Roger Garaudy
1.- Un ejemplo revelador de las nuevas Cruzadas: Pinochet y
Chile.
Para comprender los métodos puestos en marcha, constantemente
en su política, por los dirigentes de Estados Unidos y
las tácticas dilatorias creadas para retardar el juicio
de Pinochet, hasta una muerte natural del torturador de Chile,
es útil leer los documentos desclasificados de la CIA,
publicados en Le Monde el 11 de diciembre de 1998, y que muestran
cómo los dirigentes norteamericanos perpetúan sus
crímenes contra la paz (en este caso, su participación
en la destrucción física de Salvador Allende a través
un golpe de estado organizado por ellos para instaurar la dictadura
de Pinochet).
Esto permite revelar también el papel del demócrata
cristiano Eduardo Frei (cómplice en aquel entonces de la
CIA) en la política actual de apoyo a Pinochet contra la
justicia que debe sancionar sus crímenes contra la humanidad.
Esto explica igualmente la oposición de Estados Unidos
a la creación de una Corte de Justicia Internacional que
permitirá, si es realmente legítima, llevar al banco
de los criminales a la mayoría de sus dirigentes, de Nixon
y Kissinger a Clinton y Ariel Sharon, los perros de caza del Líbano,
piezas claves del gobierno de Netanahyou y de su política
colonialista en Palestina.
En el mismo número, un artículo de Pierre Kalfon,
antiguo corresponsal de Le Monde en Santiago de Chile, y autor
de un libro sobre Allende, presenta resumidamente los mecanismos
de intervención norteamericana para colocar a Pinochet
en el poder con la complicidad del actual Presidente de Chile,
Eduardo Frei. El título del artículo es: Un Vietnam
silencioso.
A continuación un extracto:
"Unidos no esperó su victoria electoral de 1970 para
interceptar el camino de Allende. En 1963, para obstaculizar al
"candidato marxista", la CIA había financiado,
con más de 3 millones de dólares, la campaña
de su rival demócrata cristiano, Eduardo Frei, elegido
en 1964.
En 1970, cuando Allende gana la mayoría relativa con 36,3
% de votos, el presidente Nixon enfurecido no se confiesa derrotado.
Para impedir que "un amigo de Cuba" se instale a la
cabeza de un país del hemisferio americano, ordena a la
CIA "hacerlo todo" para que esa victoria no sea confirmada
por el Congreso chileno. Entonces otorga a la Agencia un crédito
de 250.000 dólares para comprar los parlamentarios. Pero
Chile no es una República bananera, y el presidente Frei,
listo para jugar el juego de Washington, no logra imponer su partido.
No le queda otro remedio a Nixon que utilizar la fuerza, la de
un golpe de Estado.
Nixon convocó en Washington a su embajador en Santiago,
Edward Korry, y golpeando el puño contra la palma de su
mano le explicó que "hay que aplastar a ese hijo de
puta de Allende". Sin mezclarse directamente en el complot,
Washington autoriza a Korry a que informe que Estados Unidos suspenderá
la ayuda al ejército chileno en caso que Allende asuma
el poder. Y qye entenderán perfectamente que ocurriera
un golpe de estado. La poderosa multinacional ITT (International
Telephone & Telegrah Corporation) que controlaba toda la red
telefónica de Chile, contaba entre sus directores a un
tal John Mc Cone, antiguo jefe de la CIA en tiempos de Kennedy
y de Johnson. Mc Cone se había puesto en comunicación
con Henry Kissinger. Consejero privilegiado de Nixon, el mismo
que presidió el "Comité de los Cuarenta",
brazo oculto del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos,
Mc Cone indicará que la ITT estaba dispuesta a ofrecer
una suma "que puede llegar hasta siete cifras" para
impedir que Allende accediera a la presidencia.
Los militares que participaron en el complot y los miembros neofascistas
del Movimiento Patria y Libertad no pedían tanto. El coronel
Wimert les entregó, en la noche del 22 de octubre, la suma
de 50.000 dólares, metralletas y pistolas ingresadas ilegalmente
al país a través de la valija diplomática
de Estados Unidos, y no registradas en Chile.
. . .
Textos desclasificados
Informe sobre las actividades del cuerpo expedicionario de la
CIA en Chile entre el 15 de septiembre y el 3 de noviembre de
1970.
El 15 de septiembre de 1970, se le pidió a la CIA impedir
que el marxista Allende acceda a la presidencia de Chile el 3
de noviembre.
Un cuerpo de expedicionarios chilenos fue constituido y ubicado
tres días después de la asignación de esta
misión. Una red especial de comunicación fue establecida
simultáneamente en Santiago de Chile y en Buenos Aires,
Argentina, con el fin de tratar los cables confidenciales destinados
a la fuerza de intervención. [] Esta expedición
estaba compuesta por oficiales de la CIA, cuya apariencia, lengua
y experiencia daban la impresión de que se trataba de ciudadanos
de diferentes países. Fueron llammados de sus puestos en
el extranjero y recibieron órdenes directamente de Washington,
antes de ser introducidos individualmente en Chile. En Santiago
su único contacto norteamericano era un oficial de la CIA
residente en esa ciudad, que había establecido los lazos
con los intermediarios o con los responsables chilenos interesados
en la preparación de un golpe de Estado. Reconociendo la
debilidad de Frei, la CIA concentró sus esfuerzos en un
golpe de Estado militar.
(Antes del 28 de septiembre, la CIA tenía en el país,
o en camino hacia Chile, quince periodistas-agentes de información
venidos de 10 países diferentes.)
[...]
Al no disponer más de los foros habituales para la elaboración
y la reanudación de su propaganda en el territorio chileno,
la CIA se valió de sus propios recursos:
- una prensa subterránea subordinada a la distribución
del correo;
- el financiamiento, aún reducido, de un nuevo periódico;
- subvenciones atribuidas a un partido político de oposición
a Allende, para transmitir sus programas de radio, su publicidad
y organizar sus mítines.
Los periodistas norteamericanos, debido a la gran influencia de
sus medios de difusión en el mundo, recibieron instrucciones
precisas sobre la cobertura de los hechos. La portada del Times
se basó especialmente en los documentos escritos y en las
indicaciones orales facilitadas por la CIA. [] El 13 de octubre
Allende elevó una protesta oficial: "Somos víctimas
de las más atroces y brutales presiones, tanto dentro como
fuera del país." Acusó en particular al Times
de haber "llamado abiertamente" a invadir Chile.
La acción política
El programa de acción política tenía un solo
objetivo: hacer que el presidente Frei impidiera la elección
de Allende en el Parlamento, el 24 de octubre. Si esta artimaña
fracasaba, se llevaría a cabo un golpe de Estado militar
que impidiera a Allende tomar el cargo el 3 de noviembre:
En caso que Frei se presentara para las elecciones, el gobierno
norteamericano apoyaría sustancialmente su campaña
presidencial.
El Partido demócrata cristiano de Alemania del Oeste, que
mantenía lazos particulares con Frei y con otros dirigentes
demócratas cristianos de Chile, envía varios emisarios
de alto nivel para apoyar a estos candidatos. []
También se hicieron grandes esfuerzos para influenciar
a Frei y sus allegados:
- católicos influyentes enviaron mensajes o se desplazaron
hasta el Vaticano;
-múltiples presiones ejercidas desde el extranjero por
miembros del clero, como así también de profanos,
intentaron evitar la victoria de Allende, inclusive antes de las
elecciones en el Parlamento.
El golpe militar
Poco después del 3 de octubre, frente a la evidencia de
que, desde el punto de vista político, Frei no existía
más que con asistencia respiratoria, el golpe de estado
militar se presentaba cada vez más como la única
solución posible al problema que les causaba Allende. Oficiales
del más alto nivel de la jerarquía militar y varios
carabineros estaban dispuestos a actuar a título personal.
15 de septiembre de 1970. Nota de la CIA sobre el encuentro con
el presidente Nixon a propósito de Chile.
Esta nota manuscrita, redactada por el director de la CIA, Richard
Helms, muestra la decisión del presidente de Estados Unidos,
Richard Nixon, de preparar un golpe de Estado en Chile. Las transcripciones
de Helms nos remiten a las órdenes emitidas por Nixon:
"Quizás tengamos suerte, una sobre diez, pero ¡salvemos
a Chile! esto vale la pena; a nosotros no nos concierne; tampoco
implicaremos a nuestra Embajada; ponemos a disposición
10 millones de dólares, y más si hace falta; nuestros
mejores elementos, a tiempo completo; ideamos una estrategia:
estrangular la economía; y cuarentiocho horas para planificar
una acción." Estas directivas presidenciales fueron
el comienzo de las grandes operaciones secretas cuyo objetivo
era impedir, a través de un golpe de Estado, la ascensión
de Allende al poder chileno.
16 de septiembre de 1970. CIA génesis de un proyecto Fubelt.
En esta fecha, el director de la CIA convocó a una reunión
para tratar la situación chilena. (N.D.L.R.: también
estuvo presente especialmente el jefe de las operaciones secretas.)
El director anunció que el presidente Nixon decidió
que el régimen de Allende en Chile no era aceptable para
Estados Unidos. El presidente solicitó a la Agencia que
impidiera el acceso de Allende al poder o, en caso de que asumiera,
procurara derrocarlo. El presidente entrega hasta diez millones
de dólares a este efecto. Además, la Agencia deberá
lograr esta misión sin coordinación con el Ministerio
de Relaciones Exteriores y ni el Ministerio de Defensa.
Durante la reunión se decidió que M. Thomas Karamessines
(subdirector de la CIA) tendría la entera responsabilidad
en este proyecto. Y sería asistido por un cuerpo de expedicionarios
constituido para ese fin. []
El director indicó que el Dr. Henry Kissinger, consejero
del presidente para la seguridad del Estado, solicitó un
encuentro, el viernes 18 de septiembre, para que le hagan partícipe
de la forma cómo la Agencia planificará la misión.
Departamento de Estado
Ejecución del proyecto chileno: ustedes solicitaron un
informe sobre el tema.
El 24 de octubre, la junta anunció que de ahora en más
la ejecuciones sumarias no se llevarían a practica y que
las personas halladas en flagrante delito de resistencia al gobierno
serán juzgadas por tribunales militares. Después
de esta fecha, y siguiendo las decisiones de la corte militar,
fueron anunciadas diecisiete ejecuciones. Las ejecuciones oficialmente
reconocidas alcanzaron a una centena en total, a las cuales hay
que agregar la muerte de cuarenta prisioneros por "intento
de evasión". Un informe confidencial interno destinado
a la junta estimó en trescientas la cantidad de ejecuciones
por el período del 11 al 30 de septiembre.
Según nuestras estimaciones, las unidades militares y policiales
en el terreno se conformaban, en su conjunto, con la orden de
suprimir las ejecuciones sumarias. Al menos, el uso relativamente
frecuente de una ciega violencia, que marcó las operaciones
de estas unidades en los días subsiguientes al golpe de
Estado, manifiestamente disminuyó hoy en día. Sin
embargo, nada indicaba la voluntad de renunciar a las ejecuciones
una vez pronunciada la sentencia.
Los dirigentes chilenos justificaron estas ejecuciones a través
de la instauración de la ley marcial, al considerase como
"en estado de sitio en tiempos de guerra". El código
de justicia militar autoriza el pelotón de ejecución
para todo un conjunto de crímenes, entre los cuales la
traición, la resistencia armada o la posesión ilegal
de armas.
2.- La cruzada norteamericana.
El choque de las civilizaciones.
Samuel P. Huntington
[...] En el nuevo mundo, los conflictos no serán esencialmente
de origen ideológico o económico. Las causas más
importantes de división en la humanidad y los principales
focos de conflicto serán culturales. Los Estados Nación
continuarán teniendo un primer papel en las relaciones
internacionales, pero los principales conflictos políticos
mundiales pondrán frente a frente las naciones y los grupos
pertenecientes a civilizaciones diferentes. El choque de civilizaciones
dominará la política mundial.
Occidente está en la cumbre de su poderío. Al mismo
tiempo, y quizás por contragolpe, un fenómeno de
retorno a las raíces se produce en las civilizaciones no
Occidentales. Escuchamos todos los días hablar de un reajuste
y de una asiatización de Japón, de la desvalorización
de la herencia dejada por Nehru y de la rehinduización
de India, del fracaso de las ideas occidentales ya sea el socialismo
o nacionalismo, de la reislamización del Medio Oriente,
en fin, del debate sobre la occidentalización o rusificación
de la Rusia de Boris Eltsine.
[...] Las características y las diferencias culturales
son menos variables y, en consecuencia, pueden más difícilmente
desaparecer o dar lugar a soluciones negociadas, como es el caso
con aquellas divergencias que surgen de la política y de
la economía.
[...] En fin, la economía se regionaliza progresivamente.
El sector del comercio intrarregional ha pasado entre 1980 y 1989
de 51 a 59 % en Europa, de 33 a 37 % en Extremo Oriento y de 32
36 % en América del Norte. La importancia de los bloques
económicos regionales probablemente vaya a crecer en el
futuro. De un lado, el éxito de esta regionalización
económica van a reforzar la conciencia de civilización.
De otro lado, la regionalización económica sólo
puede lograrse si está enraizada en una civilización
común.
[...] Simétricamente, una cultura común facilita
el desarrollo rápido de las relaciones económicas,
por ejemplo, entre la República Popular de China y Hong
Kong, Taiwan, Singapur, como así también con las
comunidades chinas de ultramar instaladas en otros países
de Asia. Con el fin de la guerra fría, las comunidades
culturales van cobrando mayor peso progresivamente mientras las
diferencias ideológicas se debilitan, de modo que China
continental y Taiwan se vuelven a acercar. Si la comunidad cultural
es la precondición de la integración económica,
el principal bloque económico extremo-oriental del futuro
tendrá probablemente su centro en China. En efecto, este
bloque ya se está constituyendo.
[...] Los esfuerzos de Occidente para promover los valores de
democracia y liberalismo, en tanto que valores universales, para
conservar la supremacia militar y defender sus intereses económicos,
engendran contrarreaciones de parte de otras civilizaciones.
[...] El conflicto entre civilizaciones se produce a dos niveles.
En el nivel inferior, grupos contiguos a lo largo de las líneas
de fractura entre las civilizaciones en lucha, a menudo de forma
violenta, para apoderarse de territorios y para asegurar su supremacia.
En el nivel superior, los Estados pertenecientes a civilizaciones
diferentes están en competición en el plano económico
y militar, al disputarse el control de instituciones internacionales
y de terceras partes, y se esfuerzan por promover sus propios
valores políticos y religiosos.
[...] De un lado y del otro, el conflicto entre el Islam y Occidente
es visto como un choque entre civilizaciones. Como lo señala
un autor indio de confesión musulmana, M. J. Akbar, "el
próximo adversario de Occidente será ciertamente
el mundo musulmán. En el gran arco de las naciones musulmanas,
que se despliega desde Magreb hasta Pakistán, es donde
comenzará la lucha por un nuevo orden mundial".
[...] Nada es más revelador de la intensificación
de los conflictos que el discurso pronunciado por el Papa Juan
Pablo II en Kartum, en febrero de 1993, en el cual denunciaba
la política llevada a cabo por el gobierno islamista de
Sudán contra la minoría cristiana en ese país.
[...] "No se trata de una guerra del mundo contra Irak, sino
de una guerra de Occidente contra el Islam", declaró
Safar Al-Hawali decano de la Universidad de Estudios Islámicos
Umm Al-Qura, en La Meca en una proclamación vastamente
difundida en forma de cassette. Olvidando la rivalidad entre Irán
e Irak, el Ayotalá Ali Khamenei, principal autoridad religiosa
iraní, lanza un llamado a la guerra santa contra Occidente.
"El combate contra la agresión, la rapacidad, las
ambiciones y la política norteamericana, será considerada
como un jihad y todos aquellos que mueran en combate serán
mártires." Por su parte, el rey Hussein de Jordania
declaró: "Esta guerra no está dirigida sólo
contra Irak, sino contra todos los árabes y todos los musulmanes".
[...] Con respecto a los combates en la antigua Yugoslavia, la
opinión pública occidental demostró su simpatía
y su apoyo por los musulmanes de Bosnia, víctimas de atrocidades
cometidas por los serbios. Por el contrario, no suscitaron ninguna
preocupación los ataques dirigidos por los croatas contra
los musulmanes y su participación en el desmembramiento
de Bosnia Herzegovina. Cuando comenzó la disgregación
de Yugoslavia, Alemania haciendo prueba de un independencia diplomática
y de una energía poco habitual empujó a los once
miembros de la Comunidad Europea a adherirse a su punto de vista
y reconocer a Eslovenia y Croacia. Por su parte, el Vaticano los
reconoció rapidamente, incluso antes que la C.E. lo hiciera,
porque le importaba sobremanera apoyar a estos dos países
católicos. Luego Estados Unidos se alinearon con la posición
europea. Así los principales miembros de la civilización
europea hicieron un bloque detrás de sus correligionarios.
[...] Occidente es hoy en día la máxima potencia
con respecto a otras civilizaciones.
[...] Los problemas políticos y de seguridad mundial son
arbitrados, en efecto, por un directorio formado por Estados Unidos,
Gran Bretaña y Francia; los problemas económicos
mundiales los administra un directorio formado por Estados Unidos,
Alemania y Japón.
[...] Las decisiones tomadas por el Consejo de Seguridad de la
ONU o por el Fondo Monetario Internacional reflejan los intereses
de Occidente, presentados al mundo como reflejo del deseo de la
comunidad mundial. Mismo las palabras "comunidad mundial"
son un eufemismo (en lugar de "mundo libre") destinado
a conferir legitimidad mundial a las acciones que reflejan los
intereses de Estados Unidos y de otras potencias occidentales.
A través del FMI y de otras instituciones económicas
internacionales, Occidente promueve sus intereses económicos
e impone a otros países la política económica
que juzga correcta.
[...] En efecto, Occidente utiliza de hecho las instituciones
internacionales, el poder militar y sus recursos económicos
para dirigir el mundo de tal manera que pueda mantener la preeminencia
occidental, proteger los intereses occidentales y promover los
valores occidentales, ya sean políticos como económicos.
[...] En el futuro, el eje central de la política mundial
será probablemente retomando la fórmula de Kishore
Mahbubani el conflicto entre "Occidente y el resto del mundo".
[...] La fórmula más visible de esta cooperación
es la conexión islamoconfuceana que ha venido a desafiar
los intereses, los valores y el poder Occidental.
[...] Nos encontramos en presencia de una nueva forma de carrera
armamentista entre los Estados islamoconfuceanos y Occidente.
La estrategia norteamericana
Dos documentos del Pentágono, uno bajo la dirección
de Paul D. Wolfowitz, el otro del almirante Jeremia, adjunto del
presidente del Comité de Jefes del Estado Mayor, son bien
explícitos. A continuación, cuatro extractos:
- "en definitiva, el orden internacional está garantizado
por Estados Unidos", quienes "deben estar preparados
para actuar independientemente cuando una acción colectiva
no puede ponerse en práctica o en caso de una crisis que
necesite una acción inmediata."
- "debemos actuar, en vistas a evitar la emergencia de un
sistema de seguridad exclusivamente europeo que podría
desestabilizar la OTAN."
- "La integración de Alemania y de Japón en
un sistema de seguridad colectivo dirigido por Estados Unidos."
- "convencer a los eventuales rivales que no aspiran a tener
un papel más importante." Para lograrlo es necesario
que este estatuto de superpotencia único "sea perpetuado
por un comportamiento constructivo y una fuerza militar suficiente
como para disuadir cualquier nación o grupo de naciones
que desafíen la supremacía de Estados Unidos"
y éstos "deben tener bien en cuenta los intereses
de las naciones industriales avanzadas para persuadirlos de no
desafiar el leadership (norteamericano) o poner en duda el orden
económico y político establecido."
Fuentes: citas de Paul Marie de la Gorce
(Director de la revista Défense nationale
en Le Monde Diplomatique, de abril 1992.
3.- La cruzada sionista
"¿Hay que preferir Palestina o Argentina? La Sociedad
tomará lo que se nos dé, teniendo en cuenta las
manifestaciones de la opinión pública judía
con respecto a esto. Ella tomará en cuenta una y otra.
Argentina es uno de los países naturalmente más
ricos de la tierra, con una superficie colosal, con una baja densidad
de población y un clima templado. La República Argentina
tendrá gran interés en cedernos un trozo de su territorio.
Las actuales infiltraciones judías han producido, es cierto,
malhumor. Por lo tanto, habrá que explicar a la República
Argentina la diferencia esencial de la nueva migración
judía.
Palestina es nuestra inolvidable patria histórica. Sólo
este nombre será un grito de adhesión poderosamente
conmovedor para nuestro pueblo. Si Su Majestad el Sultán
nos diese Palestina, podríamos hacer el esfuerzo de arreglar
completamente las finanzas de Turquía. Para Europa, nosotros
constituiríamos una parte de la muralla contra Asia, nosotros
seríamos el centinela avanzado de la civilización
contra la barbarie. Nosotros permaneceríamos, como Estado
neutro, en relación constante con toda Europa, quien debería
garantizar nuestra existencia."
(Théodore Herzl: L'Etat juif. 1897. Librería
Lipschirtz. pág. 94/95)
La estrategia israelí
Un testimonio preciso, extraído de un artículo de
la revista Kivounim (Orientaciones) publicado en Jerusalén
por la Organización Sionista Mundial sobre "los planes
estratégicos de Israel para los años ochenta":
"En tanto cuerpo centralizado, Egipto es ya es un cadáver,
sobre todo si tenemos en cuenta los enfrentamientos cada vez más
fuertes entre musulmanes y cristianos. Nuestro objetivo político,
para los años 1980 en el frente occidental, será
la división geográfica de este país en distintas
provincias.
Una vez que Egipto haya sido dislocado y privado de poder central,
países como Libia, Sudán y otros más alejados,
conocerán la misma disolución. La formación
de un Estado copto en el Alto Egipto, y en aquellas pequeñas
regiones de poco importancia, es la llave de un desarrollo histórico,
actualmente retrasado por el acuerdo de paz, pero a largo plazo
la formación de este Estado será inevitable.
A pesar de las apariencia, el frente oeste presenta menos problemas
que los del este. La partición del Líbano en cinco
provincias anticipa lo que pasará en el conjunto del mundo
árabe. La fragmentación de Siria y de Irak, en regiones
determinadas que se basan en criterios étnicos o religiosos,
debe ser a largo plazo un objetivo prioritario para Israel. La
primera etapa será la destrucción del poder militar
de esos Estados.
La estructura étnica de Siria la deja expuesta a un desmantelamiento
que podría desembocar en la creación de un Estado
chiíta a lo largo de la costa, de un Estado sunnita en
la región de Alep, otro en Damas, y también una
entidad druza que podría desear crear su propio Estado
quizás en nuestro Golan, en todo caso, con Houran y el
norte de Jordania La creación de un estado de este tipo
será garantía de paz y seguridad para la región.
Es un objetivo que ya está a nuestro alcance.
El Estado de Irak, rico en petróleo y víctima de
luchas intestinas, está en nuestra mira. Su disolución
será para nosotros más importante que la de Siria,
ya que es Irak a corto plazo la más seria amenaza para
Israel."
Fuente: Kivounin. Jerusalén. N·14, febrero 1982.
Pág. 49/59
(El texto integral, del original en hebreo, está reproducido
en mi libro: Palestina, tierra de mensajes divinos. Ed. Albatros.
París 1986, pág. 377/387, y en su traducción
francesa a partir de la pág. 315.)
4.- Análisis y juicios
Georges Kennan
Georges Kennan, jefe del State Department Planning Staff fue separado
por que se lo consideró como muy "palomo" para
el poder. Él había escrito en 1948:
"Nosotros poseemos alrededor del 50 % de las riquezas mundiales,
pero sólo el 6,3 % de población En esta situación,
es inevitable que nosotros seamos objeto de celos y de resentimientos.
Nuestra verdadera tarea en el futuro será desarrollar un
sistema de relaciones de desigualdad sin poner en peligro nuestra
seguridad nacional. Para realizar esto, debemos deshacernos de
toda sensibilidad, y dejar de soñar despiertos. Nuestra
atención deberá concentrarse por todos lados sobre
nuestros objetivos nacionales inmediatos. Hoy por hoy, no podemos
permitirnos el lujo del altruismo y de la beneficencia a escala
mundial. Por ejemplo, con respecto a Extremo Oriente, debemos
dejar de hablar de objetivos vagos e irrealizables, como los derechos
del hombre, o elevar el nivel de vida y la democratización
de esos países. Francamente, se aproxima el día
en que nosotros deberemos actuar en puros términos de relación
de fuerza. Cuanto menos estemos atados a eslóganes idealistas,
mejor será."
Fuente: Policy Planning Studies (P.P.S. del 23 de febrero
de 1948)
Noam Chomsky
"La política extranjera de Estados Unidos está
concebida para crear y mantener un orden internacional en cuyo
marco las empresas de este país, pueden prosperar, un mundo
de `sociedades abiertas', lo que significa, sociedades abiertas
a las inversiones fructíferas, favorables a la expansión
del mercado de exportaciones y a las transferencias de capitales,
así como a la explotación de recursos humanos y
materiales por empresas norteamericanas y sus sucursales locales.
Las `sociedades abiertas', en su verdadera acepción del
término, son sociedades abiertas a la penetración
económica y al control político de Estados Unidos.
La historia de América Central y del Caribe, y de otras
regiones, demuestran cómo hay que comprender estas bellas
palabras: una forma de captar el apoyo público para las
cruzadas destinadas a defender esta Libertad, esto es lo que verdaderamente
cuenta.
En la percepción de los gestionarios norteamericanos, el
mundo está poblado de enemigos de esta libertad que buscan
limitar el libre ejercicio de nuestro derecho fundamental de robar
y de explotar."
Fuente: Noam Chomsky en Ideología y poder. Ed. EPO.
pág. 9
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos elaboró
sus planes geopolíticos:
"Grupos de estudios del Council of Foreign Relations (por
el cual se realiza de forma privilegiada la influencia del mundo
sobre los asuntos de política extranjera) y el State Department,
formularon el concepto de lo que ellos denominan la `Gran Región'
(Gran Area), que debía ser sometida a los intereses de
la economía norteamericana, y que debía comprender
al menos el hemisferio occidental, el Extremo Oriente y el Antiguo
Imperio Británico.
Había que desarrollarla, en la medida de lo posible, para
hacer un sistema global que comprendiera de todas formas a Europa
occidental y las excepcionales reservas de energía del
Medio Oriente, que estaban por lo tanto en vías de pasar
a manos de norteamericanos."
Fuente: Noam Chomsky en Ideología y poder. Ed. EPO.
pág. 20
Detrás de la cruzada contra el terrorismo
El 5 de agosto, el presidente William Clinton firmó la
Ley de Amato-Kenedy anunciando que consideraba a Irán y
Libia fuera de la ley internacional. Cuando sucedió el
atentado de Lockerbie (contra el avión de compañía
PanAmericana, el 20 de diciembre de 1988) tuvo la astucia de anunciarlo
frente a las cámaras de televisión, junto con los
padres y próximos de las víctimas. Hizo responsable
a Libia a pesar de las investigaciones paralelas que desmienten
esta versión de los hechos. Fue bien simbólico,
y la ceremonia fue también significativa de la política
que Washington intenta poner en práctica: el terrorismo
está designado como el enemigo supremo, la opinión
pública se moviliza sobre este tema y los países
culpables son considerados como enemigos de Estados Unidos; para
comenzar, el arma utilizada contra ellos será la sanción
económica y, en la medida de lo posible, un bloqueo total.
Las decisiones unilaterales de Washington constituyen una clara
violación de los principios elementales de la Organización
Mundial del Comercio. La adopción de estas decisiones de
la administración norteamericana es un abandono claro de
sus compromisos internacionales. La lucha antiterrorista a escala
mundial constituye uno de los ejes de la política extranjera
del presidente de Estados Unidos y será evocada cada vez
que a la diplomacia norteamericana le haga falta.
La opción electoral elegida en vista del escrutinio presidencial
de noviembre de 1996 fue, ciertamente, la Ley Helms-Burton del
12 de marzo de 1996, que reforzó el embargo contra Cuba.
Esta ley podía tener una fuerte resonancia ante los 400.000
norteamericanos de origen cubano que votan en el estado de Florida.
No obstante, Robert Dole rival republicano de William Jefferson
Clinton, no perdió una sola ocasión para ir más
allá en cuanto a las intenciones antiterroristas de su
adversario, denunciando como "flojo" el comportamiento
de la administración demócrata, con respecto a Cuba
como a Irán.
El gobierno norteamericano presenta, hoy en día, al terrorismo
como el objetivo a combatir y eliminar, y ofrece del mismo un
panorama global y sistemático pero deliberadamente esquemático
y teatral. "El terrorismo será una de las amenazas
más significativas dirigida contra nuestra seguridad en
el curso del siglo veintiuno", dijo el presidente Clinton
en vísperas de la reunión que lo llevara a la presidencia,
el 30 de julio de 1996, ante los ministros de asuntos extranjeros
y del interior de los G7. Este tema fue desarrollado periódicamente
en un informe publicado por el Departamento de Estado, que hizo
un balance de las actividades terroristas en el mundo y definela
política norteamericana a este respecto.
De su lectura surgen tres puntos esenciales: los terroristas no
son más que criminales y, en consecuencia, ningún
acuerdo de ningún tipo deberá hacerse con ellos;
deberán ser perseguidos hasta que sean condenados rigurosamente;
deberemos ejercer una presión masiva y permanente aplicando
en forma draconiana medidas políticas, diplomáticas
y económicas, y en caso de fracasar recurrir a otros medios
contra los Estados que protejan a los terroristas, los armen,
los subvencionen y los utilicen.
En esta aproximación categórica, ningún contexto
social, nacional, regional o mismo político y militar será
tomado en cuenta. En marzo de 1996, The Economist cuestionó:
"El terrorismo no es un fenómeno simple, ni bien demarcado,
ni obra de niños malos que todos nosotros queremos condenar.
¿Quién es o quién no es terrorista? ¿El
que pone una bomba suicida, el guerrillero rebelde, el frente
de liberación, las Fuerzas Armadas de un Estado?".
En todo caso, esta concepción de la administración
Clinton quiere prevalecer y pretende ser objetiva. De cierta manera,
presenta su política como una nueva fase de lucha del bien
contra el mal, en nombre del cual pretende movilizar el resto
del mundo alrededor de sus elecciones y de sus análisis.
Si no se inspiran de una simple preocupación electoral,
los verdaderos objetivos que persiguen no obedecen tampoco a esta
visión ideal de bien. Nada más significativo que
la lista de Estados designados como particularmente culpables
de mantener el terrorismo: Irán, Libia, Sudán. Piénsese
lo que se piense de sus regímenes y de sus actividades
exteriores por cierto, muy diferentes en los tres casos evidentemente
se trata de países donde los cambios políticos finalizaron,
de una manera o de otra, con las empresas que Estados Unidos controlaba
anteriormente. Tal fue el caso de la revolución de 1969
en Libia que provocó el desmantelamiento de las bases angloamericanas
sobre su territorio; el derrocamiento en 1985 de la dictadura
del presidente Nemeiry en Sudán, particularmente asociada
a la política norteamericana en la región; y la
caída de 1979 del régimen de Chah, sobre el cual
Washington ejercía una especie de protectorado.
Igualmente, fueron reveladoras algunas ausencias en esta lista,
como por ejemplo Irak, que se encontraba pero fue retirada en
el momento de la guerra entre Irak e Irán, cuando el presidente
Saddam Hussein se aproximó significativamente a Estados
Unidos. Estos deciden apoyarlo y restablecer sus relaciones económicas
y diplomáticas con Bagdad. Igualmente Siria, que se encontraba
siempre en la lista de Estados sospechosos de colaborar con el
terrorismo, cuando en estos últimos años no estuvo
de ninguna manera implicada, sino que por el contrario representaba
una interlocutor mayor en las negociaciones de paz en el Cercano
Oriente; e Israel, finalmente, donde los servicios especiales
fueron a mùenudo los encargados de matar a los adversarios
fuera de sus fronteras. Estos ejemplos son suficientes para demostrar
que la campaña antiterrorista de Estados Unidos se inscribe
antes que todo en el marco de la política extranjera norteamericana
y que le sirve de pertexto.
En los últimos meses, la Casa Blanca dio a esta cruzada
una dimensión internacional espectacular, primeramente
con la conferencia de Charm el-Cheikh, el 13 de marzo de 1996,
al día siguiente de los atentados de Jerusalén y
Ashkelon y en la víspera de la crisis israelo-libanesa,
durante la reunión cumbre de jefes de Estado y de los gobiernos
de los siete países más ricos del mundo, en Lyón,
en el mes de junio. Improvisada, la conferencia de Charm el-Cheikh
se comvocó a toda prisa para reforzar al candidato Shimon
Peres, entonces primer ministro, en vistas de las elecciones previstas
en Israel, algunas semanas más tarde. A distintos niveles,
todos los gobiernos participantes querían concurrir y suscribieron
naturalmente a las declaraciones antiterroristas a que fueron
sometidos. Pero el presidente Clinton quiso aprovechar la situación
para señalar especialmente a Irán como el responsable
del terrorismo en la región, de conformidad con las afirmaciones
repetidas por el gobierno israelí. Pudimos, en esa ocasión,
verificar que la diplomacia norteamericana, bajo la bandera de
la lucha antiterrorista, reconstruía para su provecho una
coalición análoga a la de la guerra del Golfo, dirigida
esta vez contra Irán, que Estados Unidos consideró
como su enemigo privilegiado, como había hecho con Irak
seis años antes.
La etapa de Lyón fue aún más significativa.
Como en Charm-elCheikh, el presidente Clinton quiso hacer de la
cuestión del terrorismo el tema esencial de la cumbre de
los G7, el 28 de junio de 1996. De nuevo, la República
Francesa se opuso para evitar que fueran minimizados o dejados
de lado otros temas propuestos. Washington le ganó a París.
Al final de una cena, que reunió a los siete jefes de Estado
y de gobierno, logró que se adoptara por unanimidad una
declaración sobre el terrorismo. Este documento, condenando
naturalmente el terrorismo como "desafío mayor para
el conjunto de nuestra sociedad y de nuestros Estados", aludía
particularmente al atentado del 25 de junio de 1996 contra la
guarnición norteamericana de la base saudita de Khobar,
calificada como "acto bárbaro e injustificable".
Este documento expresaba la "total solidaridad" de los
firmantes con Estados Unidos y Arabia Saudita. Con eso los miembros
del G7 se pronunciaron implícitamente en favor del mantenimiento
de los dispositivos militares norteamericanos en el Golfo. Sin
embargo esto, lo sabemos bien, fue tenazmente combatido por todas
las fuerzas sociales y políticas que juzgaban inaceptable
la intervención en la región, en cuanto era incompatible
con la independencia de su país. De nuevo, el episodio
es revelador del propósito estratégico que recubre
la campaña antiterrorista orquestada por la Casa Blanca,
pero también de su aptitud para obtener el apoyo de sus
colaboradores.
Como quiera que sea, la ausencia de toda condenación explícita
y nominal manifestaba estruendosamente las reservas, e incluso
la hostilidad suscitada por la política norteamericana
con respecto a los países que señala como culpables
del terrorismo. Los Estados europeos rápidamente se negaron
a conformarse a las exigencias de la ley de Amato-Kennedy, así
como con Canadá a ordenar a las empresas someterse a las
prohibiciones previstas por la ley Helms-Burton contra Cuba. Sin
embargo, esta resistencia no debería ser sobrestimada,
Europa no adoptó ninguna medida de represalia y la intención
fue más bien la de reducir las divergencias y evitar todo
lo que pudiese aparecer como el inicio de un ciclo de represalias
financieras y comerciales.
Sólo algunas horas después de la firma de la ley
de Amato-Kennedy, por parte del presidente Clinton, el portavoz
del Departamento de Estado, Nicholas Burns, puso directamente
en acusación los intereses franceses en Irán, declarando
que "En el futuro debemos castigar a las empresas que toman
el lugar de Conoco (la compañía norteamericana)
y obtienen un contrato que hubiese sido beneficioso para esta
compañía norteamericana." Con amenazas de este
tipo, es de temer que las empresas europeas, aún si invocan
la no retroactividad de la ley de Amato-Kennedy y las consignas
de sus gobernantes, tengan miedo de recibir represalias norteamericanas
en el futuro si intentan realizar proyectos de inversiones y de
desarrollo en Irán y en Libia, de donde provienen el 20%
del aprovisionamiento de carburante para la Unión Europea.
Por el contrario, países como China u otros de Extremo
Oriente serían menos sensibles a semejantes presiones.
La campaña antiterrorista llevada a cabo por Estados Unidos
casi siempre designa a un enemigo principal: el islamismo radical,
contestatario y aún revolucionario, del cual ven la raíz
y el ejemplo en Irán. Esta acusación, de ahora en
más casi exclusiva, no corresponde sin embargo a a la heterogeneidad
de los actos terroristas en sí mismos. Nada tuvieron que
ver los iraníes en el atentado del 19 de abril de 1995
en Oklahoma, sino que se trataba de un grupo de extrema derecha;
ni tampoco en el caso del 9 de octubre de 1995 contra un tren
Miami-Los Angeles, reivindicado por un grupo autonominado "los
hijos de la Gestapo"; ni en el del 3 de abril de 1996, donde
un doctor en matemáticas, Theodore Kaczynski, recurría
a la práctica de colocar bombas en envíos postales;
o menos aún el caso de los Freemen que, en la primavera
de 1996, resistían a la policía en su granja en
Montana. Esto no quita que, para Norteamérica, cierto islamismo
es el principal inspirador y actor del terrorismo.
La oposición a las fuerzas políticas y a los Estados
que se presentan como derivados de una concepción integrista
del Islam, por otro lado no constituyen de manera alguna una constante
o una tradición en la política norteamericana, sino
todo lo contrario.
Cronológicamente, Estados Unidos se asentó en el
Cercano Oriente vía Arabia Saudita, donde los intereses
petroleros fueron preponderantes entre las dos guerras mundiales;
después, Washington jamás dejó de ser el
socioprivilegiado de este Estado, que es, aún hoy, uno
de los más rigurosos islamistas del mundo. También
protegen estrechamente la dictadura del presidente Jaafar El Nemeiry
en Sudán, quien fue el primer ministro en el continente
africano en querer aplicar la "charia" a toda la legislación
del país. Y además eligió como socio esencial
en el sudoeste de Asia al régimen del presidente Zia Ul
Haq. Sin olvidar que Estados Unidos alienta, instruye y arma las
organizaciones que en Afganistán se opusieron al régimen
mantenido por la Unión Soviética, basándose
en el islamismo más radical e integrista (los Talibanes).
Cometeríamos un grave error al subestimar la influencia
de estas confabulaciones en el desarrollo de las actividades terroristas
de estos últimos años, y en primer lugar las consecuencias
de la guerra de Afganistán.
Alrededor de 15 mil hombres provenientes de 10 países fueron
a combatir al lado de las organizaciones islamistas afganas. Se
entrenaron en el mismo campo y se impregnaron de la misma ideología.
A fin de cuentas, constituyeron muchas organizaciones destinadas
a actuar en otros teatros de operaciones, y que guardaron entre
sí lazos más o menos estrechos.
Egipto fue el primer campo de acción de uno de estos grupos:
organizaron el asesinato del presidente Anouar El Sadate, después
el del presidente de la Asamblea nacional, Rifaat El Mahjoub,
en septiembre de 1990, finalmente el asesinato del escritor Farag
Foda, el 8 de junio de 1992. Sus hombres se replegaron, parece
ser, en territorio sudanés, antes de atravesar periódicamente
la frontera. Uno de sus dirigentes es Mohamed Chawki El Islambouli,
hermano de Khaled El Islambouli, el asesino de Anouar El Sadate.
Encontramos en Argelia lazos con Afganistán. La primera
organización islamista clandestina, el Movimiento Islámico
Armado, tuvo como jefes a, primero, un antiguo combatiente en
Afganistán, se trata de Tayeb El Afghani, que atacó
el puesto fronterizo de Guemmar en noviembre de 1991, y después
Mourad El Afghani, quien dirigió el asalto contra el almirantazgo
de Argelia; Kamreddine Kherbane y Hajj Bounoua, quienes tomaron
como base Francia.
Igualmente, desde el monte afgano proviene el principal responsable
del moudjahidins de Bosnia, Abou El Maadi. Su cuartel general
está en Zénica y sus tropas han estado largo tiempo
incorporadas al tercer batallón de la milicias bosnias
musulmanas. El financiamiento de estos últimos fue asegurado
por varios países musulmanes, sobre todo de Arabia Saudita,
cuyo soberano en persona entregó al presidente Alija Izetbegovic,
en su viaje a Riyad, 40 millones de dólares, a los que
se agregarán 43 millones más provenientes de los
emires del Golfo. Casi 2.500 hombres llegaron también de
Afganistán hacia Bosnia, vía Albania, en el momento
de los más duros enfrentamientos entre musulmanes y croatas.
La presencia de los grupos islamistas armados en Bosnia causó
ciertamente muchas dificultades, a tal punto que una de las disposiciones
consecutivas a los acuerdos de Dayton, hablaba sobre el retiro
de este grupo. Lo cual no quita que estos grupos siguen permaneciendo
en Bosnia, donde disponen de impresionantes reservas monetarias.
Más allá de estos episodios significativos del carácter
aleatorio y también equívoco de la política
norteamericana con respecto al fenómeno terrorista, la
hostilidad de Estados Unidos hacia el Islamismo, considerado como
el generador del terrorismo, está guiada por las consideraciones
políticas y estratégicas ya conocidas: la voluntad
de derribar o al menos de debilitar el régimen iraní;
la confrontación del Hamas palestino y el Hezbollah libanés,
comprometidos ambos en un combate paralelo contra Israel. En el
discurso antiterrorista en Washington es importante reconocer
el instrumento de estas elecciones.
Extracto del artículo: "última cruzada de Clinton
contra el terrorismo ", redactado por Paul-Marie
de La Gorce en Le Monde Diplomatique. febrero 1995. p.15
Dom Helder Camarra
El arzobispo de Olinde y de Recife (Brasil) explica este problema
de manera decisiva, en su libro Espiral de la violencia, en nombre
del primer continente que había sufrido más que
otros la opresión colonialista, distinguiendo tres tipos
de violencia:
1.- la violencia institucional, que impone a multitudes la injusticia
de condiciones de vida inhumana;
2.- la violencia revolucionaria, que se dirige contra la primera;
3.- la violencia represiva que, al servicio de la primera, destruye
la segunda.
La hipocresía consiste en llamar violencia sólo
a la segunda.
Los pueblos colonizados, después de cinco siglos, y los
europeos, bajo la dominación hitleriana, han conocido la
impostura que consiste en confundir bajo el nombre de terrorismo
lo que en realidad es la resistencia a la opresión y a
los crímenes más sórdidos.
Teniendo en miras una nueva dominación mundial, los dirigentes
norteamericanos y sus cómplices retoman el mismo lenguaje.
e) Las Naciones Unidas y la Pax Americana
"Preservar las generaciones futuras de la calamidad de la
guerra que, dos veces en la duración de una vida humana,
ha infligido a la humanidad indecibles sufrimientos."
Tal es el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas
decretada en 1945 por los vencedores de la guerra mundial provocada
por la Alemania de Hitler.
Para establecer y mantener un orden de paz internacional, la Carta
a establecido tres principios:
Los Estados son todos soberanos (Artículo 2-1)
Los diferendos deben ser resueltos por los medios pacíficos
(Artículo 2-3)
En consecuencia, recurrir a la fuerza está prohibido (Artículo
2-4)
La Organización de las Naciones Unidas, instrumentada para
la aplicación de la Carta, fue construida bajo el modelo
teórico de las democracias occidentales, según la
presunción arrogante de su universalidad.
Pero de este modelo, cuyo carácter universal es primeramente
imperialista, el sistema dispuesto presenta una desviación
de peso, ya que el poder ejecutivo, constituido por el Consejo
de Seguridad, comprende cinco miembros inamovibles beneficiarios
de un exorbitante poder. Esto pone en evidencia el extremo opuesto
del principio democrático: ni los abusos de poder, ni las
faltas, pueden ser sancionadas.
A fin de cuentas, jueces y partes de la oportunidad de decisiones
por las cuales están comprometidas las naciones del mundo,
los cinco miembros permanentes disponen de un poder arbitario.
En estas condiciones, el control de las decisiones de los cinco
miembros permanentes del Consejo de Seguridad por los miembros
que componen la Asamblea de las Naciones Unidas, es totalmente
ficticio.
De la arbitrariedad al totalitarismo, la puerta esta permanentemente
abierta sólo a los miembros poderosos: los Estados Unidos
que ya no están hoy en día sometidos al contra poder
de la Unión Soviética.
Totalitarismo particularmente evidente en la utilización
abusiva de los embargos, decretados según cálculos
norteamericanos, en función de sus intereses políticos,
comerciales y demagógicos.
Ahora bien, el embargo es el tipo de medida que viola la Carta
de las Naciones Unidas. En efecto, la Carta prohibe expresamente
recurrir a la amenaza y a la fuerza contra la independencia política
de todos los Estados.
¿Qué otros objetivos que la evicción de los
dirigentes políticos puede haber en los casos siguientes:
Corea del Norte, bajo un embargo desde 1951;
Cuba, desde 1962;
Irak, desde 1991;
Libia, desde 1992;
Sudán, desde 1995?
En un mundo dominado por la tiranía económica de
los occidentales, el embargo medida de fuerza y de violencia económica
es el modelo moderno del bloqueo.
Con la diferencia de que el derecho de guerra que se deriva de
convenciones diplomáticas internacionales sometía
el bloqueo a reglas estrictas, relativas a su notificación
y a su efectividad.
Popr el contrario ¿qué constatamos en la práctica
norteamericana de los embargos, a través del ejemplo de
Irak?:
Este Estado satisfizo todas las exigencias del Consejo de Seguridad,
y no obstante, el levantamiento del embargo fue dilatado bajo
nuevos y falaces pretextos impuestos por la administración
Clinton para impedir el retorno del petróleo iraquí
al mercado.
Recordemos que, con respecto a la ventas de armas, los mejores
contratos han sido concertados por los occidentales gracias al
embargo sobre el armamento decretado durante la guerra entre Irán
e Irak, sabiamente sostenido durante más de nueve años.
Contratos clandestinos, no sometidos abiertamente a la competencia,
no fiscalizados, mejor pagados por razones de las penurias que
la población sufre a causa del embargo, son los más
buscados por las firmas occidentales.
Los pueblos rehenes, con el fin de provocar la rebelión
contra sus dirigentes y un terreno propicio para concretar mejores
contratos comerciales, tales son las características del
embargo.
"Nuestros intereses están por todos lados donde estén
los recursos que nos sean útiles" decía la
doctrina Monroe, presidente de Estados Unidos de Norteamérica;
puesta al día, la pax americana se ha vuelto "La moral
política está allí donde están nuestros
intereses económicos".
La Carta de la ONU no era más que un bello discurso, en
el cual Hiroshima inmediatamente ha demostrado el artificio mentiroso
En realidad, el mantenimiento de la paz vista desde Estados Unidos
de Norteamérica es primeramente el mantenimiento del Orden,
si es necesario, por la fuerza y en ciertos casos poniendo como
rehenes a los pueblos con aplicación de embargos, sin hablar
de los bombardeos contra inocentes, el acto más injusto.
Isabelle COUTANT PEYRE
INDICE
Introducción : Una nueva variante: El conflicto entre civilizaciones
I - Diez siglos de cruzadas
II Los objetivos de la última mitad de siglo
A De Irak a Irán (y Sudán)
B __ Libia
C __ Cuba
III El comienzo de la lucha contra la hegemonía de los
cruzados
CONCLUSIÓN: ¿Cómo terminar con las cruzadas?
ANEXOS
(Textos y documentos)
1.- Un ejemplo revelador de las nuevas Cruzadas: Pinochet y Chile.
2.- La cruzada norteamericana: El choque de las civilizaciones
(Samuel P. Huntington)
La estrategia americana
3. - La cruzada sionista.
La estrategia israelí
análisis y documentos :
a) Kennan
b) Chomsky
c) Detrás de la Cruzada contra el terrorismo
d) dom Helder Camara
e) Naciones Unidas y Pax Americana(Contraportada)
comprender para actuar
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
En el caos de las "informaciones" (desinformaciones)
y el desierto del pensamiento único, o sea la ausencia
del sentido, A CONTRANOCHE es un hilo conductor, es un camino
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A CONTRA NOCHE , n. 1, febrero de 1999 : La cruzada de los
asesinos 2/2