Actualidad inglesa
Se puede leer la autobiografía de Deborah Lipstadt en versión
original aquí mismo, tomada del sitio web del propio David
Irving. A continuación, un comentario nuestro en torno
a las informaciones que ella misma suministra.
Por las fotos, la acusada de difamación por el historiador David Irving Doña Deborah Lipstadt se parece más a un picapedrero portugués que a una dama del barrio alto. El equipo de sus abogados, en Londres, le prohibió terminantemente que abriera la boca. No hablará a lo largo del juicio, ni siquiera como testigo jurado, y tampoco contestará a la prensa. Es de suponer que su equipo la considera excesivamente bruta para no arriesgar un disparate ante el monumento escénico que resulta ser David Irving, constantemente asediado por una turba de periodistas, a cuanto más israelí cada uno.
El curriculum que ella entregó en el tribunal no deja de ser fascinante, pues es típico de una categoría social que no se conoce en Europa.
Nació en 1947 en Nueva York, su padre había emigrado de Alemania antes del nazismo, posiblemente en busca de la " prometida" del dólar. La madre es de una familia judía polaca emigrada a Canada a principios de siglo.
Segón ella, su padre procede de una "eminente" familia de rabinos, lo cual es una reivindicación frecuente entre los judíos norteamericanos. Si se tomaran en cuenta todos los eminentes reivindicados, habría que concluir que había veinte rabinos por un sastre en cada shtettl. Su padre fue pues representante y su madre vendía objetos rituales. Durante el nazismo, el padre intentó en vano sacar de Alemania a sus cinco hermanas. Al concluir la guerra, todas estaban con vida, en "países" no precisados , y él consiguió instalar a cuatro en Estados Unidos. Allí terminan los horrores del holocausto para dicha familia. Los hijos recibieron una buena educación judía, en escuelas privadas. Empezó estudios universitarios en el City College de New York. Se puede suponer que era la primera vez que se codeaba con gente no judía, pues los padres estaban metidos en actividades comunitarias con sede en las sinagogas. Ese es su llamado "tradicional judío". Dos años más tarde, se marcha a Israel y se matricula en la Universidad Hebraica de Jerusalén. Allí la sorprende la guerra de los Seis Días, en 1967, y decide quedarse un año más. Atiende clases sobre holocausto (aunque todavía no se usa el término) e historia del tercer Reich. La Universidad Hebraica es uno de los centros donde se elabora la interpretacón de la historia que debe servir a la refundación de Israel, es decir la transición progresiva de un sistema nacionalitario, "progresista", en ruptura con el mundo de la diáspora, que le dio su energía al sionismo durante cincuenta años, a una concepción dolorista, que funda los recursos de Israel sobre la culpabilización del universo entero, dado como responsable de un acontecimiento metafísico rebautizado holocausto, del cual Eichman fue el gran Satanás. De ahí adelante, su "tradicional judía" en Nueva York se vino a sostener con una "tradicional judía" en Estados Unidos. De regreso la encontramos inmediatamente matriculada en la Universidad Brandeis, centro por antonomasia de de la vida académica judía norteamericana, bien dotada por millonarios judíos. Y por supuesto la carrera que estudia es de "judíos". Ahí es cuando, dice ella, le empieza a interesar seriamente lo del holocausto. Dirige una organización de jóvenes judíos y algo cobra por ahí (lo aclara ella misma). Antes de terminar el doctorado, la llama la Universidad de Washigton para lanzar un "de estudios judíos". Es la época en que muchas universidades se tiraron repentinamente a los "de estudios negrosp", y a modo de contrapeso aparecieron los "de estudios judíos ". Se marcha luego a California. Desaparece del curriculum la cuestión del doctorado. Parece ser que nunca aprobó el Ph. D, pero no se dice expresamente. Irving afirma que él no tiene el menor diploma, ella prefiere ocultarlo.
Tampoco menciona el libro que publicó sobre "prensa americana y el advenimiento del holocausto, 1933-1945, titulado Beyond belief (Más allá de la "creencia"), publicado en 1986 por Free Press. Es una colección de extractos de recortes de prensa que pretende demostrar que la prensa sabía perfectamente lo que ocurría en Alemania, y que la opinión pública y el gobierno americano fueron culpables con los judíos. Clásica operación de culpabilización que alimenta las cajas israelíes. Se reconoce la marca de la Universidad Hebraica. Es un libro ejemplar en cuanto al método histórico que preconiza : por una parte, una investigación para saber qué se dijo, qué se hizo, en un campo limitado, el de la prensa americana, y por otra parte, no lo que realmente sucedió en el Tercer Reich, lo cual también sería un tema histórico, sino la repetición de la vulgata que circula hoy en día en los medios universitarios que hablan de eso, es decir esencialmente judíos americanos (no se estilan los extranjeros). Ningún trabajo histórico allí, sino un remachar versiones que se van regando por un "blando ". Lo mismo practicaba Laqueur, el autor de The Terrible Secret, antiguo director de la Wiener Library (biblioteca que le acaba a notificar a Irving que ya no está autorizado a pisar el lugar) para determinar quién estaba entre los "buenos" que reforzaron por anticipado la versión actual de los acontecimientos, y los malos que se habían equivocado y decían otra cosa que lo se debe decir hoy. El pasado contiene pues contradicciones --solamente de tipo interno--, mientras la verdad de hoy no padece de ninguna. La historiografía soviética llevó a un gran refinamiento esta escolástica.
Después nos encontramos a "old Debbie" en la universidad Emory en Atlanta, vieja institución adinerada. Un tal Dorot donó un millón y medio de dólares para fundar la cátedra de "judíos modernos y Holocaustop". También ha sido nombrada en el equipo que preparó la creación del Holocaust Museum en Washington, negocio que extrajo unos $130.000 al pueblo norteamericano. Le pidieron que preparara un filme sobre "reacciones al Holocausto". Véase al respecto nuestro artículo sobre el "business, así como el del propio Cesarani, actual director de Wiener Library, "on trial". Y en 1994, al año de ser nombrada en Emory, fue nombrada por decreto presidencial para formar parte del consejo de administración del museo. Obsérvese que si, en tanto historiadora, hubiera investigado por ejemplo el impacto de la Ilustración en los shtettl de Podolia, jamás se hubiera codeado con la oligarquía. En el museo atiende el sector educación, es decir el lavado de cerbro de los cuatro cientos mil colegiales enviados anualmente al museo, guiados por pastores negros, pues hace falta mostrar que el museo no se ha hecho solamente para los judíos, y justificar las enormes subvenciones federales. Para cerrar con broche de oro, añade nuestra heroína después de insistir en innumerables reconocimientos oficiales, nacionales e internacionales, con suma modestia, que ella es "activo de la comunidad judía norteamericana", y que ha sido nombrada por el Departamento de Estado en la comisión de defensa de la libertad religiosa en el extranjero, dedicándose principalmente ¡a denunciar los casos de intolerancia por el ancho mundo, e informar al presidente de Estados Unidos!
De modo que esta pobre mujer en realidad
no ha salido de un medio exclusivamente preocupado por la defensa
y promoción de una especie de excepción judía
en todos los planos, y especialmente el de la exigencia moral
y financiera. Este mundillo se mantiene difundiendo el terror
entre los judíos normales con cuentos de holocausto, lo
mismo que antes se hacía obedecer a los niños de
los shtettles con cuentos de aparecidos y dibuk. Hay una credulidad,
una imbecilidad judía muy especial que desemboca por lo
general en una parálisis intelectual a partir del momento
en que se pronuncia la palabra "judío". Lipstadt
es un caso típico del científico falso que reina
por este tipo de terrorismo. Sus trabajos " universitaros "
son vergonzosos. No sabe ni de historia de Europa ni de Alemania.
No lee más que inglés y hebreo. No investiga directamente,
sino que toma lo que le conviene de los expedientes de policía
política de las grandes agencias judías de espionaje
y represión de la libre expresión que son Anti Diffamation
League y demás oficinas del B'nai Brith. Se trata de expedientes
preparados por estudiantes ignorantes, fáciles de sustituir.
El resultado no está a la altura de los millones de dólares
que cuestan estas oficinas, condenadas en múltiples ocasiones
por tribunales norteamericanos por espionaje y difamación.
La Lipstadt, totalmente encerrada en ese mundo delirante dedicado
a la "imaginaria" de un "pueblo" igualmente
imaginario no es más que la pantalla seudo-universitaria
de un vasto sistema de delación, presión y supresión
del esptíritu crítico, en Estados Unidos y el mundo.
El proceso Irving no revelará los arcanos de estas increíbles
asociaciones que tratan de aplastarlo por hacer un escarmiento.
El último totalitarismo de nuestro tiempo se encuentra
allí. Gane la comisaria Lipstadt o no, todo queda por hacer
para desmantelar esta maquinaria loca
Se nos dice que la defensa de Deborah Lipstadt pidió el texto manuscrito de los apuntes de Eichman. Ahora bien :
1) el mentor de Lipstadt, el historiador Yehuda Bauer, dice que no hay nada interesante allí. Recordemos de qué se trata : Bauer le buscó financiamiento a Lipstadt para la primera versión de su libro (por la fundación Vidal Sassoon, la del champú), especie de anexo de la Universidad Hebraica, y fue el que le aconsejó que recargara sus ataques a Irving. Tamién es él quien actuó como consejero del fiscal general del estado terrorista de Israel, Eliacin Rubinstein, para que autorizara el traslado de las notas de Eichman.
2) El defensor de Lipstadt ha manifestado que ¡no le interesaban esas notas!
3) El juez Gray (audiencia n·29, p. 6) ha dicho : "confesar que no estoy seguro de entender en qué el diario de Eichman es relevante, ya que, si no estaba disponible para Irving, y por definición no lo estaba, no veo cómo se le podría oponer tal documento".
De momento, cualquiera se queda sumido en la perplejidad ya que :
1) ¿Cómo puede la defensa demostrar, con documentos que Irving no posee y que son sumamente difíciles de conseguir (véase a continuación) que el mismo Irving ha ignorado voluntariamente, modificado e incluso falsificado los documentos, para afirmar que Hitler jamás dio la orden de exterminar a los judíos?
2) Rassinier había señalado en septiembre de 1960, en los meses de preparación del proceso Eichmann, que Kubovy había declarado que no existía orden de exterminio por parte de Hitler, y que todas las iniciativas las había tomado el propio Eichmann. Por lo tanto, ¿cómo es posible que el diario de Eichmann, condenado por su responsabilidad aplastante y única en el exterminio de los judíos, sirva para demostrar que Hitler sí dio la orden de matar a los judíos, y que además, si Irving no lo sabe, es porque lo hace a propósito?
Si la defensa de Debbie no solicitó nada de lo de Eichamn, de lo que se trata es de una operación israelí al ciento por ciento. Recordemos lo que hay detrás de "apuntes de Eichman" : Los israelíes llevan cuarenta años guardando dicho documento (1200 páginas en letra gótica cursiva). Lo más propable es que en realidad Eichman se negaba a considerarse culpable, como lo exigía la puesta en escena del jucicio según el proyecto israelí. Lo que sí está disponible en varios volúmenes publicados en Israel por unos $500 es el texto de las actas del proceso. También existe una versión en el sitio web Nizkor, que no trae los documentos, pero sí los debates y el juicio (texto en inglés; el proceso se desenvolvió esencialmente en alemán pero los debates fueron traducidos y publicados simultáneamente, día tras día, en francés, inglés, alemán). Se sabe que en los días del proceso, Eichman presionado como pocos, había esbozado una versión de los hechos al estilo israelí, facilitada por el hecho de que eran policías y fiscales judío-alemanes los que mantenían el diálogo con él. Además, desde los años treinta, Eichman simpatizaba con el sionismo, y había realizado un viaje a Palestina. El año pasado, el hijo de Eichmann reclamó el " diario " de su padre. Los archivistas empezaron a trabajar para preparar una edición anotada, el tipo de edición que le dice al lector lo que debe pensar antes de leer el libro. Pero el resultado no resultaría satisfactorio, y tanto Ben Gourion como las más altas autoridades del estado judío dijeron que ese texto era demasiado peligroso, y no se podía entregar a un proceso editorial normal.
De modo que el proceso Irving ha ofrecido
una nueva posibilidad : soltar el texto a la vez que se le echan
unas capas espesas de rumores que le restan importancia. Así
aparecen comentarios de gente que han leído el documento
en Israel. "extraordinario", dicen todos, y eso se va
regando por la prensa anglo-sajona y alemana. Nada nuevo, simplemente
confirma lo que ya se sabía. Se rumora que el texto salió
en determinados periódicos (Die Welt, Spiegel),
lo cual no es cierto.
El abogado Rampton dice que no está autorizado a utilizar el texto que tiene fuera de la audiencia, pero no sabe a quién le tiene que pedir permiso. A Irving por fin le entregaron un texto en disquette, lo cual no puede valer de ninguna manera ante la justicia como documento autógrafo...
Todo esto huele a operación de desinformación de
un estilo muy usual en los servicios secretos israelíes.
Todo parece indicar que se trata de un esfuerzo por contrarrestar
los progresos del revisionismo en la opinión pública.
Está saliendo a la luz un supuesto "de Eichman"
acompañado por un mensaje diez mil veces repetido, en los
medias más diversos, en distintos puntos del mundo : Eichman
confirma lo que ya se sabía, de modo que no hace falta
leerlo, no vale la pena... ¿después que se mantuvo
oculto el mismo documento durante cuarenta años?
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