1/2
La revisión de la historia es tan vieja como la historia misma.
Los Anales de Tácito, por ejemplo (xv 38), hacen mención de un "rumor" segun el cual Nerón habría quemado Roma. El "rumor" fue repetido por otros historiadores romanos como un "hecho" (Suetonius, Nero, 38; Dio Cassius, Epistulae, LXII 16; Pliny Naturalis Historia XVII 5).
Los historiadores posteriores dudaron de este "hecho" y degradaron el "hecho" en sencillo "rumor".
En 1946, fue considerado un "hecho" que los nazis hubieran fabricado jabón de grasa humana (Sentencia, Proceso de Nuremberg, IMT I 152; VII 597-600; XXII 496).
Desde entonces este "hecho" se consideró sencillamente un "rumor" (Hilberg, Destruction of the European Jews <Destrucción de los judíos europeos), edición "revisada, definitiva", Holmes and Meier, NY, p. 966: "El origen del rumor del jabón humano queda desconocido hasta el día de hoy").
El "rumor", de origen soviético (Prueba URSS 393) -- que no fue objeto de ninguna prueba médica forense -- se halla en el Palacio de la Paz en La Haya, Holanda. Los funcionarios del Palacio lo muestran a ansiosos visitantes y les dicen que es auténtico, pero parecen no responder a cartas de personas que intentan examinarlo.
En 1943, el "rumor" era que los nazis estaban masacrando a los judíos en cámaras de vapor, en cámaras electrificadas, en cámaras al vacio, y en cámaras de gas (The Black Book: The Nazi Crime Against the Jewish People (El Libro negro: el crimen nazi contra el pueblo judío), pp. 270, 274, 280, 313, presentado como "prueba" a la Comisión de Nuremberg).
En 1946, las cámaras de gas llegaron a ser consideradas un "hecho", mientras que las masacres en cámaras de vapor, en cámaras electrificadas, y en cámaras al vacío quedaron considerados sencillamente "rumores" (N.B.: las masacres en "cámaras de vapor" fueron "probadas" en el proceso de Oswald Pohl, cuarto proceso de Nuremberg, NMT IV, 1119-1152).
Las "pruebas" segun las cuales los nazis habían masacrado a los judíos en cámaras de gas no son mejores, en cuanto a su calidad, que las "pruebas" segun las cuales los habían matado en cámaras de vapor, en cámaras electrificadas, o en cámaras al vacío. Nos parece legítimo cuestionar tales "pruebas".
Este libro consiste, no de una "revisión" de la historia, sino de una sencilla guía a materiales históricos que han sido olvidados. Se olvidan las 312,022 declaraciones notarizadas presentadas por la defensa durante el primer proceso de Nuremberg, pero se recuerda muy bien de las 8 o 9 declaraciones presentadas por la prosecución que las hubieran "refutado" a todas (segun la prosecución) (XXI 437).
Este libro contiene muchas referencias a la paginación. No las citamos para confundir, impresionar, o intimidar al lector, ni para probar la verdad de las alegaciones hechas, sino sencillamente para ayudar a aquellos interesados, a hallar cosas de interes. Es el lector quién debe decidir si las declaraciones de la defensa son más dignas de confianza que el jabón de grasa humana (Documento URSS-397), los calcetines de cabellos humanos (Documento URSS-511), o las hamburguesas de carne humana (Prueba 1873, proceso de Tokio) de la prosecución.
N.B.: IMT = International Military Tribunal (Proceso Internacional de Nuremberg en 4 idiomas)
NMT = National Military Tribunal (procesos norteamericanos de Nuremberg, en inglés)
Ante la falta de indicaciones al contrario, toda paginación se refiere a la IMT (edición norteamericana).
BORMANN fue acusado de "persecución religiosa" y muchos otros crimenes graves. El abogado de Bormann, el Dr. Bergold, indicó que muchos países modernos (refiriéndose a la Unión Soviética) son expresamente ateos; las ordenanzas que prohibían a los curas el ocupar altas funciones en el Partido (esto es, el partido nazi) no se podrían consider como "persecución". En las palabras del Dr. Bergold:
"El Partido está considerado criminal, como una conspiración. ¿Es un crimen prohibir a ciertas personas hacerse miembros de una así denominada conspiración criminal? ¿Se considera esto un crimen?" (V 312).
Fueron presentados documentos segun los cuales Bormann habría prohibido toda persecución religiosa, permitiendo expresamente una educación religiosa (XXI 462-465). Una condición de aquella orden fue que se debía utilizar el texto bíblico completo; se prohibieron todas las supresiones, manipulaciones, y deformaciones. Las iglesias recibían subsidios del gobierno hasta el fin de la guerra. Debido a la falta de papel durante la guerra, se introdujeron restricciones sobre la impresión de todos los periódicos, no tan solo los periódicos religiosos (XIX 111-124; XXI 262-263; 346; 534; 539; XXII 40-41).
El abogado de Bormann tenía poca dificultad en mostrar que a Bormann no se le podría condenar por ningún delito bajo las leyes de ningun país, estando claro que los estenógrafos no son criminalmente responsables por todo documento firmado por ellos. Para la prosecución, no obstante, la ley no fue relevante, y Bormann fue condenado a la horca. La sentencia habría de aplicarse en forma inmediata, a pesar de los numerosos testimonios según los cuales Bormann habría muerto en la explosión de un tanque, y dificilmente estaría disponible en un solo pedazo (para ahorcarlo), presentandose así ciertos problemas de naturaleza práctica (XVII 261-271).
Las pruebas de la defensa con respecto a las alegadas "organizaciones criminales" consisten en los testimonios orales de 102 testigos y de 312.022 declaraciones escritas y notariadas (XXII 176).
El termino "criminal" no fue definido en ningún momento durante el proceso (XXII 310; véase también XXII 129-135).
Tampoco fue definido cuando estas organizaciones se habrían vuelto "criminales" (XXII 240). El Partido Nazi mismo se habría vuelto criminal tan temprano como en 1922 (XXII 251), o quizá no antes de 1938 (XXII 113), o posiblemente no lo haya sido nunca (II 105).
Las 312.022 declaraciones escritas fueron presentadas a una "comisión". La copia transcrita de los testimonios delante de esta "comisión" no aparece en la del proceso de Nuremberg. Los "National Archives" (Archivos Nacionales) en Washington no poseen ninguna copia transcrita de los testimonios delante de la comisión, nunca han oído hablar de ella, no saben que es, ni donde está.
De las 312.022 declaraciones escritas, sólo unas pocas docenas fueron traducidas al inglés, de modo que el Tribunal no las pudo leer (XXI 287, 398).
El Presidente del Tribunal, Sir Geoffrey Lawrence, no comprendía nada de alemán, y el procurador Robert Jackson tampoco.
Debido a un "cambio en las reglamentaciones" llevado a cabo a último momento, (XXI 437-438, 441-586) muchas otras declaraciones fueron rechazadas debido a su supuesta "falta de conformidad" (XX 447-448).
La "comisión" preparó sumarios que fueron presentados al Tribunal ("x-mil declaraciones alegando trato humanitario de los prisioneros", etc.). Estos sumarios no fueron considerados como pruebas. El Tribunal prometió leer todas las 312.022 declaraciones antes de llegar a su veredicto (XXI 175), 14 días más tarde, se anunció que las 312.022 declaraciones no eran verídicas (XXII 176-178).
Entonces una sola declaración de la prosecución (Documento D-973) fue considerada de haber "refutado" a 136.000 declaraciones de la defensa (XXI 588; 437, 366).
Los 102 testigos fueron obligados a aparecer y a testificar delante de la "comisión" antes de aparecer y de testificar delante del Tribunal. Luego, 29 de esos testigos (XXI 586), o, según otra fuente, 22 de estos testigos (XXII 413), fueron permitidos a comparecer delante del Tribunal, pero su testimonios no debian ser "acumulativos", esto es, repetitivos de sus testimonios delante de la "comisión" (XXI 298, 318, 361).
Entonces, 6 declaraciones escritas y presentadas por la prosecución fueron consideradas de haber "refutado" a los testimonios de los 102 testigos de la defensa (XXI 153, XXII 221).
Una de estas declaraciones estaba escrita en polaco, de manera que la defensa no la podía leer (XX 408). Otra fue firmada por un judío de nombre Szloma Gol, quien alegaba haber desenterrado y quemado 80.000 cadaveres, incluso el de su hermano (XXI 157, XXII 220) (*).
En ese momento, la prosecución había ya terminado la presentación de sus pruebas (XX 389-393, 464; XXI 586-592).
La prosecución entonces expuso en su presentación final que 300.000 declaraciones habían sido presentadas y consideradas durante el proceso, dando la impresión al lector poco observador, que estas habían sido documentos de la prosecución (XXII 239).
En verdad, la prosecución sobrellevó todo el proceso con nada más de unas pocas declaraciones verdaderamente importantes. Véase, por ejemplo, XXI 437, donde 8 o 9 declaraciones fueron presentadas por la prosecución contra 300.000 declaraciones por la defensa; véase también XXI 447-478; 585-586, 615).
En los numerosos procesos en los campos de concentración, como por ejemplo, el proceso de Martin Gottfried Weiss, se acordó un medio más simple. Cualquier sencillo empleo en un campo de concentración, aún cuando este hubiese sido por solo unas pocas semanas, se habría de considerar "prueba" de un "conocimiento constructivo" del "Proyecto Común" (*).
El termino "Projecto Común", naturalmente, no fue definido en ninguna instancia. No era necesario hacer referencia a actos específicos de maltrato, ni de probar que nadie hubiera muerto como resultado de tales maltratos (**).
Las transcripciones de los testimonios expuestos a la comisión de Nuremberg se hallan en el Palacio de la Paz en la Haya, donde llenan la mitad de una caja fuerte a prueba de fuego que mide del suelo al techo. El testimonio de cada testigo fue escrito a máquina con una paginación a empezar con la página 1, pues reescrita con una paginación consecutiva que corre hasta miles de páginas. Los esbozos y copias limpias son clasificados juntos, en pliegos, grapadas, en papel muy frágil, con grapas oxidadas. Es absolutamente cierto que nadie jamas ha leído este material, al menos en La Haya.
En los argumentos de la defensa, el material relativo a los testimonios de los 102 testigos aparece, en su mayor parte, en caracteres pequeños en los tomos XXI y XXII de la copia transcrita de los testimonios en el Proceso de Nuremberg. Los caracteres pequeños indican que estos pasajes fueron suprimidos de los argumentos finales de la defensa; de otra forma, el proceso hubiera sido demasiado largo (según la prosecución). Este material contiene muchos centenares de páginas. En la transcripción de las audiencias publicada en el Reino Unido, todo este material ha desaparecido en su totalidad. En la versión publicada en los Estados Unidos, 11 páginas han sido suprimidas entre los párrafos 1 y 2 de la página 594 en tomo XXI. En la copia alemana transcrita de los audiencias, estas 11 páginas aparecen en tomo XXI 654-664. El resto de las versiones norteamericanas y alemanes parecen estar más o menos completas.
El material discute, por ejemplo:
Guerra total XIX 25
Reparaciones XIX 224-232
Sindicatos alemanes XXI 462
Gestapo y los campos de concentración XXI 494-530
"Roehm Putsch" XXI 576-592
"La Noche de los cristales rotos (Kristallnacht)" XXI 590-592
"Umsiedlung" (traslado de población) XXI 467-469, 599-603
SD XXII 19-35
Armamentos XXII 62-64
Las 312.022 declaraciones estan probablemente clasificadas en algún archivo alemán.
La sentencia del proceso de Nuremberg fue impresa dos veces, en tomos I y XXII.
Es muy importante obtener los tomos alemanes y leer la sentencia en tomo XXII en alemán. El alemán incorrecto, las traducciones incorrectas, etc. escritas por los norteamericanos han sido corregidos con notas hechas en los pies de página. Errores de tal naturaleza en documentos pueden ser tomados como pruebas de falsificación.
En general, los tomos alemanes son preferibles a los tomos norteamericanos. Frecuentes notas en los pies de página alertan al lector de traducciones incorrectas, documentos desaparecidos, y copias falsificadas (por ejemplo, XX 205 de la copia transcrita alemana: "Falta esta frase en el documento original").
Los tomos alemanes en libro de bolsillo son disponibles a través de Delphin Verlag, Munich (solo la copia transcrita de las audiencias; las copia de las audiencias junto con los tomos documentarios son disponsible en microfilm de Oceana Publications, Dobbs Ferry, NY).
En los tomos alemanes en libro de bolsillo faltan las páginas XVIII 463-479 de la copia transcrita norteamericana).
Segun la versión más corriente de los acontecimientos, los aliados habrían estudiado 100.000 documentos, de los cuales 1.000 fueron seleccionados como evidencia presentada al Tribunal, y que los documentos originales fueran archivados en el Palacio de la Paz en La Haya. Pero no es totalmente exacto.
Los documentos utilizados como pruebas en el Proceso de Nuremberg fueron en gran parte "fotocopias" de "copias". Muchos de estos "documentos originales" fueron escritos enteramente sobre papel normal, sin membrete, sin manuscritos, por personas desconocidas. Algunas veces hay iniciales o la firma ilegible de una persona más o menos desconocida que pretende haber certificado el documento como una "copia conformada". Algunas veces hay sellos alemanes, algunas veces no. Muchos han sido "hallados" por los rusos, o "certificados como auténticos" por comisiones soviéticas de indagaciones sobre crímenes de guerra.
Tomo XXXIII, un volumen de documentos tomado al caso, contiene 20 interrogaciones o declaraciones escritas, 12 fotocopias, 5 copias no firmadas, 5 documentos originales con firma, 4 copias de material impreso, 3 copias mimeografadas, 3 copias tele-escritas, 1 copia sobre microfilm, 1 copia firmada por otra persona, y 1 no especificada.
El Palacio de la Paz en La Haya posee pocos documentos originales alemanes de tiempos de guerra, si es que posee alguno. Posee muchas "declaraciones" escritas despues de la guerra, posee la copia transcrita de los testimonios delante de la comisión del Tribunal, y mucho material de la defensa muy apreciable. Posee el "jabón humano", que nunca ha sido cientificamente analizado; posee la "receta original para la fabricación de "jabón humano" (Documento USSR 196), lo cual es una falsificación; pero no parece poseer ningún documento original alemán de durante o antes de la guerra. El Palacio posee fotostatos negativos -- esto es, fotocopias -- de estos documentos hechos en papel extremadamente fragil que ha sido grapado. Para fotocopiar los fotostatos, se tiene que quitar las grapas. Despues de ser fotocopiados, se engrapan una vez mas, lo que hace más huecos. La mayor parte de estos documentos no han sido fotocopiados con mucha frecuencia, y según los oficiales del Palacio, es rarisimo recibir visitantes que quieran ver los documentos.
Los "National Archives" en Washington (véase Telford Taylor, Use of Captured German and Related Documents, A National Archive Conference) aseguran que los documentos originales estarían en La Haya. La Haya asegura que los documentos originales estarían en los National Archives.
El "Stadtarchiv Nürnberg" y el "Bundesarchiv Koblenz" tampoco tienen los documentos originales del proceso de Nuremberg, y las dos afirman que los documentos originales estarían en Washington. Dado que los documentos originales son, en la mayoría de los casos, "copias", muy frecuentemente no hay nada que pruebe que el documento en cuestión haya existido jamas.
El procurador Robert Jackson empezó el proceso de una manera poco prestigiosa con citaciones de toda una serie de documentos falsificados o sin valor por una razón u otra: (II 120-142): 1947-PS; 1721-PS, 1014-PS, 81-PS, 212-PS; y muchos otros.
1947-PS es una "copia" de una "traducción" de una "carta" escrita por el General Fritsch a la Baronesa von Schutzbar-Milchling. Más tarde, la Baronesa firmó una declaración en la cual afirmó que no había recibido nunca la carta en cuestión (XXI 381).
La "carta" falsificada del General Fritsch a la Baronesa von Schutzbar-Milchling fue reconocida como tal por el Tribunal durante el proceso, y no estuvo incluida en los tomos de documentos, donde debería aparecer en XXVIII 44. No obstante Jackson no fue reprimido por el Tribunal (XXI 380).
Parece que norteamericanos entusiastas habrían falsificado 15 de estas "traducciones", despues de lo cual todos los "documentos originales" desaparecieron de manera misteriosa (véase Taylor, Captured Documents).
1721-PS es una falsificación en la cual un hombre de las SA se escribe una carta a sí mismo, en la cual brinda un informe sobre la manera en la cual está cumplimentando una orden que cita palabra por palabra en la carta. Marcas escritas a mano en las páginas 2 y 3 son falsificaciones evidentes de marcas a la página 1 (XXI 137-141; 195-198; 425; XXII 148-150; véase también Testimony Before the Commission, Fuss, 25 abril, and Lucke, 7 mayo 1946). Los National Archives poseen un "fotostato positivo" de 1721-PS, mientras que el Palacio de la Paz posee un "fotostato negativo". El "documento original" es una "fotocopia" (XXVII 485).
1014-PS es un "discurso de Hitler" en hoja sin membrete, ni firma, ni sello, etc., escrito por un desconocido. El documento lleva el título "Segundo Discurso", bien que se sepa que Hitler no haya dado más de un solo discurso ese dia. Hay 4 versiones de este discurso, 3 de las cuales son falsificaciones: 1014-PS, 798-PS, L-3, y una versión auténtica, Ra-27 (XVII 406-408; XVIII 390-402; XXII 65).
La tercera falsificación, Documento L-3, lleva el sello de un laboratorio del FBI. Nunca fue ni siquiera aceptado como prueba por el Tribunal (II 286), pero 250 copias fueron distribuidas a la prensa como auténticas (II 286-290).
Este documento fue citado por A.J.P. Taylor en la página 254 de su libro The Origins of the Second World War (Fawcett Paperbacks, 2 edition, with Answer to his Critics), mencionando como fuente al German Foreign Policy, Series D vii, No. 192 and 193.
L-3 es también la fuente de muchas otras citaciones atribuidas a Hitler, especialmente "¿Quien se acuerda hoy en dia de la suerte de los Armenios?", y "Nuestros enemigos son pequeños gusanos. Los vi en Munich". De acuerdo a este documento, "Hitler" pretende compararse con Genghis Khan, declarando su intención de exterminar a los polacos, y de darle un puntapié en los testículos a Chamberlain delante de los fotografos. El documento parece haber sido escrito sobre la misma máquina de escribir que muchos otros documentos de Nuremberg, incluso las otras dos versiones del mismo discurso. Esta máquina de escribir fue probablemente una Martin de las Triumph-Adler-Werke, Nuremberg.
81-PS es una "copia conforme" de una carta no firmada, sobre papel normal, escrito por un desconocido. Si es auténtica, es el proyecto de una carta que no fue jamas echada al correo. El documento se llama "una carta escrita por Rosenberg", lo cual Rosenberg negó (XI 510-511). Falta firma, inicial, cifra de diario en blanco (una marcación burocrática), y no fue hallada entre los efectos personales del destinatario (XVII 612). 81-PS es una "fotocopia" con un número de objeto expuesto soviético (URSS-353, XXV 156-161).
212-PS fue también escrito por un desconocido, enteramente sobre carta normal, sin ninguna marcación hecha a mano, sin fecha, firma, o sello (III 540, XXV 302-306; véase también fotocopias de fotostatos negativos del Palacio de la Paz en La Haya).
Todo eso es típico. Documento 386-PS, el "protocolo de Hossbach", pretendidamente un "discurso de Hitler" del 5 de noviembre 1938, es una "fotocopia conforme" de una "copia conforme sobre microfilm" de una "copia conforme" re-dactilografiada por un norteamericano, de una "copia conforme" re-dactilografiada por un alemán, de apuntes tomados por Hossbach pero nunca aprobados por Hitler, de un discurso de Hitler, escrito de memoria 5 dias despues. No se trata aquí de los peores documentos, sino de uno de los mejores, porque sabemos quién hizo una de las "copias". El texto de Documento 386-PS ha sido "manipulado" (XLII 228-230).
Así pues, "procesar por documentos" funciona de la manera siguiente: A, un desconocido, escucha "comentarios orales" supuestamente hechos por B, y toma apuntes o establece un documento a base de estos supuestos comentarios. Entonces el documento se presenta como prueba, no contra A, quién ha preparado el documento, pero contra B, C, D, E, y toda una serie de personas, que no ha tenido nada que ver con el documento o con los pretendidos comentarios. Se dice sencillamente que "B habría dicho", "C habría hecho", o bien "D y E habrían sabido". Tal proceder estaría en violación de las reglas de pruebas de cualquier pais civilizado. Lo que es mas, los documentos no vienen identificados por testigos.
La falsificación de documentos originales fue raramente practicada en Nuremberg, porque los documentos no fueron llevados fisicamente al Tribunal. El "documento original", esto es, el "original" de la "copia" no firmada, quedó guardado en una caja fuerte en el "Centro de Documentos" (II 195, 256-258).
Pues fueron hechas dos "fotocopias" de la "copia" (V 21), o segun otra fuente, 6 fotocopias (II 251-253), y fueron estas las que se presentaron al Tribunal. Todas las otras copias fueron re-dactilografiadas utilizando un mimeografo con estarcido de papel cerado (IX 504).
En la copia transcrita de las audiencias, la palabra "original" se emplea en el sentido de "fotocopia" (II 249-250, XIII 200, 508, 519, XV 43, 169, 171, 327) para distinguir las "fotocopias" de las "copias ciclostiladas" (IV 245-246).
Supuestas "traducciones" de todos los documentos fueron disponibles desde el mismo comienzo del proceso, (II 159-160, 191, 195, 215, 249-250, 277, 415, 437), pero los "textos originales alemanes" no estuvieron disponibles durante al menos 2 meses. Esto es cierto no sólo en cuanto a las memorias, acusaciones, informaciones, etc. del tribunal, sino en cuanto a TODOS LOS DOCUMENTOS. La defensa no recibió ningún documento en alemán antes del 9 enero 1946 si no más tarde (V 22-26).
Entre los documentos que parecen haber sido escritos sobre la misma máquina de escribir se halla el Documento 3803-PS, una carta del acusado Kaltenbrunner al Alcalde de Viena, y la carta de ese mismo Alcalde quién presuntamente mandaría la carta de Kaltenbrunner bajo misma cubierta al Tribunal (XI 345-348). La carta de Kaltenbrunner contiene une falsa descripción geográfica (XIV 416).
Doenitz fue condenado por haber lanzado una "guerra ilegal de submarinos" contra los británicos. El derecho internacional se basa enteramente en la reciprocidad y en las convenciones internacionales, que no se pueden forzar excepto por medio de la reciprocidad. En la guerra, la mejor defensa contra un arma es una contra-ofensiva vigorosa con esa misma arma. Los británicos, dada su supremacía en el mar, sobrellevaron las dos guerras por medio de bloqueos y el asi-llamado sistema Navicert. Naves neutrales fueron paradas por fuerza en el mar abierto y forzadas a entrar en puertos británicos, donde fueron registradas según formulas complejas: si un pais neutral importaba más comestibles, fertilizantes, cuero, goma, lana, algodón, etc. que las cantidades consideradas necesarias para su propio consumo (en opinión de los británicos), se creía que la diferencia sería destinada a ser reexpedida a los alemanes. Resultado: la nave (incluso la totalidad de la carga) era confiscada y vendida, (lo que también violaba las clausulas de todos los contratos de seguros marítimos británicos) (*).
Los neutrales, incluidos los Estados Unidos, se lamentaron de esta violación de su neutralidad, pero obedecieron, una vez más en violación de su propia neutralidad. Una nación que permite una violación de su neutralidad puede ser considerada como beligerante (**).
En 1939, los alemanes tenían solo 26 submarinos en servicio en el atlántico, lo que suponía una quinta parte de la flota submarina francesa. Ademas, los submarinos alemanes eran mucho más pequeños que los de otras naciones. Un contrabloqueo contra las islas británicas solo era posibile si se advertía a los neutrales de no navegar en aguas territoriales británicas. Para los británicos, esto era un "crimen".
De estos 26 submarinos, muchas, al mismo tiempo, necesitaban reparaciones, de modo que habían meses en los cuales solo 2 o 3 estaban en condiciones de navegar. Es evidente que un submarino no puede ejecutar operaciones de visita y búsqueda como un navío de superficie. Un submarino, una vez emergido, está casi totalmente indefenso contra las armas más pequeñas montadas sobre una nave comercial, por no hablar del radio de acción, radar y aviones de abordo.
En Nuremberg los británicos exigieron que los alemanes deberían haber emergido; notificado la nave de su intención de buscar; esperado hasta que la nave hubiera empezado hostilidades; hundido la nave, presumiblemente con sus armas de puente; tomado las docenas o centenares de sobrevivientes a bordo del submarino (donde hubieran estado en mucho más peligro que en cualquier lancha salvavidas; y finalmente transportarlos a la tierra firme más próxima).
Cuando aviones británicos aparecieron y hundieron al submarino, matando a todos los sobrevivientes, estos últimos, naturalmente, habrían sido "asesinados por los alemanes". No hay convención internacional que exija un tal comportamiento y ningún país ha combatido jamás de esta manera. Dado que el rescate de los sobrevivientes representaba un peligro para el submarino y muy a menudo tuvo como resultado la pérdida del submarino y de su tripulación, Doenitz prohibió finalmente todo acto de rescate. Para los británicos, esta decisión fue denominada "orden de matar a todos los sobrevivientes". Pero esta acusación no fue sostenida en la sentencia.
Doenitz también fue acusado de haber fomentado en el pueblo alemán la resistencia desesperada, un crimen cometido igualmente por Winston Churchill.
Doenitz replicó:
"Era muy doloroso para nosotros ver nuestras ciudades bombardeadas hasta quedar en ruinas, y que debido a estos ataques y la lucha continuada se perdieron más vidas. La cifra de estas pérdidas es más o menos 300.000 o 400.000 personas, la mayor parte de las cuales perecieron en el bombardeo de Dresden, lo que no se puede justificar desde un punto de vista militar, y que no podría haber sido previsto. No obstante, esta cifra es pequeña en comparación con los millones que habríamos perdido en el Este, soldados y civiles, si nos hubieramos rendido en invierno." XIII 247-406; XVIII 312-372).
Frank había entregado su "Diario" a los norteamericanos creyendo que este le exoneraría: había protestado contra ciertas ilegalidades de Hitler en discursos públicos con gran riesgo personal, y había intentado dimitir 14 veces (XII 1-114; XVIII 129-163).
Frank fue acusado de haber hecho cientos de observaciones anti-semitas en un documento de 12.000 páginas de extensión, llamado su "diario". El "diario" contiene una sola página firmada por Frank. También contiene cientos de observaciones humanitarias, las cuales fueron ignoradas (XII 114-156). Las observaciones anti-semitas fueron selecionadas por los rusos, tipografiadas en un documento muy corto, Documento 2233-PS, lo que fue presentado delante del Tribunal y que se llamó el "diario de Frank".
El verdadero "diario" de 12.000 páginas consiste en sumarios (no de actas textuales o apuntes estenográficos) de conferencias en las cuales 5 o 6 personas hablaban muchas veces todos al mismo tiempo en circunstancias de gran confusión; no es claro a quién deben ser atribuidas ciertas observaciones (XII 86).
Frank había entregado su "diario" a los norteamericanos con la creencia de que este le exoneraría, puesto que en él dejaba constancia de que había protestado contra ciertas ilegalidades de Hitler en discursos públicos con gran riesgo personal y había intentado dimitir catorce veces (XII 2-114; XVIII 129-163).
A Frank (la propaganda psicológica aliada) le llegó a convencer de la realidad de atrocidades alemanas despues de haber leido artículos sobre el proceso soviético de Majdanek en "la prensa extranjera" (XII 35). Auschwitz no estaba en territorio bajo el control de Frank.
Frank veía su misión en la creación de una magistratura independiente en un estado nacional-socialista, una misión que resultó ser imposible. En un discurso del 19 noviembre de 1941, dijo: "La ley no puede ser degradada hasta convertirla en un objeto de comercio. La ley no puede ser vendida. O existe o no existe. La ley no puede ser comercializada en la Bolsa. Si la ley no halla ningún apoyo, el Estado pierde su soporte moral y se hunde en las profundidades de la noche y del terror".
Las ilegalidades de Hitler nunca incluyeron la promulgación de una ley ex-post facto; en 3 casos, los castigos fueron aumentados retroactivamente (XVII 504).
El saqueo de tesoros de arte supuestamente cometido por Frank se discutirá luego en el capítulo dedicado a Rosenberg.
Frick fue ahorcado por la supuesta "Germanización" de los residentes de Posen, Danzig, Prusia del Oeste, Eupen, Malmedy, el Sudetenland, el Memelland, y Austria. A excepción de Austria, todas estas regiones fueron antiguas partes del Imperio Prusiano, separadas de Alemania por el Tratado de Versalles. Malmedy es una región francófona; todas las otras son regiones germanófonas. Austria no pudo sobrevivir como unidad económica independente despues de 1919, y había pedido, por medio de un plebiscito, ser reunida con Alemania. Los vencedores democráticos respondieron con la amenaza de bloquear toda importación de comestibles (XVIII 55, XIX 360) de llevarse a cabo dicha unión.
Otro supuesto crimen cometido por Frick fue la supuesta matanza de 275.000 retrasados mentales, según el "informe" de una "comisión de crimenes de guerra" checoslovaca.
Frick, como Goering, fue acusado de responsibilidad por la existencia de los campos de concentración. En su defensa, fue mencionado que el "arresto preventivo" era anterior a la toma del poder por los nacionalsocialistas en Alemania y Austria, donde fue llamado "Anhaltehaft" y fue utilizado para encarcelar miles de nacionalsocialistas (XXI 518-521). La "Detención preventiva" existe en Alemania también hoy en día, y se llama "U-haft" (Untersuchungshaft).
En uno de los más importantes procesos llevados cabo por los norteamericanos en Dachau (Trial of Martin Gottfried Weiss and Thirty Nine Others, Law Reports of Trials of War Criminals, volume XI, p. 15, publicado por las Naciones Unidas), aparece la frase siguiente:
"En el caso del campo de concentración de Mauthausen... las circunstancias fundamentales eran idénticas -- aunque el número de víctimas fue mucho mas elevado, debido a los exterminios en masa en una cámara de gas-- "
¿Es esta una admisión de que no existía ninguna cámara de gas en Dachau? Según Law Reports of Trials of War Criminals, ningún proceso sobre Dachau ha "probado" nunca la existencia de una cámara de gas en Dachau.
En el proceso de Nuremberg, una "copia conformada" de la sentencia del "Trial of Martin Gottfried Weiss and Thirty Nine Others", con esta frase suprimida, fue presentada delante del Tribunal como Documento 3590-PS (V 199), con 3 otros documentos que alegaban exterminios con gas en Dachau (Documento 3249-PS, V 172-173, XXXII 60; Documento 2430-PS, XXX 470; y 159-L, XXXVII 621).
Frick fue acusado por el signatario de la declaración alegando los "exterminios en masa por medio de una cámara de gas en Dachau", Documento 3249-PS (escrito por Lt. Daniel L. Margolies, también implicado en la falsificación de 3 discursos de Hitler, XIV 65, y firmado por el Dr. Franz Blaha) de haber visitado Dachau. Frick negó esta acusación, y solicitó poder entrar en el banco de los testigos y testimoniar en su propia defensa en presencia de Blaha.
Esto le fue negado. Aparentemente Frick se resignó; no testificó jamas. El argumento final, brindado por su abogado, aparece en XVIII 164-189.
El signatorio, Dr. Franz Blaha, un comunista, fue Presidente de la Asociación Internacional de Dachau en 1961, todavía pretendiendo de haber visto exterminaciones en masa en una cámara de gas y de haber fabricado pantalones y otros articulos de cuero humano.
El proceso de Martin Gottfried Weiss está disponible en 6 rollos de micofilm (M1174, National Archives). Los objetos de prueba preliminares relativos a una "cámara de gas en Dachau" (informe, plan, boquerel de ducha, rollo 1), nunca fueron presentados al Tribunal de Dachau, y han desaparecido de los objetos de prueba finales (rollo 4). La copia transcrita de los testimonios (rollos 2 & 3) no hace ninguna mención a una cámara de gas en Dachau, excepto por algunas frases en el testimonio del Dr. Blaha (volumen 1, pp. 166, 169). El supuesto "cuero humano" provenía de topos (volumen 4, p. 450, 462, 464).
Fritzsche llegó a la convición, debido a una carta que habría recibido, de que se estaban cometiendo atrocidades en Rusia, e intentó verificarlo, pero no halló ninguna prueba (XVII 172-175).
Fritzsche es un testigo importante porqué el Tribunal admitió que en su caso los periódicos extranjeros propagaban noticias falsas relativas a Alemania (XVII 175-176; véase también XVII 22-24). No obstante, estos mismos artículos de periódicos y reportajes de radio constituirían supuestamente los "hechos de conocimiento general" que no necesitaban ser probados (I 15, II 246).
En la defensa de Fritzsche fue indicado que no existe ninguna convención internacional para regular la propaganda o historias de atrocidades, sean verídicas o falsas, y que solo una ley de un único país (Suiza) prohibe insultar a jefes de Estado extranjeros. Que Fritzsche no pudo haber sido culpable de ningún crimen fue, en el proceso de Nuremberg, sencillamente irrelevante. Fue considerado indeseable tener un "proceso" en el cual todos los acusados fuesen declarados culpables. En la compraventa que precedía al juicio final, fue decidido que Fritzsche podía ser liberado (XVII 135-261; XIX 312-352).
Funk era un pianista de música clásica miembro de una familia muy respetada, casado desde hacía veinticinco años en la época del proceso, y antiguo editor financiero. Como la mayor parte de los acusados, Funk fue acusado de haber cometido "actos inmorales" que probarían su "participación voluntaria en el Proyecto Común", tales como el haber aceptado regalos de Hitler el día de su cumpleaños. (Es evidente que tales actos no son ilegales.)
Funk alegó que los británicos y los polacos habrían conspirado para provocar la guerra con Alemania en la creencia de que los generales derrumbarían a Hitler (XIII 111-112).
Funk fue acusado de haber conspirado con las SS para financiar el esfuerzo de guerra matando a prisioneros en los campos de concentración y sacándoles los dientes. Los dientes habrían sido guardados en una caja fuerte en el Reichsbank junto con viejos utensillos de afeitar, plumas estilográficas, relojes despertadores, y otros trastos viejos de poco valor. El testimonio de Rudolf Hoess según el cual los dientes habrían sido ya fundidos en Auschwitz, quedó olvidado (XI 417).
Frank testificó que las cantidades y tipos de botín serian "absurdos", indicando que la SS actuaba como policia de aduanas, imponiendo regulaciones de cambio que incluían una prohibición de toda propiedad en oro, plata, y monedas o billetes de bancos extranjeros. Era totalmente normal que la SS, como agencia gubernamental, posea cuentas financieras, y que tales cuentas contuvieran objetos de valor. El pueblo alemán también guardaba objetos de valor en cajas fuertes, a las cuales el Banco no tenía ningún acceso, porque se trataba de depositos en cajas fuertes privadas.
Con los crecientes bombardeos, llegaron a ser depositadas en las cajas fuertes cantidades más grandes de objetos de valor, por ciudadanos privados alemanes. Finalmente, después de un destructor ataque al Banco, los objetos fueron retirados y depositados en una mina de potasio en Turingia. Estos fueron allí descubiertos por los norteamericanos, que falsificaron un film sobre ellos.
Funk y su abogado mostraron la falsedad del film utilizando un testigo hostil en lo que bién pudieron haber sido las preguntas y testimonios mas astutos de todo el proceso (XIII 169, 203, 204, 562-576, XXI 233, 245).
La declaración absurda de Oswald Pohl, Documento 4045 PS, según la cual Funk fue acusado de haber discutido el uso de los dientes de oro de judíos asesinados para financiar el esfuerzo de la guerra durante una cena, en presencia de docenas de invitados, y hasta de camareros, fue también rapidamente demolida (XVIII 220, 263). Esta declaración fue escrita en alemán y firmada por Robert Kempner como testigo. Pohl fue declarado culpable después de "haber matado a víctimas judías en diez cámaras de "vapor" en Treblinka", para fabricar felpudos (sic) con sus cabellos (NMT IV 1119-1152) (Fourth Military Tribunal, Nuremberg).
Funk creía, como los otros acusados en el proceso de Nuremberg, que habrían sido cometidos delitos, pero mantenía que el no había sabido nada. Su creencia en la realidad de los delitos no constituye, sin mas, una prueba de que dicha creencia hubiese sido verdadera.
Kurt Gerstein es a menudo citado como un "testigo" del Holocausto; sin embargo, no es correcto. Como "testigo" se entiende alguien que haya visto algo, y que aparece para testificar acerca de su conocimiento personal. Lo cual Gerstein nunca hizo. Gerstein fue un signatario no jurado, lo que quiere decir que se trata de un nombre y apellido que aparecen al final de una "declaración" escrita a máquina, en frances, y no se sabe si fue él quién la escribió (Documento 1553-PS, rechazado como prueba en el primer proceso de Nuremberg).
Una de las historias que circulan sobre Gerstein, cuenta que habría escrito la declaración en la carcel de Cherche-Midi en Francia, inmediatamente después de lo cual habría cometido suicidio; el cadaver habría desaparecido misteriosamente y sin dejar rastro.
Es mucho más probable que la declaración fuera escrita en francés por un interrogador-"intérprete" judío-alemán, y que algunas contradicciones (por ejemplo, la de que era invierno en el mes de agosto, la de encontrarse viajando en coche en una frase y en tren en la frase siguiente) sean debidas a una transcripción defectuosa de los apuntes de interrogación en forma de declaración. En los procesos de crimenes de guerra seguidos a japoneses, tales declaraciones no juradas son bastante corrientes, según la teoría de que poseen "peso", pero menos "peso" que las declaraciones juradas. Es también posible que Gerstein muriese debido a las heridas infligidas durante los interrogatorios; o puede ser que se ahorcara con la cinta de la máquina de escribir.
Más tarde, este documento fue extensamente citado en el proceso de Oswald Pohl, donde fue "probado" que Treblinka poseía 10 "cámaras de gas" y 10 "cámaras de vapor" en el mismo campo, en el mismo proceso, al mismo tiempo.
Una de las historias más conocidas acerca del comportamiento y la psicología de los acusados en el proceso de Nuremberg es aquella del psicólogo G.M. Gilbert, nacido en Alemania, en su libro "Nuremberg Diary". Mucho de este material consiste de supuestas conversaciones entre los acusados u otras personas con Gilbert, o bién entre ellos mismos (!). Se supone que Gilbert habria escrito todo esto de memoria más tarde.
Una comparación cualquiera de tales "conversaciones", con la copia transcrita de los testimonios muestra claramente que los acusados no hablaban en el estilo atribuido a ellos por Gilbert. Gilbert no tomaba apuntes; nadie más estaba presente.
Las personas que prefieren creer que los Documentos 1014-PS, 798-PS, y L-3 son "discursos de Hitler", al menos en comparación con Documento Ra-27, pueden seguir creyendo que el libro de Gilbert consta de "comentarios hechos por los acusados en el proceso de Nuremberg". Naturalmente, no se excluye que los acusados pudieran haber hecho comentarios similares a los pretendidamente "documentados" por Gilbert.
Gilbert creía que los acusados habían gaseado millones de judíos. Dado que no sentían culpa alguna, esta era prueba de su "esquizofrenia".
Es obvio que tal creencia por parte de Gilbert tuvo hasta cierto punto un efecto sobre sus percepciones y su memoria, aún suponiendo que dijera lo que él recuerda como verdad. Si mentía, no era el único "norteamericano" en Nuremberg que lo había hecho. Telford Taylor, por ejemplo, era absolutamente incapaz de repetir verazmente el comentario más sencillo. (Véase XX 626, los comentarios del General Manstein, comparados con XXII 276, la "citación" de Manstein por Taylor).
La mejor prueba de la falta de honradez de Gilbert es su comentario de 14 diciembre 1945: "El Mayor Walsh seguía leyendo pruebas documentales sobre el exterminio de los judíos en Treblinka y en Auschwitz. Un documento polaco declaraba: "Todas las víctimas debían quitarse sus vestidos y zapatos, que fueron recogidos más tarde, tras lo cual todas las víctimas, mujeres y niños primero, fueron empujados a las cámaras de la muerte... los niños pequeños fueron sencillamente echados dentro." (p. 69, primera edición).
La "prueba documental" es, naturalmente, un "informe de crimenes de guerra" de origen comunista, y las "cámaras de la muerte" son, naturalmente, "cámaras de vapor" (III 567-568)
---------------
El Psiquiatra Gilbert discute los mecanismos de defensa con Miembros del Proyecto Común.
Goering fue acusado de haber creado el sistema de los campos de concentración y de haber participado en el complot para una "guerra de agresión" contra Polonia. Su defensa fue que Alemania era un estado soberano, reconocido por todos los gobiernos del mundo (XXI 580-581); que Hitler había sido elegido legalmente; que toda nación tiene derecho de manejar sus asuntos como mejor le parezca; que el General von Schleicher habría tratado de gobernar ilegalmente y en violación de la constitución sin el apoyo de los nacional-socialistas; que Alemania estaba al bordo de la guerra civil en 1933; que los campos de concentración fueron inventados por los británicos durante la Guerra de los Boers (*); y que el internamiento de extranjeros y adversarios políticos fue practicado por la Gran Bretaña y los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
La orden de crear los campos fue indudablemente legal según una clausula de urgencia en la constitución de Weimar, y fue firmada por Hindenburg (Decreto del Presidente del Reich del 28 febrero de 1933), bajo la autoridad del artículo 48, párrafo 2, de la constitución de Weimar (XVII 535, XIX 357).
Según un documento presentado por la fiscalía, Documento R-129 (III 506-507), habrían 21.400 prisioneros en todos los campos de concentración alemanes en 1939; al mismo tiempo, 300.000 personas habrían sido encarceladas en prisiones normales (XVII 535-536, XX 159).
Un año después de la guerra, 300.000 alemanes fueron detenidos en campos de internamiento aliados según cláusulas de "detención automática" en las convenciones aliadas (por ejemplo, Punto B-5 de la Declaración Común de Potsdam) (XVIII 52).
La mayor parte de los prisioneros en los campos de concentración alemanes eran criminales comunes o comunistas. (XVII 535-536, XXI 516-521, 607-614).
Durante la guerra, debido al bloqueo, el sistema de los campos fue extendido para utilizar la mano de obra de ciudadanos de paises enemigos, criminales, Testigos de Jehova, y comunistas. Se indicó que también America del Norte encarceló a 11.000 Testigos de Jehova (XI 513).
Gran Bretaña luchó en ambas guerras mundiales desafiando el derecho internacional, al reducir a Alemania y todos los territorios ocupados a una situación de hambre, por el bloqueo (XIII 445-450; XVIII 334-335). Fue esto lo que obligó a la introducción de requisitorias y de trabajo obligatorio en los territorios ocupados, legales según el Artículo 52 de la Convención de la Haya (cuarta convención de la Haya sobre la guerra en tierra del 18 de octubre de 1907). Pero también fue esto lo que hacía a estas poblaciones felices de poder trabajar en Alemania y de remitir sus salarios a las familias (entre 2 y 3 mil millones de marcos durante la guerra).
Los mal denominados "esclavos" pagaban impuestos alemanes sobre su salarios, y eran disciplinados con multas que no podían superar el salario de una semana (V 509). En casos graves de infracción de disciplina, podían ser mandados a campos de trabajo (no a campos de concentración) por un período que no podía superar 56 dias (XXI 521). Estaba estrictamente prohibido golpearlos o maltratarlos.
Los prisioneros de guerra podían ofrecerse voluntariamente a ser liberados de los campos de prisioneros de guerra para trabajar en la industria; en este caso, eran tratados como cualquier otro trabajador industrial (XVIII 496-498), pero perdían la protección de la convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra. No se les podía forzar a actuar así.
El régimen de Vichy en Francia consiguió la liberación y regreso inmediato de 1 prisionero de guerra por cada 3 trabajadores mandados a Alemania para trabajar bajo contrato durante un período de 6 meses (XVIII 497). De todos modos, no hubiera sido posible violar la Convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra forzando a prisioneros de nacionalidad francesa, belga, u holandesa a participar en las hostilidades contra sus propios paises, porque sus propios paises ya no combatían (XVIII 472-473).
Con respecto al ataque contra Polonia, la crisis polaca existía desde hacía más de un año antes del Pacto Molotov-Ribbentrop y los ataques alemanes y soviéticos. Durante todo este periodo, los polacos nunca pidieron una audiencia de arbitraje internacional imparcial; nunca llamaron a la Sociedad de Naciones; porqué no querían una solución equitativa. Los polacos estaban satisfechos de violar sus convenciones internacionales con la expulsión de ciudadanos polacos de origen alemán, así como centenares de miles de judíos (XVI 275).
La influencia de los judíos polacos era la causa inmediata del anti-semitismo alemán según muchos acusados y testigos de la defensa (XXI 134-135; XXII 148). Los judíos polacos habrían estado implicados en numerosos escándalos financieros y proyectos de estafas, tales como el asunto Barnat-Kutitsky (XXI 569).
En cuanto a la "conspiración para hacer la guerra en violación al derecho internacional", naturalmente fueron los británicos los culpables de operar de esta manera, con sus bombardeos en masa sobre ciudades. Los soldados alemanes entraban en batalla con instrucciones detalladas según las cuales la propiedad privada debía ser respetada, los prisioneros debían ser tratados con humanidad, las mujeres debían ser respetadas, etc. (IX 57-58, 86, XVII 516).
Muchos procesos, con frecuentes sentencias de muerte, fueron llevados a cabo por las fuerzas armadas alemanas contra miembros de su propio personal acusados de estupro o saqueo, aunque el valor de los objetos fuera insignificante (XVIII 368, XXI 390, XXII 78).
La requisición de propiedad gubernamental era legal de conformidad con la Convención de la Haya. La Unión Soviética no era signatoria de esta convención. A pesar de todo, en los paises comunistas, no había propiedad privada alguna. Goering dijo que había estado en Rusia y que la gente allí no tenía nada que robar (IX 349-351).
Ademas, los aliados estaban haciendo en ese momento lo mismo que habían reprochado a los alemanes (XXI 526; XXII 366-367).
Goering demolió la acusación en cuanto a las "experiencias médicas por medio de una cámara a presión", diciendo que cualquier aviador debía probar sus reacciones a las alturas; no había nada de anormal en una "cámara a presión" (XXI 304-310). Los norteamericanos llevaron a cabo experiencias médicas provocando la muerte durante el mismo proceso de Nuremberg (XIX 90-92; véase también XXI 356, 370).
Fue alegado por el Tribunal, no sin ironía, que la "guerra defensiva" incluía ataques preventivos (XXII 448), o ataques para protejer a los ciudadanos de paises extranjeros contra sus propios gobiernos (XIX 472; XXII 37), con excepción de los alemanes (X 456). Las objecciones según las cuales los alemanes habrían hecho precisamente eso, quedaron desatendidas.
Los soviéticos habían concentrado 10.000 tanques y 150 divisiones a lo largo de la frontera Este de Polonia, y habían aumentado el número de aerodromos en la sección rusa de Polonia de 20 a 100. Posteriormente se localizaron detalladas cartas geográficas que no hubieran sido necesarias para propósitos soviéticos puramente defensivos. Del lado alemán, se creía que el esperar un ataque contra los campos de petroleo de Rumania o los campos de carbón de Silesia hubiera sido suicida (XIX 13-16, XX 578; XXII 71).
Parece muy improbable que las naciones con gigantescas imperios coloniales (Gran Bretaña, Francia), o pretensiones sobre hemisferios enteros (Estados Unidos) se pudieran haber puesto de acuerdo sobre una definición de "guerra agresiva" que fuera realizable en la práctica. Hasta se admitió en la sentencia del proceso de Nuremberg que los términos "defensa", "agresión", y "conspiración" no habían sido definidos (XXII 464, 467). Parece que la "guerra defensiva" no era más que el "bellum justum" medieval acicalado en una jerga liberaloide (IX 236-691; XVII 516-550; XXI 302-317).
Según el informe de Robert H. Jackson (citado por el juez Bert. A. Röling del Tribunal de Tokio, cfr. "A Treatise on International Criminal Law", vol. 1, pp. 590-608, edited by M. Cherif Bassiouni and Ved F. Nanda, Chas Thomas Publisher), los británicos, franceses, y soviéticos en Nuremberg no querían acusar a los alemanes de "guerra agresiva", por razones bien evidentes. Esta acusación fue inventada por los norteamericanos con un objectivo único, expreso y admitido: justificar las numerosas violaciones al derecho internacional por parte de los norteamericanos.
Estas acciones ilegales incluían el Lend Lease Programme; los servicios de escolta y reparación de navíos de guerra británicos durante dos años antes de Pearl Harbor; el permiso dado a navíos de guerra británicos de disfrazarse de navíos norteamericanos mientras que Norteamerica era todavía oficialmente neutral; la declaración ilegal de un límite marítimo de 300 millas; la ocupación de Islandia; la comunicación a los británicos de los movimientos de submarinos alemanes e italianos; los ataques con bombas y por medio de colisiones contra submarinos alemanes e italianos a partir de julio de 1941; y otras acciones obviamente indicativas de "guerra agresiva".
Así, Rudolf Hess fue encarcelado durante 46 años no tan sólo por acciones que no eran ilegales (su tentativa heroica de poner fin a la guerra, salvar millones de vidas humanas, e impedir la destrucción de Europa y el imperio británico), sino por "crímenes" que se inventaron para disimular los crímenes de sus acusadores.
No se alegó en Nuremberg que Alemania hubiera cometido una "agresión" contra Gran Bretaña y Francia; si Gran Bretaña y Francia cometieron o no una "Agresión" contra Alemania, nunca se llegó a resolver (IX 473; XVII 580).
Hess fue acusado de haber conspirado al realizar tentativas para que Gran Bretaña se retirase de la guerra para facilitar el ataque de Hitler contra la Unión Soviética. Su defensa fue que su acción se motivó por sinceridad pura; no sabría nada acerca de un ataque contra Rusia.
El cierre de la defensa de Rudolf Hess aparece en XIX 353-396. En su declaración final, casi la única que hizo (XXII 368-373), da la impresión de ser un hombre capaz de hacerse totalmente el loco en un momento dado, pero brillantemente lúcido, sano, y lógico un momento después. Es posible que tal condición hubiera sido adquirida en la Gran Bretaña.
Escombros del avión piloteado por Rudolf Hess hacia Inglaterra en su esfuerzo heroico de poner fin a la guerra, con el resultado de su condena por "crímenes contra la paz".
Rudolf Hoess fue el comandante de Auschwitz, cuyas supuestas "confesiones" habrían "probado" que Hitler habría gaseado a seis millones de judíos (o cinco millones, la cifra normalmente citada en el proceso de Nuremberg). Su "confesión" mejor conocida es aquella citada por William L. Shirer en las páginas 968-969 de The Rise and Fall of the Third Reich.
Este documento, Documento 3868-PS, debe ser estudiado en su contexto. La "declaración" escrita ex-parte (eso es, solo uno de los interesados está presente) fue uno de los principales instrumentos de la parte acusadora en los procesos medievales por brujería. Este método desapareció durante varios siglos para reaparecer en los procesos-espectáculo comunistas por crímenes de guerra.
Estos documentos constituyen una infracción de numerosas reglas de proceso penal normalizado, por ejemplo, la regla contra el uso de cuestiones sugestivas; la regla contra la presentación de declaraciones anteriores concordantes (esto es, la fabricación de pruebas por multiplicación, diciendo la misma cosa 10 veces; normalmente tales declaraciones solo se presentan cuando contradicen declaraciones hechas más tarde); el derecho del acusado de confrontar a su acusador y de contra-interrogarlo, así como el privilegio contra la auto-acusación. Las "pruebas" presentadas en los procesos de crímenes de guerra ni siquiera serían admisibles hoy delante de un consejo de guerra. Aún en 1946, la presentación por la fiscalía de declaraciones escritas delante de tribunales militares en casos capitales fue prohibido por el artículo 25 de los US Articles of War (artículos de guerra norteamericanos). El artículo 38 exigía el uso de las reglas normalizadas de evidencia federal (Federal Rules of Evidence).
En el proceso de Nuremberg, no existió jamás la más mínima pretensión de que Hoess hubiera escrito este documento personalmente. De ser así, el documento diría, no "Comprendo el inglés como ha estado escrito encima", sino "He escrito este documento yo mismo". En los procesos de crímenes de guerra de menor importancia (Hadamar, Natzweiler), es corriente hallar "confesiones" escritas enteramente en la escritura del interrogador, en inglés, con una declaración al final en la escritura del prisionero, en alemán, que afirma que las declaraciones han sido hechas por él, y que se declara satisfecho con la traducción al inglés!
Otra fórmula se halla en la página 57 del volumen Hadamar de War Crimes Trials, escrito por el acusador Sir David Maxwell-Fyfe: "I certify that the above has been read to me in German, my native tongue (Certifico que el precedente se me ha leido en alemán, mi lengua madre)" (en inglés).
La pretensión era que el prisionero habría sido interrogado bajo la forma de preguntas y respuestas; las preguntas habrían sido suprimidas después, y las respuestas reagrupadas bajo la forma de una declaración, normalmente por otra persona que el interrogador quien había hecho las preguntas.
En el proceso Belsen, por ejemplo, todas las declaraciones fueron escritas por un solo oficial, Major Smallwood. En este proceso, una especie de proceso Auschwitz-Belsen fusionados, los abogados por la defensa, británicos y polacos no comunistas designados por el Tribunal, demolieron totalmente el caso de la fiscalía -- incluso las "selecciones para los gaseamientos en masa" -- pero sus argumentos fueron rechazados bajo el pretexto de que las declaraciones involuntarias y las evidencias de oídas serían admisibles "no para condenar a los inocentes, sino para condenar a los culpables" (Law Reports of Trials of War Criminals, Vol. II (este pequeño volumen debe leerse en su integridad).
Después de la preparación de la declaración por el oficial que no hacía nada mas que escribir "declaraciones", fue presentada al prisionero para su firma. Si rehusaba firmar, la declaración se presentaba al tribunal como prueba de todas formas; en la jerga de los procesos de crímenes de guerra, toda objección se aplicaba contra el "peso" del documento, y no contra su "admisibilidad".
Un ejemplo de una declaración no firmada por Hoess es el Documento NO-4498-B. La letra B quiere decir que el documento es una "copia", con firma hecha con máquina de escribir, de un documento original, Documento NO-4498-A, escrito en polaco, que se pretende que fue firmada por Hoess. Está tambien el Documento NO-4498-C, en inglés. Las declaraciones A y C no son anexadas a la declaración B, la pretendida "copia conformada".
El Documento 3868-PS, citado por Shirer, fue firmado en inglés, 3 veces, pero nunca en la "traducción" al alemán, fechada 3 dias más tarde. El documento contiene una modificación insignificante firmada por Hoess con una inicial, una "h" minúscula, y una frase entera en la escritura del interrogador (compárense las "W" mayúsculas), no firmada por Hoess. La inicial, es evidente, está allí para "probar" que Hoess ha "leído y corregido" el documento. El contenido de la frase está refutado en otra parte (XXI 529).
Cuando la declaración era presentada al prisionero, muy a menudo era extensivamente corregida, lo que resultaba en 2 o mas versiones del mismo documento. En estos casos, las versiones más largas son "citadas", mientras que las versiones más cortas quedan "perdidas". Un ejemplo de esta práctica es el Documento D-288, citado por William L. Shirer en las páginas 948-949, la declaración de Wilhelm Jaeger (véase Albert Speer).
Jaeger testificó haber firmado 3 o 4 copias del mismo documento, que ademas fue mucho mas corto. La declaración más corta fue originalmente presentada contra el viejo Krupp antes de que se abandonara la prosecución de Krupp. En esta, la más larga, ¡la traducción al inglés está fechada antes que el documento "original"!. La aparición de Jaeger ante el Tribunal supuso pues un desastre total, pero eso queda olvidado (XV 264-283).
Si el signatario aparecía para testificar, contradecía invariablemente su declaración, pero las contradicciones habrían de quedar olvidadas. Entre los signatarios de declaraciones cuyas apariciones delante del Tribunal fueron catastróficas se hallan, entre otros, el General Westhoff, quién contradijo su "declaración" no jurada 27 veces (XI 155-189); y un "experto en guerra bacteriológica", Schreiber (XXI 547-562). La declaración de Paul Schmidt (Schmidt era el intérprete de Hitler), Documento 3308-PS, se le presentó para su firma mientras estaba demasiado enfermo para leerla correctamente, y fue parcialmente repudiada por él más tarde (X 222). Se utilizó esta declaración contra Von Neurath de todas formas, a pesar de haber sido repudiada por Schmidt (XVI 381; XVII 40-41). Ernst Sauckel firmó una declaración escrita antes de su llegada a Nuremberg (XV 68); fue firmada bajo amenaza (de lo contrario su mujer y 10 hijos hubieran sido entregados a los polacos o a los rusos).
Dado que los firmantes raramente escribían (si es que lo hicieron realmente alguna vez) sus propias "declaraciones", es común hallar frases o párrafos idénticos, o casi idénticos, en diferentes documentos, aún cuando se pretende que han sido preparados por diferentes personas en fechas diferentes, por ejemplo, Declaraciones 3 y 5 de Blaskovitz y Halder (Pruebas 536-US y 537-US; Documentos URSS-471 y URSS 472 y 473; y Documentos URSS-264 y 272 (declaraciones acerca del jabón de grasa humana).
Entre las declaraciones firmadas por Hoess se hallan, entre otras el Documento NO-1210, en el cual se escribió primero el inglés, con extensivas interpolaciones, adiciones, y correcciones e incluso 2 esbozos diferentes de las páginas 4 y 5, tras lo cual fue traducido al alemán y fue firmado por Hoess. Es decir, el "documento original" es la traducción, y la "traducción" es el documento original.
El Documento 749(b)D pretende haber sido "traducido oralmente" del inglés al alemán por Hoess antes de ser firmado. La firma es debil hasta el punto de ser ilegible, lo que podría posiblemente indicar enfermedad, cansancio, o maltrato. El maltrato ha sido descrito por Rupert Butler en Legions of Death (Hamlyn Paperbacks).
La "confesión" citada por Sir David Maxwell Fyfe el 1 abril 1946 (el día de los tontos) en la cual Hoess "confesaba" haber asesinado a cuatro millones de judíos (X 389), en vez de los dos millones y medio "confesados" el 5 de abril de 1946, bien pudo no haber existido nunca, o fue rapidamente "extraviada".
No es verdad que el testimonio de Hoess en el proceso de Nuremberg haya consistido, en su mayor parte, de una confirmación de las afirmaciones hechas en su "declaración"; eso es verdad únicamente acerca del re-cuestionamiento de Hoess por el Coronel John Amen del U.S. Army.
Al contrario, Hoess apareció para testificar, y, como de costumbre, contradiciendose a sí mismo y a su declaración, lo mas posible (XI 396-422).
Por ejemplo, cuando la declaración afirma (XI 416) "sabíamos cuando las víctimas estaban muertas porque dejaban de gritar" (una evidente imposibilidad toxicológica), su testimonio oral (XI 401, en respuesta a las preguntas altamente sugestivas del abogado para la "defensa" de Kaltenbrunner), omitía que las víctimas hubieran quedado inconscientes, lo que no explica como, de hecho, se hubiera podido saber si las víctimas habían muerto.
Aparentemente Hoess olvidó mencionar que el matar insectos con Zyklon B requería 2 días, un hecho que no dejó de mencionar en otra parte (Documento NO-036, p. 3, texto alemán, respuesta a pregunta 25; véase también Kommandant in Auschwitz, p. 155). Con un veneno con tal acción retardada, las víctimas se habrían sofocado primero.
Hoess habría alegado que la orden de matar a los judíos de Europa había sido impartida oralmente (XI 398), mientras que las órdenes para guardar secreto en cuanto a las matanzas habrían sido dadas por escrito repetidas veces (XI 400). Testificó que unas víctimas habían sido quemadas en fosas profundas en Auschwitz (un pantano notorio) (XI 420); que los dientes de oro eran fundidos sobre el terreno (XI 417); que una evacuación de los prisioneros para evitar su captura por los rusos habría conducida a fatalidades evitables (XI 407), y, casi, que no hubo ningún programa de exterminio en absoluto! Vale la pena citar esto último:
"Hasta que estalló la guerra en 1939, la situación en los campos, en cuanto a la comida, el alojamiento, y el trato a los prisioneros fue la misma que en cualquier otra prisión o institución penitenciaria del Reich. Los prisioneros fueron tratados severamente, si, pero no había la menor posibilidad de golpes o maltratos metódicos. El Reichsfueher daba ordenes frecuentes de modo que todo hombre SS que tratase con violencia a un prisionero sería castigado, y muchas veces hombres de las SS que maltrataron prisioneros fueron realmente castigados. La comida y el albergue en aquella epoca fueron colocados al mismo nivel en todos los respectos como para cualquier otro prisionero bajo administración legal. El alojamiento en los campos en este periodo era aún normal, porqué la afluencia en masa durante la guerra no era todavía un hecho. Con el inicio de la guerra y el principio de las llegadas en masa de presos políticos, y mas tarde, cuando los presos miembros de los movimientos de resistencia llegaron de los territorios ocupados, la construcción de edificios y la extensión de los campos ya no se podía mantener con los números de presos que llegaban. Durante los primeros años de la guerra, se podía todavía hacer frente a este problema con medidas improvisadas; pero mas tarde, debido a las exigencias de la guerra, ya no fue posible, porqué ya no nos quedaba casi ningún material de construcción (*).
"Todo eso condujo a una situación de escasez en la cual los presos en los campos ya no tenían suficiente resistencia física contra las consecuentes plagas y epidemias (...)
"El objetivo no era el tener la mayor cantidad de muertos posible, o de aniquilar el mayor número de presos posible. El Reichsführer tenía que ocuparse constantemente con los problemas en el empleo de todas las fuerzas posibles en las industrias de armamento (...)
"Estos supuestos maltratos y torturas en los campos de concentración, historias que fueron divulgadas en todos sitios entre la gente, y particularmente por los presos liberados por los ejércitos de ocupación, no fueron, como se supone, infligidos metodicamente, sino por jefes, o jefes subordinados, y sus hombres, que arremetían con violencia contra ellos (...)
"Si una historia de esta naturaleza llegaba a mi atención, el reo era naturalmente retirado de su puesto o transferido a otra parte. De manera que, aunque no fuese castigado porqué no había pruebas para mostrar su culpabilidad, era relevado y trasladado a otra posición (...)
"La situación catastrófica al final de la guerra fue causada por el hecho que, como resultado de la destrucción de los ferrocarriles y de los bombardeos constantes de las fábricas industriales, ya no era posible ocuparse de estas masas como se debía, por ejemplo, en Auschwitz, con sus 140.000 prisioneros. Medidas improvisadas, columnas de camiones, y todo lo que fue probado por los comandantes para mejorar la situación, eran inútiles, o casi inútiles. El número de enfermos crecía hasta el infinito. No nos quedaba casi nada de medicamentos, se expandían las epidemias por todas partes. Los presos capaces de trabajar fueron utilizados constantemente por orden del Reichsfueher; hasta los semi-enfermos debían ser utilizados en todas partes, todo lo posible para la industria. Como consecuencia, cualquier lugar en los campos de concentración capaz de ser utilizado de alguna manera para el alojamiento, estaba lleno de presos enfermos y moribundos (...)
"Al final de la guerra, aún existían 13 campos de concentración. Todos los otros puntos marcados aqui en el mapa indican los así llamados campos de trabajo, anexados a las fábricas de armamentos situadas allí (...)
"Si hubo maltratos de presos por parte de los guardias -- personalmente no los he visto nunca-- entonces, era posible sólo hasta un cierto punto, porqué todos los oficiales responsables de los campos tomaban medidas para asegurarse de que los hombres de las SS tuvieran el menor contacto directo posible con los prisioneros, porqué gradualmente con los años, el personal de guardia se había deteriorado hasta tal punto que ya no se podían mantenerse las viejas normas (...)
"Teníamos miles de guardias que casi no hablaban alemán, que venían de todos los paises del mundo como voluntarios y que se alistaban en estas unidades; o teniamos hombres más viejos, entre 50 y 60 años, a quienes les faltaba todo interés en su trabajo, de manera que un comandante debía preocuparse constantemente para asegurarse de que cumpliesen hasta con las normas mas ínfimas de sus deberes. Ademas, era obvio que había elementos entre ellos que maltratarían a los presos, pero tales maltratos nunca fueron tolerados. Además, ya no era posible hacer que los hombres de las SS dirigieran estas masas al trabajo y en los campos; de modo que se debía delegar presos para dar instrucciones a otros presos y hacerlos trabajar, y ellos tenían la administración del campo casi exclusivamente en sus manos. Es evidente que hubo muchos maltratos que no se podían evitar, porqué por la noche no había casi ningún miembro de las SS en los campos. No les era permitido a los hombres de las SS entrar en los campos salvo en casos específicos, asi que los presos eran mas o menos expuestos a sus superiores presos".
Pregunta (del abogado de la defensa de de la SS, Dr. Blobel).
"Ya mencionó usted las regulaciones que existían en cuanto a los guardias, pero hubo también un reglamento establecido por todos los campos. En este reglamento de los campos, se establecían los castigos a los presos que hubieran cometido infracciones contra las regulaciones de los campos. ¿De que castigos se trataba?"
Respuesta:
"Primero, traspaso a una "compañia penal" (Strafkompanie), esto es, trabajo más duro, y restricciones en el albergue; después, detención en el block de celdas, detención en una celda oscura; y en casos muy graves, el ser atado con cadenas o esposas. El castigo con los grilletes (Anbinden) fue prohibido en el año 1942 o 1943, ya no sé exactamente cuando, por el Reichsfuehrer. Después, estaba el castigo de tener que cuadrarse durante largos períodos a la entrada del campo (Strafstehen), y luego, castigos con golpes. No obstante, estos castigo por golpes no se podían decretar por cualquier comandante independientemente. Debía ser solicitado.
-- Testimonio oral de Rudolf Hoess, 15 abril 1946 (XI 403-411).
Hoess parece haber estado motivado por el deseo de salvar a su mujer y 2 hijos, y de salvar a otros acusados por medio de un testimonio según el cual sólo 60 personas habrían tenido conocimiento acerca de los exterminios en masa. Hoess parece haber intentado salvar a Kaltenbrunner por medio de una implicación de Eichmann y Pohl, que todavía no habían sido capturados. (Para un caso similar, véase la declaración de Heisig en su tentativa de implicar a Raeder, XIII 460-461).
Hoess fue un "testigo de la defensa", cuyo contra-interrogatorio por la fiscalía fue interrumpido por la fiscalía misma (XI 418-419). Puede ser que tuvieran miedo de que Hoess echase abajo todo el edificio de mentiras.
La famosa "autobiografía" de Hoess, `Kommandant in Auschwitz', probablemente establecida en forma de preguntas y respuestas durante interrogatorios a modo de una gigantesca "declaración", y luego escrita de cuerpo entero para ser copiada en la escritura de Hoess, no es mucho mejor. En este libro, texto alemán, los fuegos de la cremación habrían sido visibles a muchos kilómetros (p. 160-161), el hedor habría sido perceptible a kilómetros de distancia (p. 159). Todo el mundo en la región habría sido consciente de los exterminios (p. 159), las víctimas sabrían que habían de ser gaseadas (p. 110, 111, 125), sin embargo aún era posible engañarlas (p. 123-124); véase también el Documento 3868-PS), y sus familiares no sabrían nunca nada (p. 129-130). Hoess era un alcohólico crónico que "confesaba" estas enormidades después de haber bebido (p. 95) o cuando se le torturaba (p. 145). No es cierto que, según p. 126 de este libro, texto alemán, los cadaveres hubieran sido retirados de las cámaras de gas por los Kapos mientras comían y fumaban, y/o no llevaban mascaras de gas; el texto no dice eso (*).
La "traducción" polaca de este libro, publicada antes del "texto original" alemán, parece concordar con el texto alemán, con excepción de nombres de lugares y fechas que no aparecen.
Esto es, el polaco es muy probablemente el idioma original, habiendo sido insertados después los detalles en la versión alemana.
Los textos integros y no expurgados de las "obras completas" de Rudolf Hoess (?), (en polaco), son disponibles solicitando un préstamo internacional bibliotecario (Wspomnienia Rudolfa Hoessa, Komendanta Obozu Oswiecimskiego).
+++++++++++++++++
Fuente: Parte 1/2 de "No culpable" en el Proceso de Nuremberg. Los argumentos de la defensa, de Carlos W. PORTER.
Título original: "Not guilty at Nuremberg". Copyright: Carlos W. Porter, 1996. Ediciones Ojeda, Apartado 9169, E-08006 Barcelona, España.
La versión original de este documento puede consultarse en:
<http://aaargh-international.org/engl/CPNurembergEngl.html>