en qué archivo se encuentra. Además, "Mds" no figura en la relación de abreviaturas.
[39]
- "MD 6881/29-30". (76) Tampoco se indica en qué archivo se encuentra este documento y las siglas "MD" no están en la lista de abreviaturas.
- "Informes de 26 y 27 de diciembre de 1942, T 175, 124". (77) ¿Qué es "T 175, 124"? ¿Es una signatura? ¿En qué archivo se encuentra? La letra "T" tampoco figura en la lista de abreviaturas.
- "Declaración de Maria Höpken, 19 de enero de 1946, Schirach.3". (78) ¿Quién era Maria Höpken? ¿Dónde declaró? ¿Qué es "Schirach.3"?
- "Carta desde Lisboa, 20 de junio de 1942, en los Archivos Nacionales, Record Group 226, OSS 26896". (79) Vidal no aclara al profano en qué país se encuentran esos "Archivos Nacionales".
- "Grawitz a Hitler, 29 de mayo de 1941, NO.1639". (80) ¿Qué quiere decir "NO"? Tampoco aparece en la relación de abreviaturas.
- "Kalendarium, p. 440". (81) ¿Qué es "Kalendarium"? ¿Es un documento? ¿Es un libro? En este último caso, ¿quién lo ha publicado?, ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿de qué edición se trata?
- "Informe del Anglo-American Committee of Enquiry en relación con los problemas relacionados con los judíos europeos y Palestina, de 20 de abril de 1946, Londres, Cmd 6808, pp. 58-59". (82)
Londres es muy grande y tiene varios centros de documentación. ¿En cuál está archivado este informe? ¿Qué es "Cmd 6808"? Estas siglas tampoco están en la relación de abreviaturas.
- "PFR, 15 de julio de 1942, p. 4". (83)
Vidal no indica en ninguna parte qué es "PFR". ¿Es una revista? ¿Un archivo? ¿Una signatura?.
[40]
- En otros casos Vidal sí cita los nombres de archivos o colecciones documentales, aunque sin indicar el país y la ciudad donde se encuentran. Por ejemplo, ¿dónde están el Contemporary Jewish Record, los Franklin D. Roosevelt Papers y el Institute for Jewish Research? (84) ¿En Jerusalén? ¿En Tel-Aviv? ¿En Londres? ¿En Nueva York? ¿En Washington?
1.4.6 Conceptos y siglas sin aclarar
Los trabajos de divulgación -como el de Vidal- tienen la obligación de explicar, definir y aclarar los términos, los personajes y las instituciones mencionados que no son de conocimiento general. Vidal, en cambio, parece partir de la base de que todos sus lectores, aun los más diletantes, tienen que saber de qué está hablando. Veamos un ejemplo:
"Así, el comandante de las SS Bischoff, en una
carta de 29 de enero de 1943, designó claramente a la
Leichenkeller 1 del crematorio II como Vergasungskeller (cueva
de gas) o el empleado civil Jährling con ocasión
de un pedido a la Testa [...]". (85)
En apenas cuatro líneas, Vidal ha suscitado media docena de interrogantes que deja sin respuesta. ¿Quién era Bischoff? ¿Qué responsabilidad tenía? ¿Qué era la "Leichenkeller 1"? ¿Por qué no, por lo menos, traduce este término? ¿Quién era Jährling? ¿Qué era la "Testa"?
En otra ocasión Vidal menciona un enigmático "Bund judío de Polonia", (86) sin explicar de qué se trata exactamente.
Lo mismo ocurre con las siglas y abreviaturas. Vidal señala que Himmler visitó "los talleres de la DAW", (87) aunque no explica en ninguna parte qué se oculta bajo estas siglas. Tampoco aclara qué eran el "WJC en Ginebra, Suiza" (88) o la "RSHA alemana". (89) Ni "DAW", ni "WJC", ni "RSHA" figuran en la relación de abreviaturas de la obra.
[41]
1.4.7 Plagio
Vidal relata de la siguiente manera una visita a Auschwitz del jefe de la SS, Heinrich Himmler:
"el 17 y el 18 de julio [de 1942], Himmler en persona visitó Auschwitz con dos objetivos bien establecidos: el de comprobar el funcionamiento del complejo industrial de la IG Farben relacionado con el campo, y la manera en que discurría la labor de exterminio de los judíos. Durante el primer día, Himmler examinó los proyectos y las realizaciones partiendo de los planos y las maquetas, visitando a continuación Auschwitz y Birkenau. Después estuvo presente en las tareas de 'selección' de un transporte de judíos holandeses y en el gaseamiento de los considerados incapaces para el trabajo, que tuvo lugar en el Bunker 2. La jornada concluyó con una visita a Auschwitz III (Monowitz) y una recepción especial". (90)
Cita como fuente de la información anterior "APMO, las treinta fotos de Himmler en Monowitz, neg. 361-390".
A continuación veamos -en su lengua original- el texto que dedica al mismo acontecimiento el autor francés Jean-Claude Pressac, en una obra publicada en 1993:
"Les 17 et 18 juillet, Himmler vint à Auschwitz voir si la 'Siedlung' et le complexe de IG Farben progressaient convenablement et comment était mis en oeuvre l'ordre d'extermination des Juifs [...] Le premier jour, à la Bauleitung, furent expliqués à Himmler avec des cartes, des plans et des maquettes les projets et les réalisations en cours. Puis, il visita toute la zone d'intérêts du camp et Birkenau. Ensuite il assista à la sélection d'un convoi de Juifs hollandais et au gazage des inaptes dans le Bunker 2. Enfin, il se rendit à la 'Buna' de Monowitz qui n'était alors qu'un immense chantier. Une grande réception clôtura cette journée". (91)
La fuente de Pressac es "APMO, les trente photos de Himmler à Monowitz, nég. n. 361 à 390".
El lector sin duda habrá reparado que la redacción de las referencias es idéntica. También se habrá asombrado ante la extraordinaria
[42] similitud entre los dos textos, sobre todo teniendo en cuenta que no se basan en una fuente documental escrita, sino en treinta fotografías. Dado que Pressac publicó su obra con anterioridad, todo indica que Vidal ha plagiado al autor francés.
No se trata de un caso único. Por ejemplo, las páginas
38-41 de la obra de Vidal presentan una extraordinaria familiaridad
con el capítulo "Las experiencias médicas"
de la obra clásica de Raul Hilberg. (92)
[43]
2 EL ATAQUE A PAUL RASSINIER
2.1 La conversión de P. Rassinier
Como Vidal señala justamente, a P. Rassinier le corresponde "el mérito de haber puesto en marcha la maquinaria del revisionismo". (93)
P.Rassinier fue una persona de clara procedencia izquierdista. Ingresó en 1922 en el Partido Comunista francés, de donde sería expulsado años más tarde. Se afilió en 1934 al Partido Socialista. Fue miembro de la Resistencia contra los alemanes y en octubre de 1943 fue detenido por la Gestapo y deportado al campo de concentración de Buchenwald. Liberado en 1945 en condiciones físicas lamentables, fue condecorado y ocupó cargos directivos en la SFIO, hasta llegar a ser miembro del parlamento francés. El incuestionable historial izquierdista de Rassinier ha sido reconocido también por Vidal:
"Rassinier no sólo no fue nazi, ni colaboró con los nazis durante la guerra mundial, sino que además padeció la reclusión en los campos de concentración alemanes, hallándose siempre encuadrado en corrientes políticas de izquierda". (94)
Vidal también admite que Rassinier fue "una víctima directa de los nazis". (95) Por tanto, Rassinier reunía al menos a priori las condiciones necesarias para ser considerado un
[44] testigo aceptable. No podría involucrársele en una trama nazi o neonazi sin faltar a la verdad. En cuanto a sus obras, Vidal reconoce que contienen una de las descripciones "más vívidas" sobre los campos de concentración que se hayan escrito nunca. (96) No obstante, Vidal indica que el "juicio de Rassinier resulta muy discutible" cuando relata, por ejemplo, que los campos se gobernaban a sí mismos (los SS dejaban casi todas las cuestiones de la administración interna en manos de los propios detenidos) y que esta autoadministración resultó en buena parte causante de la catastrófica situación que se produjo en ellos. (97) Finalmente, Rassinier, según Vidal, iría evolucionando hasta publicar "falsedades manifiestas" sobre los campos y la suerte de los judíos deportados. (98)
Veamos a continuación si esta grave acusación
tiene fundamento.
2.2 Rassinier y las cámaras de gas
Según Vidal, "Rassinier reconoce en esta obra [El drama de los judíos europeos] que, efectivamente, hubo reclusos asesinados con gas por los nazis, pero no deja de considerar este hecho como excepcional. Se hace así eco de la información proporcionada por un oficial alemán, cuyo nombre no da, que tuvo ocasión de presenciar uno de estos episodios de gaseamiento criminal. El testimonio del antiguo militar coincide, casi textualmente, con las opiniones del propio Rassinier". (99)
Vidal ha falseado los hechos. Lo que Rassinier realmente dice es: "SI se produjeron ejecuciones por medio del gas, sólo podían haber sido en número sumamente reducido" (mayúsculas de E. Aynat). (100)
Respecto al testimonio del oficial alemán anónimo, Rassinier dice que "sólo puede ser tomado en consideración con las mayores reservas. Lo único que puede decirse de él es que resulta mucho más
[45] aceptable que aquellos a los cuales nos han acostumbrado
hasta ahora y que nos han inundado por encima de toda medida".
(101) El oficial alemán dio una serie
de explicaciones que, según Rassinier, en parte eran admisibles
y en parte no. "Todo esto -concluye Rassinier- no significa
en absoluto que avale el testimonio: testis unus, testis nullus,
es también una de las leyes de la historia". (102)
2.3 Rassinier y la crítica de testimonios
En palabras de Vidal, "Rassinier intenta por todos los medios arrojar sombras de duda sobre los testigos del Holocausto, sean ejecutores nazis (Ohlendorf, Hoess), víctimas del sistema (Nyizli [sic], Anna [sic] Frank) o denunciantes del mismo no incluidos en ninguno de los dos grupos mencionados (Gerstein, Niehmöller [sic])". (103)
En realidad, la crítica de los testimonios constituye
la parte central del trabajo de Rassinier. El autor francés
no ha arrojado simplemente "sombras de duda", sino que
ha procedido a un trabajo serio de crítica. Si bien es
cierto que cometió errores, el trabajo de Rassinier ha
sido el de un precursor que ha llegado a conclusiones que después
se han visto confirmadas por investigaciones más profundas
y sistemáticas de otros revisionistas. La crítica
de los testimonios emprendida por Rassinier es de la mayor importancia,
pues algunos de ellos constituyen pilares esenciales del edificio
del Holocausto. Veamos a continuación algunos de los testimonios
citados por Vidal y sometidos a la crítica primero por
el autor francés y después por el revisionismo en
general.
2.3.1 Rudolf Höss
R. Höss fue comandante de Auschwitz de 1940 a 1943. Tras la guerra, y en cautividad de las autoridades polacas, Höss redactó unas memorias donde manifestaba que en Auschwitz habían sido exterminados más de un millón de judíos.
[46]
Rassinier fue el primero en detectar varias anomalías que se habían producido en torno a estas supuestas memorias:
- Estaban escritas a lápiz y eran en parte ilegibles.
- Solo se habían publicado parcialmente.
- Höss había sido sometido a malos tratos según indicación expresa de las propias memorias.
- El texto fue escrito en 1947 y no se publicó hasta varios años más tarde. (104)
Todo esto llevó a Rassinier a concluir que las memorias de Höss son en realidad "un documento falsificado a destiempo, apresuradamente y por unos ignorantes". (105)
La conclusión de Rassinier ha sido confirmada por investigaciones posteriores. El autor italiano Carlo Mattogno ha demostrado de manera irrefutable, tras un análisis de las diversas declaraciones efectuadas por Höss, que el antiguo comandante de Auschwitz mintió en todos los puntos esenciales de su "testimonio ocular". Mattogno pone de relieve 60 contradicciones y falsificaciones irrebatibles, sin contar aquellas manifestaciones cuya falsedad, sin llegar a estar totalmente probada, parece extremadamente probable. (106)
Desde hace algunos años conocemos con bastante aproximación cuál fue el trato al que se sometió a Höss en su etapa de cautividad, durante la que realizó sus declaraciones. Veamos en primer lugar las circunstancias en que se realizó la detención de Höss y su primera "confesión". El relato procede de Bernard Clarke, uno de sus captores, y que es "un judío británico y sargento en la Sección 92 de la Policía Militar, que ya estuvo relacionado en una infructuosa búsqueda del esquivo Martin Bormann, antiguo secretario del partido nazi, y es hoy un exitoso hombre de negocios que trabaja en el sur de Inglaterra". (107)
La policía militar británica estaba tras la pista de Höss y sabía -gracias a la legión de informadores de que disponía- que éste había visitado recientemente a su familia. La policía se dirigió al hogar de los Höss:
[47]
"A las 5 pm del 11 de marzo de 1946, Frau Hoess abrió la puerta a seis especialistas de información en uniformes británicos, la mayoría de ellos altos y amenazadores y todos expertos en las técnicas más sofisticadas de investigación prolongada y despiadada (in the more sophisticated techniques of sustained and merciless investigation).
No se empleó la violencia física sobre la familia; apenas fue necesario. Mujer y niños fueron separados y vigilados. El tono de Clarke era deliberadamente bajo y coloquial.
Empezó suavemente: 'Sé que su marido vino para verla anoche'. Frau Hoess replicó simplemente: 'No lo he visto desde que se escondió hace meses'". (108)
Clarke siguió presionando y finalmente amenazó con que ella y su familia serían entregados a los rusos.
"Esto fue más que suficiente -sigue Clarke-. Finalmente, una rota Frau Hoess reveló el paradero del antiguo Kommandant de Auschwitz, el hombre que ahora se hacía llamar Franz Lang. Una conveniente intimidación sobre el hijo y la hija produjo información idéntica". (109)
A continuación los policías partieron para detener a R. Höss, lo que hicieron en plena noche en la granja donde éste vivía clandestinamente:
"Hoess chilló de terror nada más ver uniformes británicos.
Clarke gritó: '¿Cuál es tu nombre?'
Con cada respuesta de 'Franz Lang', la mano de Clarke se estampaba en la cara del prisionero. A la cuarta vez, Hoess se hundió y admitió quién era.
La admisión liberó repentinamente el odio de los sargentos judíos del grupo cuyos padres murieron en Auschwitz siguiendo una orden firmada por Hoess.
El prisionero fue echado de la litera de arriba, el pijama arrancado de su cuerpo. Fue entonces arrastrado desnudo a una de las mesas del matadero, donde le pareció a Clarke que los golpes y gritos no tenían fin.
[48]
Finalmente, el oficial médico urgió al capitán: 'Apártelos, a menos que prefiera volver con un cadáver'.
Una manta fue echada sobre Hoess y fue arrastrado al coche de Clarke, donde el sargento intrudujo una sustancial cantidad de whisky en su garganta. Entonces Hoess intentó dormir.
Clarke clavó su stick de servicio bajo los párpados del hombre y ordenó en alemán: 'Mantén tus ojos de cerdo abiertos, puerco' [...] El grupo llegó a Heide alrededor de las tres de la mañana. La nieve estaba cayendo todavía, pero arrancaron la manta a Hoess y tuvo que andar completamente desnudo a través del patio de la prisión hasta su celda.
Fueron necesarios tres días para obtener de él
una declaración coherente". (110)
Como complemento a la información anterior, un testigo presencial británico indicaba, 40 años después, el procedimiento seguido para obtener la "declaración coherente" de R. Höss. El testimonio procede de Mr. Ken Jones, que en aquel tiempo era soldado destinado en el norte de Alemania:
"Nos lo trajeron cuando rehusó cooperar en el
interrogatorio sobre sus actividades durante la guerra".
Junto con dos soldados más, Jones fue introducido en la
celda de Höss "para ayudar a debilitarlo (to help break
him down) para el interrogatorio. Nos sentamos en la celda con
él, noche y día, armados con mangos de hacha. Nuestro
trabajo consistía en sacudirlo (to prod him) cada vez
que se dormía para conseguir romper su resistencia".
Cuando Höss salía para hacer ejercicio, le permitían
llevar solo unos pantalones y una fina camisa de algodón,
a pesar del frío intenso. "Después de tres
días y noches sin dormir, Höss se derrumbó
finalmente e hizo una completa confesión a las autoridades".
(111)
Creo que los relatos anteriores me dispensan de cualquier comentario.
[49]
2.3.2 Miklos Nyiszli
M. Nyiszli era un médico judío húngaro que fue deportado a Auschwitz en 1944. Después de la guerra escribió un libro de memorias titulado Médico en Auschwitz, que alcanzó gran difusión.
Decir, como Vidal, que Rassinier arroja "sombras de duda" sobre el testimonio de Nyiszli es un eufemismo. En realidad, Rassinier afirma que las memorias de Nyiszli constituyen "un falso testimonio sobre aquel campo [Auschwitz] que perdurará como una de las más abominables vilezas de todos los tiempos". (112)
Rassinier pone de relieve algunas contradicciones, falsedades y enormidades relatadas por Nyiszli. Por ejemplo:
- Las cámaras de gas tenían 200 metros de longitud, en el interior había columnas por donde escapaba el gas y a lo largo de las paredes había bancos para sentarse las víctimas. Tenían cabida para 3.000 personas. Sin embargo, según los documentos conservados, la cámara de gas descrita por Nyiszli tenía 210 m2, con lo que si se le aplica la longitud mancionada por éste, resultaría que tendría una anchura de... 1,05 metros.
- Cuando el crematorio funcionaba, la nariz y la garganta se llenaban de "olor a carne quemada y a cabellos achicharrados". Sin embargo, "se rapa a los muertos" después de sacarlos de las cámaras de gas y antes de incinerarlos.
- Rassinier destaca las significativas diferencias que se producen entre la versión francesa y la alemana. En ésta los crematorios solo incineran a 10.000 personas al día, en la francesa 20.000. Un tirador de pistola que hace blanco a 40-50 metros en francés, sólo hace blanco de 20 a 30 metros en alemán. El campo de Auschwitz pasa de contener 500.000 personas a ser "gigantesco". Una distancia de 3 kilómetros se reduce a 500 metros, etc.
- En 1951 Rassinier escribió a Nyiszli, que le contestó el mismo año. En 1961 Rassinier intentó localizar de nuevo a Nyiszli, aunque sin éxito. Esta vez se le indicó que Nyiszli había muerto "mucho antes de que su testimonio fuera publicado por primera vez". Rassinier
[50] replicó que si la información era cierta, resultaría que Nyiszli le habría escrito después de su fallecimiento. (113)
Como en el caso anterior, también aquí las conclusiones
de Rassinier han sido plenamente confirmadas por las investigaciones
posteriores. En concreto, el italiano Carlo Mattogno, que hasta
el momento ha realizado el estudio más meticuloso del testimonio
de Nyiszli, ha demostrado que estamos ante una grosera falsificación
histórica. Mattogno pone de relieve errores geográficos
y topográficos (que demuestran que el autor del testimonio
nunca estuvo en Auschwitz-Birkenau), contradicciones y errores
cronológicos (que prueban que se ha usado una cronología
ficticia), contradicciones internas (que indican que los hechos
relatados son imaginarios) e innumerables contradicciones con
respecto a la historiografía exterminacionista. Mattogno
revela, además, 175 variaciones y contradicciones textuales
entre las cuatro versiones aparecidas en lenguas occidentales:
dos francesas, una inglesa y una alemana. (114)
2.3.3 Kurt Gerstein
K. Gerstein trabajó durante la guerra en el Departamento de Higiene de la Waffen SS. Después de la guerra admitió en varias confesiones la práctica de ejecuciones masivas de judíos por medio de gas tóxico.
Rassinier dedicó una parte de su obra El drama de los judíos europeos a la crítica del testimonio de Gerstein. Si bien Rassinier comete algunos errores -fundamentalmente porque no realiza sus análisis sobre el texto original, sino sobre los textos reproducidos por diversos autores-, efectúa en conjunto una crítica acertada.
Rassinier resalta algunos pasajes de las confesiones de Gerstein especialmente escandalosos por su falsedad. Por ejemplo, que las cámaras de gas de Belzec, de 25 m2, pudieran contener de 700 a 800 personas; o que Himmler y Hitler visitaran Lublin en agosto de 1942; o que los alemanes aniquilaran a 25 millones de judíos. (115)
En
[51] suma, Rassinier califica el testimonio de Gerstein de burda falsificación.
De nuevo, la crítica de Rassinier ha sido confirmada por exhaustivas investigaciones posteriores. Una obra esencial al respecto es la del ya citado autor italiano Carlo Mattogno. (116) En su meticuloso estudio, Mattogno resalta, para empezar, que la autenticidad formal no se ha demostrado nunca irrefutablemente sobre la base de un peritaje caligráfico. Mattogno expone sistemáticamente más de un centenar de absurdos, de contradicciones externas e internas, de falsificaciones, de contradicciones respecto a la historiografía revisionista, de errores, de exageraciones y de inverosimilitudes halladas en las declaraciones de Gerstein. El diagnóstico del autor italiano es terminante: estamos ante una vulgar falsificación.
Desde otra perspectiva, el autor francés Henri Roques,
a través de una tesis doctoral de letras, se había
propuesto el establecimiento del texto original de las confesiones
que componen el testimonio e Gerstein. Roques examinaba también
el origen y grado de autenticidad de los textos, así como
la veracidad de los mismos. Roques concluía que las revelaciones
de Gerstein sobre las ejecuciones masivas de judíos en
cámaras de gas solo podrían admitirse con dificultad
incluso por el más indulgente de los lectores. La tesis
fue defendida el 15 de junio de 1985 en la Universidad de Nantes
y fue calificada con la mención très bien.
Sin embargo, tras una campaña de prensa y una investigación,
la defensa de la tesis -no la tesis en sí- fue anulada
por vicio de forma, lo que constituye un caso único en
los anales de la universidad francesa. (117)
[54]
3 LA SUPUESTA VOLUNTAD DE EXTERMINAR JUDIOS DE LOS DIRIGENTES NAZIS
Vidal señala de manera rotunda que "resulta innegable que el nazismo tuvo claro desde un principio que el judío era un enemigo que estaba destinado al exterminio. El mismo Hitler no pudo ser más explícito al respecto". (118)
Sin embargo, y como vamos a ver a continuación, la posición
de los historiadores exterminacionistas, en general, es completamente
diferente. Lejos de estar fijada "desde un principio",
la política judía de los nazis distó mucho
de ser monolítica y estar orientada en el sentido del "exterminio".
3.1 La posición de los historiadores exterminacionistas
El profesor Eberhard Jäckel ha puesto de relieve que desde el comienzo de la actividad política de Hitler, en 1919, éste distinguía entre un antisemitismo sentimental, que encontraba su expresión en las matanzas y pillajes (pogroms), y un antisemitismo racional, que debía conducir a una lucha legal metódica y a la eliminación de los privilegios que poseían los judíos. Más adelante, el programa del NSDAP, proclamado por Hitler en febrero de 1920, aludía a los judíos en varios puntos, proponiendo la retirada de la ciudadanía alemana, la imposibilidad de acceder a empleos públicos, la expulsión de los
[54] "residentes extranjeros" si era preciso para alimentar a la población, la prohibición de la inmigración de personas no alemanas y la expulsión de los extranjeros entrados en Alemania después de 1914. Jäckel subraya que en los primeros discursos políticos, Hitler exigía el "apartamiento (Entfernung)" de los judíos, excluyéndolos en concreto de la vida política. (119) En definitiva, durante la época de lucha por el poder, los nazis carecían de una política judía que fuera más allá de unas cuantas declaraciones programáticas de carácter bastante vago.
Una vez llegados al poder, la situación apenas cambió. El Tercer Reich careció, al menos durante los primeros años, de una política judía sistemática y coherente. Según Saul Friedländer, el "Estado nazi representaba un sistema en buena parte caótico donde las decisiones mayores eran a menudo la resultante de las presiones más diversas, sin que hubiera forzosamente planificación, previsión u órdenes claras procedentes de la cúspide. Las obras de Karl Schleunes y de Uwe Dietrich Adam sobre la política antijudía de los nazis pretenden de hecho ser una demostración de esta aproximación: 'Durante los primeros años del III Reich, escribe Karl Schleunes, nadie en el seno del movimiento nazi, comenzando por el Führer, definió lo que podría ser la solución del problema judío'". (120)
Entre 1933 y 1939 la política nazi era errática. Su fin parecía ser la segregación y la expulsión de los judíos. El desencadenamiento de la guerra cambió la situación. Solo en el verano de 1941, según Friedländer, terminó el "período de vacilaciones", "poco antes o poco después de la invasión de la Unión Soviética". (121)
En parecido sentido se pronuncia Karl Schleunes:
"Hitler, o cualquiera de entre los jefes nazis, ¿tenía en enero de 1933, o incluso antes, una idea clara de los fines de una política judía? Los hechos parecen probar lo contrario. Había, ciertamente, la retórica antijudía, tema central de la propaganda nazi desde el comienzo [...] Durante los seis primeros años de poder de Hitler, no se
[55] puede hablar de una política judía nazi, sino más bien de varias políticas judías, de las que ninguna es verdaderamente oficial y que, lejos de estar coordinadas, se contradicen a menudo".122
Además, frente a lo que pretende Vidal, en el sentido de que la cuestión está definitivamente zanjada, Schleunes reconoce que "ninguna de las cuestiones que rodean esta 'solución final' ha sido definitivamente resuelta". (123)
El profesor de Tubinga Uwe Dietrich Adam mantiene una posición similar:
"No se sabría hablar de una política coordinada y planificada respecto a los judíos [...] un plan global concerniente a la naturaleza, el contenido y el alcance de la persecución de los judíos no existió nunca". (124)
Contradiciendo frontalmente la afirmación de Vidal de la intención genocida "desde un principio" de los nazis, Adam señala que "es asimismo muy probable que el exterminio en masa no fue un fin que Hitler se había fijado a priori y que trataba de alcanzar". (125) En efecto, los datos de que se dispone desmienten una hipotética intención original nazi de aniquilar a los judíos. Adam escribe a este respecto:
"Antes del comienzo de la guerra, el Servicio de Seguridad (Sicherheitsdienst) defendía con ardor una 'solución de la cuestión judía' por la emigración. Incluso había obtenido la aprobación de Hitler en febrero de 1938. La creación de la Agencia central para la emigración judía (Zentralstelle für jüdische Auswanderung), en enero de 1939, permitió a Heydrich (126) tomar en mano la política judía a nivel ministerial [...] Después del desencadenamiento de la guerra, se puede considerar que la política de la RSHA estaba de acuerdo con la voluntad de Hitler de obtener lo más rápido posible una judenreines Deutschland, una Alemania 'purificada de judíos'.
Esta óptica está confirmada por los esfuerzos efectuados todavía en el curso de los primeros años de la guerra en favor de la
[ 56]
emigración de los judíos [...] A pesar de todas las normas oficiales, [la RSHA] permitió incluso el empleo de judíos en la agricultura 'con el fin de facilitar su emigración dándoles una formación profesional'.
La RSHA consiguió también disminuir o abolir para los judíos un buen número de tasas especiales y de límites a la exportación de capitales. En diciembre de 1940 llegó a convencer al ministro de Economía para acelerar, a pesar de todas las reglas en vigor, los procedimientos financieros en todo caso de emigración.
Es todavía esta búsqueda de una solución
global de la 'cuestión judía' la que se puede percibir
en la tentativa hecha en mayo de 1941 por la RSHA para obtener
de Göring una directiva general de emigración. Se
ha interpretado mal a menudo este documento, a causa de su formulación.
Göring ordenó a todas las autoridades facilitar la
emigración de los judíos del Reich y de los territorios
bajo protectorado en tanto era posible, incluso durante la guerra.
En revancha, la emigración de los judíos de Francia
y Bélgica debía ser prohibida a causa de la 'solución
final que, sin ninguna duda, se aproximaba'. Este término
engañoso de 'solución final' fue interpretado por
generaciones de historiadores como sinónimo de una destrucción
física, mientras que en esta época significaba
solamente la emigración de los judíos a Madagascar".
(127)
El autor norteamericano Christopher Browning ha señalado esta evidente incompatibilidad entre la política de promoción de la emigración y la supuesta intención original de aniquilar físicamente a los judíos:
"Los esfuerzos de los especialistas nazis de la cuestión judía para promover la emigración, tanto antes como durante la guerra, y sus planes de reinstalación masiva no solamente eran tolerados, sino también promovidos por Hitler. Es difícil conciliar este comportamiento con la hipótesis de una intención criminal largamente mantenida respecto a los judíos occidentales. Haría falta entonces admitir que, sabiendo que iba a matar a los judíos, Hitler defendía sin embargo una política de emigración que 'favorecía' a los judíos alemanes en relación con los otros judíos europeos y salvaba de la muerte a aquellos que consideraba precisamente como los más responsables de la derrota de 1918".128
NOTAS
1 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 13.
2 / Nueva Enciclopedia Larousse, Planeta, Barcelona 1984.
3 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 152.
4 / Ponsonby, Arthur: Falsehood in Wartime, pág. 14.
7 / Aitken, Jessie [=Robert Faurisson]: L'origine du mythe, págs. 168-169.
8 / Bajo esta denominación están comprendidos el gran proceso a los "grandes criminales de guerra" ante el Tribunal Militar Internacional, constituido por representantes norteamericanos, soviéticos, británicos y franceses, y doce procesos menores ante los Tribunales Militares de Nuremberg (Nuremberg Military Tribunals), constituidos exclusivamente por norteamericanos.
9 / La Destruction des Juifs d'Europe.
10 / Butz, Arthur: The Hoax of the Twentieth Century, pág. 10.
11 / Véase a este respecto Llorens Borras, Jose A.: Crímenes de guerra.
12 / Vital speeches of the Day, Nov. 1, 1946, pág. 47, citado por Weber, Mark: The Nuremberg Trials and the Holocaust, págs. 172-173.
13 / Hilberg, Raul: La Destruction des Juifs d'Europe, pág. 1048.
14 / Weber, Mark: The Nuremberg Trials and the Holocaust, págs. 177-179.
15 / Moorehead, Alan: Glimpses of Germany: II - Belsen, págs. 28-29.
16 / PGH, tomo VII, págs. 656-660.
17 / PGH, tomo XVII, págs. 301-406.
18 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 49
23 / Vol. 13, n· 6 (November-December 1993), págs. 54-76.
24 / Vidal, Cesar: LRH, págs. 193-194.
25 / Pressac, Jean-CLaude: Les Crématoires d'Auschwitz, pág. VIII.
26 / Glówna Komisja Badania Zbrodni Hitlerowskich w Polsce.
27 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 94.
47 / Véase el caso de D. Irving, Vidal, Cesar: LRH, pág. 121.
48 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 71.
63 / Wilhelm, Hans Heinrich: Euthanasia Program, pág. 452.
64 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 163.
65 / Encyclopaedia Judaica Jerusalem. Keter, Jerusalem, tomo 16, pág. 434.
66 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 184, n. 140.
67 / NACP, documento 740.00116 European War 1939/5971 PS/SF.
68 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 195.
91 / Pressac, Jean-Claude: Les Crématoires d'Auschwitz, págs. 43-44.
92 / Hilberg, Raul: La Destruction des Juifs d'Europe, págs. 811-820.
93 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 17.
99 / Id., pág. 27. En el mismo sentido en págs. 44 y 149.
100 / Rassinier, Paul: El drama de los judíos europeos, pág. 108.
103 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 30.
104 / Rassinier, Paul: El drama de los judíos europeos, págs. 53-63.
106 / Mattogno, Carlo: Auschwitz: le "confessioni" di Höss.
107 / Butler, Rupert: Legions of Death, pág. 235.
111 / In a Cell with a Nazi War Criminal, "Wrexham Leader", 17-10-1986, pág. 16.
112 / Rassinier, Paul: El drama de los judíos europeos, pág. 63.
114 / Mattogno, Carlo: "Medico ad Auschwitz": anatomia di un falso.
115 / Rassinier, Paul: El drama de los judíos europeos, págs. 79-113.
116 / Mattogno, Carlo: Il rapporto Gerstein.
117 / Chelain, André: Faut-il fusiller Henri Roques? Contiene el texto íntegro de la tesis.
118 / Vidal, Cesar: LRH, pág. 36.
119 / Jäckel, Eberhard: L'élimination des Juifs dans le programme de Hitler, págs. 101-104.
120 / Friedländer, Saul: De l'antisémitisme à l'extermination, pág. 22.
122 / Schleunes, Karl A: Un tortueux itinéraire: les politiques nazies envers les Juifs allemands (1933-1945), pág. 119.
124 / Citado por Friedländer, Saul: De l'antisémitisme à l'extermination, pág. 22.
126 / Reinhard Heydrich era jefe de la policía alemana.
127 / Adam, Uwe Dietrich: Le mesures nazies concernant les Juifs du début de la Seconde Guerre Mondiale jusqu'à l'attaque allemande contre l'URSS, págs. 186-187.
128 / Browning, Christopher R.: La décision concernant la solution finale, págs. 194-195.