El día 1 de diciembre de 1999, es decir a sólo 14
días de la histórica elección estratégica
que deberá realizar el pueblo de Venezuela, un jefe religioso,
utilizando un lenguaje militar al mejor estilo de Josué,
Pynchas Brener, rabino principal de la Unión Israelita
de la comunidad judía residente en Venezuela, escribió
una nota de opinión en "El Nacional", titulada
"El rey está desnudo". Veremos como, por contraste,
Brener nos confirma que la victoria del SÍ será
algo más que una victoria meramente política de
la nación y del pueblo de Venezuela.
Nadie que haya leído esa nota pudo dejar de percibir --
porque ése fue el objetivo del autor -- que el "rey
desnudo" es el presidente Hugo Chávez. A quien el
bueno de Brener -- un "profeta del odio" sionista --
le dedica explícitamente el último largo párrafo
del escrito. En lo personal hacía muchos años que
no había leído nada que destilara tanto odio: el
"religioso" judío Brener toma parte activa en
la política de los "indígenas" y compara
al comandante Chávez nada menos que con Hitler y con Stalin;
plomo del supergrueso vomita Brener, exige sangre como Josué.
Pero de acuerdo con Esdras, esa sangre será la de "los
otros", la de los "nativos" y no la de los "elegidos":
"Líderes carismáticos, pero pasajeros, tiranos
de turno bajo el manto de un interés profundo por el trabajador
y las clases desposeídas, tal como lo hicieran Hitler y
Stalin, con demagogia, siguiendo las enseñanzas de Goebels,
tergiversan la realidad, abusando de palabras como igualdad y
oportunidad, cuando lo que siembran es el desequilibrio, la incertidumbre
y la pobreza. Se nos quiere convencer de la propiedad y de la
justicia del líder. El temor y la cobardía, la protección
del hogar obliga a muchas personas a no disentir, incluso hasta
apoyar. Pero tarde o temprano llega alguien que abre los ojos
de la comunidad, y señala que ese líder carece de
un designio claro para el crecimiento y avance de la sociedad.
Sus promesas de un futuro mejor son sólo parte de una demagogia
que, tarde o temprano, quedará al descubierto, de darse
cuenta la sociedad que el rey estaba desnudo" (Fuente: http://www.el-nacional.com/eln011299/pa6s3.htm).
Hay un odio de clase pero sobre todo un odio racial, o genético,
en este texto: los "índígenas" chavistas,
cobardes, pobres y de piel oscura, serán despertados por
un nuevo mesías blanco, rico, neoliberal e iluminado.
Dado que el judío-polaco Pynchas Brener es el rabino principal
la máxima autoridad religiosa y moral de la comunidad judía
residente en Venezuela, su opinión, por lógica,
no es personal sino colectiva. La interpretación correcta
del texto es entonces que toda esa comunidad señala al
presidente Chávez como la reencarnación del "mal
absoluto" (Hitler y Stalin), y al pueblo venezolano como
cómplice (del mal) y cobarde (ante su propia malvada creación).
Se debe suponer, asimismo, que tal concepto es también
representativo de los "judíos por elección",
como es el caso de José Vicente Rangel, quien hace unos
pocos meses dijo: "Mi conducta en la vida se inspira en la
epopeya del pueblo judío. Así he criado a mis hijos
y a mis nietos. Es una epopeya que inspira la lucha por la vida,
por la dignidad del ser humano" (Fuente: Congreso Judío
Latinoamericano, Boletín OJI, Nº668, mayo de 1999,
E-mail: [email protected]).
Thursday, December 02, 1999: Carta abierta enviada
a los periódicos de Venezuela