[91]
0 INTRODUCCION
0.1 GENESIS Y OBJETO
Desde hace tiempo he tenido curiosidad por conocer las informaciones
de que dispon'an el gobierno polaco en el exilio y el movimiento
clandestino polaco en el interior de Polonia -- la resistencia
-- sobre el campo de concentración alemán de Auschwitz.
A esta cuestión he dedicado ya un trabajo(1). All' indiqué
que la resistencia polaca y, por ende, el gobierno polaco en el
exilio, conoc'an lo que ocurr'a en el interior de Auschwitz. Miembros
de diferentes organizaciones de la resistencia estaban bien situados
en los centros neurálgicos del campo de concentración,
como la oficina central, el hospital, la oficina de construcciones,
la oficina de asignación de trabajo y la sección
pol'tica. Es evidente que la resistencia no pod'a desconocer los
principales acontecimientos ocurridos en el campo, especialmente
el presunto exterminio masivo de jud'os.
En esta ocasión, mi interés se ha centrado en el
estudio de las informaciones manejadas por la resistencia sobre
el principal instrumento con el que, supuestamente, se llevó
a cabo tal exterminio masivo: las cámaras de gas homicidas.
0.2 FUENTES
La mayor parte de los documentos estudiados procede de los archivos
de la Delegatura.
La Delegatura desempeó de 1940 a 1945 la
[92]
representación del gobierno polaco, entonces exiliado en
Londres. La Delegatura ten'a facultades ejecutivas y dispon'a
de las secciones propias, equivalentes a los ministerios, de una
administración pública. Territorialmente se extend'a
por toda la geograf'a de Polonia con arreglo a las fronteras del
1 de septiembre de 1939, dentro de las que estableció delegaciones
provinciales, de distrito y municipales. La Delegatura
constitu'a de hecho un gobierno alternativo que rivalizaba con
el del ocupante alemán. En definitiva, era un "estado
clandestino" con su propio sistema de educación, su
propio sistema legal y sus propias fuerzas armadas, denominadas
Armia Krajowa o Ejército del Interior(2) .
Uno de los organismos en que se divid'a administrativamente la
Delegatura era el "Departamento de Información
y Prensa (Departament Informacji y Prasy)", que se
desgajaba en dos secciones: Oriental y Occidental. La "Sección
Occidental (Sekcja Zachodnia)" se atribu'a el papel
de organizador de la conspiración en la parte anexionada
por el Reich y, en concreto, en Auschwitz, que hab'a sido incorporado
a Alemania en 1939. Por tanto, dirig'a las acciones clandestinas
en el campo de concentración. La "Sección Occidental"
se compon'a de cinco departamentos. El más importante era
el "Departamento del Servicio de Información (Wydzial
sIuzby Informacyjnej)". Sus agentes colaboraban estrechamente
con la agencia de espionaje del Armia Krajowa y con las
redes de información de los partidos pol'ticos integrados
en la Delegatura. A través de estos organismos llegaban
los informes a la organización central en Varsovia, de
cuyos archivos proceden casi todos los textos recogidos en este
trabajo.
Tras la guerra, los documentos de la Delegatura fueron
depositados en los archivos del Instituto de Historia del Partido
del Comité Central
[93]
del Partido Obrero Polaco Unificado (comunista) e identificados
con la signatura 202. Tras la disolución de este partido
en 1990, fueron transpasados a la "Dirección
Principal de los Archivos Estatales (Naczelna Dyrekcja Archiwów
Panstwowych)", en Varsovia, donde se encuentran actualmente.
Los documentos estudiados pueden clasificarse en cuatro grupos:
informes periódicos de la situación, enviados
a Londres en forma de microfilms por medio de correos; partes
semanales de cuestiones urgentes, generalmente transmitidos por
radio; boletines confidenciales destinados a las distintas organizaciones
clandestinas; y, por último, informes detallados que serv'an
de base a los anteriores y que están generalmente mecanografiados
en hojas sueltas de papel.
Gran parte de los documentos considerados en este trabajo han
sido publicados en la obra Obóz koncentracyjny Oswiecim
w Swietle akt delegatury rzadu RP na kraj [El campo de
concentración de Oswiecim (Auschwitz) a la luz de los documentos
de la delegación de1 gobierno de la República de
Polonia en el interior](3). Esta obra -que de ahora en adelante
denominaré Obóz- constituye un repertorio
documental, realizado aparentemente con afán exhaustivo,
de los informes relativos a Auschwitz que exist'an en los archivos
de la Delegatura. Los compiladores manifiestan que la publicación
de los documentos se ha realizado "conforme a los originales
conservados, sin omisiones ni tachaduras", corrigiendo únicamente
faltas de ortograf'a y signos de puntuación(4). Por alguna
razón no aclarada, Obóz no reproduce
documentos del período comprendido entre julio de 1944
y el 27 de enero de 1945, fecha en que el campo fue ocupado por
las fuerzas soviéticas.
Los restantes documentos examinados proceden de los archivos de
The Polish Underground [94]
Movement (1939-1945) Study Trust (Londres), de Yad Vashem (Jerusalém),
de la Public Record Office (Kew, Richmond, Gran Bretaa) y de la
Hoover Institution (Stanford University, Stanford, California).
Los archivos de The Polish Underground Movement (1939-1945) Study
Trust de Londres conservan parte de los documentos transmitidos
clandestinamente por la resistencia al gobierno polaco en el exilio.
All' he podido comprobar que hay algunos documentos que han sido
publicados en Obóz y que, tal como indican sus editores,
han sido reproducidos fielmente.
Se ha estudiado, por tanto, un material documental muy amplio
y que constituye, muy probablemente, el grueso de los documentos
manejados por la resistencia polaca en torno al campo de concentración
de Auschwitz.
0.3 METODO
He seguido la metodolog'a histórica tradicional.
En primer lugar he recopilado las fuentes, que he considerado
conveniente incluir en un repertorio documental al final del trabajo.
El lector interesado dispondrá as' de una vision panorámica
y podrá formarse una idea por s' mismo. He cre'do necesaria
tambien la inclusion de los textos en su lengua original junto
a la traducción. De esta manera, el lector con nociones
de lengua polaca tendra un acceso sin intermediarios a las fuentes
y podrá también detectar eventuales errores de traducción.
En la mayor'a de los casos he reproducido parcialmente los documentos,
ya que he tenido en cuenta solo aquellos fragmentos que hacen
alusión a
[95]
las cámaras de gas homicidas en particular y al procedimiento
de exterminio en general. He procurado respetar siempre el contexto.
De cualquier modo, el lector inquisitivo podrá consultar
la fuente original completa, que siempre he identificado de la
manera más precisa posible.
Si bien las referencias a las cámaras de gas son numerosas
en los documentos estudiados, especialmente a partir de 1943,
son en su mayor'a muy someras. En un alto porcentaje de casos
los documentos se limitan a mencionar simplemente que los transportes
de jud'os, prisioneros de guerra soviéticos y polacos iban
"a las cámaras de gas (do komór gazowych)",
o, más sucintamente, "al gas (na gaz)",
o que hasta determinada fecha cierto número de personas
hab'an sido "intoxicadas con gas (zagazowanych)".
He considerado que estas referencias no aportan nada al conocimiento
de las cámaras de gas y por esta razón no han sido
reproducidas.
Se ha pretendido compilar únicamente los documentos que
contienen textos descriptivos de las cámaras de gas en
cuanto realidad material, esto es, aquellos que nos indican cómo
eran, cómo funcionaban, dónde estaban, cuántas
hab'a y qué agente tóxico empleaban.
A continuación los documentos han sido sometidos a la cr'tica.
Es sabido que la labor de recopilación de fuentes debe
ir seguida de la cr'tica histórica, externa e interna,
cuya misión es averiguar el valor real de estas fuentes,
y en concreto su autenticidad y su credibilidad. Para realizar
esta función he seguido el procedimiento establecido por
los profesores franceses Langlois y Seignobos(5), tenido por un
clásico de la metodolog'a histórica.
Por último, se ha cotejado la información contenida
en los documentos de la resistencia sobre las cámaras de
gas con la versión difundida a partir
[96]
de 1945 con objeto de apreciar posibles discrepancias. Tras ello
se han establecido unas conclusiones.
Para localizar las citas se ha aadido al final de cada una de
ellas y entre paréntesis un número, que corresponde
al número con el que cada documento ha sido identificado
en el apéndice documental.
Se ha empleado tanto la denominación polaca -Oswiçcim-
como la alemana -Auschwitz- para citar la localidad donde estaba
situado el campo de concentración. Se ha seguido el criterio
de emplear en las traducciones de documentos la denominación
polaca y en el resto del trabajo la denominación alemana,
por ser ésta universalmente conocida. Se ha tenido en cuenta
el mismo criterio con el campo de Birkenau (en polaco: Brzezinka).
NOTAS
1. AYNAT, E.: Auschwitz & the Exile Government of Poland
in the "Polish Fortnightly Review".
2.DURACZYNSKI, E.: Delegatura, págs. 356-357.
3. "Zeszyty oswiçcimskie" [Cuadernos de Oswiecim]
(Pafistwowego Muzeum Oswiçecimiu), numer specjalny (I),
(1968), XXXIII + 194.
4. Obóz, pág. XIV.
5. LANGLOIS, Ch.- V.; y SEIGNOBOS, CH.: Introducción
a los estudios históricos. La primera edición
es de 1897.
[97]
1 CRITICA EXTERNA
Antes de utilizar un documento debemos preguntarnos de dónde
procede, quién es su autor y en qué fecha fue redactado.
Se considera que un documento cuyo autor, fecha y procedencia
se desconocen no sirve para nada. La primera tarea cr'tica del
historiador será, por tanto, realizar un análisis
interno del documento para averiguar esas circunstancias.
Al examinar los documentos de la resistencia, comprobamos que
las fechas se especifican en la inmensa mayor'a de los casos,
pero los autores, sin embargo, son siempre desconocidos. En principio
es lo que cabr'a esperar, ya que por motivos de seguridad -- la
resistencia polaca y los alemanes libraban una guerra implacable
-- los autores de los documentos deb'an guardar el anonimato.
Asumido este hecho obvio, el historiador no debe sin embargo darse
por vencido y renunciar a la obtención de datos sobre la
identidad y circunstancias de los autores. Por medio del análisis
de los documentos el historiador podrá seguramente obtener
datos interesantes.
En efecto, si analizamos los documentos observaremos en primer
lugar que en el encabezamiento de algunos de ellos aparecen como
seas de identificación ciertas cifras, claves o códigos
que corresponden a células clandestinas de información
y propaganda. Este dato demuestra que la transmisión de
información entre el campo de concentración y la
dirección de la Delegatura no era directa en estos
casos, sino que pasaba al menos por un organismo intermedio. Probablemente
la célula clandestina se limitaba a hacer seguir sin más
la información recibida del campo, pero no se puede descartar
que dicha célula "reelaborase" la información
recibida y
[98]
le diera un tono o una orientación particular.
A continuación se relacionan algunas claves o códigos
de células de información y propaganda que encabezan
varios documentos:
- 1631: se trataba probablemente de una célula de
la Sección de Información y Propaganda de la Dirección
Central del Armia Krajowa (1)
- D.I.: correspond'a al Departamento de Información
y Prensa de la Delegatura (2).
- 252/a-1: clave de una célula de la misma Sección
de Información y Propaganda que la 1631(3)
- S.Z.: Sector Occidental del Servicio de Información
del Departamento de Información y Prensa(4).
En segundo lugar, hay documentos presentados como "cartas"
e "informes de prisioneros" que --por razones obvias--
no desvelan ningún rastro de la personalidad de sus autores.
Hay, por ejemplo, una "carta escrita en el campo de Oswiecim"
(documento n. 7), una "carta de un prisionero de Oswiecim"
(documento n. 22) y una "traducción de los informes
de un SS funcionario de la oficina del campo de concentración
de Oswiecim" (documento n. 24), que según se indica
en el encabezamiento del texto"todav'a trabaja para nosotros".
En otros documentos aparece como autor un seudónimo ("Lichtenstein",
documento n. 27) o sólo una indicación del receptor
del documento de que conoce al autor ("conozco personalmente
al informador", documento n. 19).
Si bien es normal que en época de guerra y bajo una dura
ocupación se utilicen estos
[99]
subterfugios para ocultar la identidad de los autores de los documentos,
lo que ya no es tan normal es que su identidad siga siendo desconocida
muchos aos después del final de la guerra. Es significativo
que los editores de la obra Obóz, publicada en 1968,
no hayan identificado a ninguno de los autores. Por el contrario,
las escasas indicaciones existentes en esta obra acerca de la
personalidad de éstos deja entender que al menos alguno
de los documentos es apócrifo. En concreto, respecto al
relato supuestamente escrito por el miembro de la SS "funcionario
de la oficina del campo de concentración de Oswiecim",
ya citado, los editores de Obóz sealan que "su
nombre no ha sido determinado hasta el presente" y que "no
es imposible que el autor del documento fuera caracterizado como
un SS con objeto de inducir al error a las autoridades alemanas,
Para el caso de la ca'da del documento en sus manos"(5) .
En tercer lugar, tras la lectura de varios documentos queda patente
que la información recogida por los autores procede de
una fuente de segunda mano. Por ejemplo, en el informe elaborado
en Londres por un refugiado polaco (documento n. 19) se revela
que el autor obtuvo la información "de gente que fue
liberada" del campo de concentración. En otros casos,
el autor deja involuntariamente claro que se limita a recoger
habladur'as o rumores, ya que utiliza expresiones como "se
habla (mówi sie)" (documento n. 7), "se
cuenta (dzieje sie)" (documento n. 17), el informador
"ha o'do (s]yszal)" (documento n. 26), o "se
dice (podobno)" (documento n. 29).
La cr'tica externa, y en particular la cr'tica de procedencia,
debe averiguar, además, si las fuentes son verdaderamente
independientes. Se parte del principio de que los testigos independientes,
al narrar los mismos hechos, no se habrán situado para
observarlos en los mismos puntos y no dirán
[100]
exactamente las mismas cosas en los mismos términos. Los
sucesos históricos son tan complejos que es totalmente
inverosímil que dos observadores independientes los hayan
narrado del mismo modo.
Si leemos con atención la documentación y aplicamos
este principio con rigor, comprobaremos que gran cantidad de textos
se han basado unos en otros, que están intelectualmente
emparentados, o, por decirlo de otra manera, tienen "aire
de familia". En definitiva proceden de la misma fuente.
Veamos en primer lugar el caso de los sucesos singulares de los
que existen descripciones en varios documentos distintos.
El aniquilamiento de varios cientos de prisioneros soviéticos
y polacos en el bunker de Auschwitz es cronológicamente
una de las primeras ocasiones, según las fuentes de la
resistencia, en que se empleó gas tóxico con fines
homicidas. Aparece descrito en tres textos, que denominaremos
(a) (documento n.2), (b) (documento n.3) y (c) documento n.6)
y que pueden cotejarse en el apéndice documental. Un examen
de los tres textos demuestra que todos ellos tienen su origen
en una misma fuente. En el cuadro siguiente se exponen los puntos
de concordancia :
[101]
(a)
-- "odioso crimen (ohvdnej zbrodni)"
-- "la noche del 5 al 6 de septiembre (w nocy z 5 na
6.IX)
-- "se hizo entrar en el bunker (wtXoczono do bunkra)"
-- "a alrededor de (ok.) 600 prisioneros soviéticos
[...] así como a alrededor (ok.) de 200 polacos"
-- "se les envenenó con gas (wytruto ich qazem)"
(b)
-- "sombrío crimen (ponurej zbrodni)"
-- "En la noche del 5 al ó de septiembre (W nocy z
5 Na 6 wrzesnia) del ao 41"
-- "se hizo entrar en el bunker(wtloczono do bunkra)en 0swiecim"
-- "al alrededor de (ok.) 600 prisioneros civiles soviéticos
[...] Fueron incluidos alrededor de (ok.) 250 polacos
-- '' rompiéndose con los barrotes manos y pies"
-- "fueron envenenados con gases (wytruto gazami) "
(c)
--"during the night of September 5th to 6th last year"
--"were driven down to the underground shelter in Oswiecim"
--"about a thousand people [...] among them seven hundred
Bolshevik prisoners of war and three hundred Poles"
--"regardless of broken bones"
[102]
En definitiva, ha quedado claro que la que ha sido considerada
como la primera acción significativa de aniquilamiento
por medio de gas en Auschwitz se basa en una única fuente
(6).
Es también ilustrativo el resultado de cotejar los documentos
que describen el exterminio de los judíos húngaros
en la primavera de 1944. Si se comparan los tres textos que aluden
a este suceso, de nuevo se observa que están emparentados,
que al menos ciertos pasajes tienen su origen en la misma fuente.
A estos tres textos los denominaremos (a) (documento n.30), (b)
(documento n.32) y (c) (documento n.31). A continuación
se exponen los puntos de concordancia.
[103]
(a)
--"Los crematorios no dan abasto a la cremación (Krematoria
nie moga nadazyc z paleniem)"
--"Un equipo de dentistas [...] Otro equipo de'especialistas"'
--"examina con precisión las cavidades orales de todas
las víctimas para sacar las coronas de oro y plata; como
hay poco tiempo se rompen todas las mandíbulas"
-- "las manos en las vaginas de los cadáveres
de mujeres para buscar objetos de valor escondidos "
-- "Trabajan 4 crematorios, 1 fábrica de ladrillos
(cegielnia) y además
se incinera en hogueras al aire libre"
(b)
- "Los crematorios no dan abasto a la cremación de
cadáveres (Krematoria nie moga nadazyc z paleniem zwlok)"
-- "Grupos especiales"
-- "rompen los dientes con coronas de oro"
-- "buscan objetos de valor en las vaginas de las muJeres"
(c)
- "están en acción 4 crematorios
una fábrica de ladrillos (ceqielnia)y y a veces se incinera
en hogueras"
[104]
(a)
--En los próximos tiempos Oswiecim tiene que matar 1.200.000
judíos de Hungría".
(b)
(c)
-- "esta manera podrán ser ejecutadps todos los
judíos húngaros : 1.200.000"
[105]
En consecuencia, el cotejo de los documentos que relatan la llegada
a Auschwitz y posterior exterminio de los judíos húngaros
revela que al menos en algunos puntos esenciales proceden de la
misma fuente.
Además, en algún caso los textos están no
ya inspirados unos en otros, sino copiados casi al pie de la letra.
Si se leen los documentos n. 8 y n. 10 se comprobará que
uno es prácticamente la reproducción literal del
otro. La única diferencia significativa es que el documento
n. 10 añade una alusión a una cámara de gas
denominada Degansugskammer -- término que no existe
en alemán -- y que menciona unas gigantescas fosas para
enterrar cadáveres de cuatro kilómetros de largo.
Por último, hay una serie de términos, frases hechas
y cifras que se repiten reiteradamente en un buen número
de documentos. He aquí algunos ejemplos:
-- el "fuego eterno (wiecznym ogniem)", donde
se incineran día y noche los innumerables cadáveres
de judíos asesinados (documentos n. 17, 22, 23 y 24);
-- las cámaras de gas y los crematorios "no dan abasto
(nie moga nadazyc)" a aniquilar e incinerar a todas las
víctimas (documentos n. 22, 30 y 32);
-- los "bebés lanzados vivos al fuego" (documentos
22, 23 y 25);
-- la cifra de alrededor de 520.000 judíos muertos por
la acción del gas (zagazowanych) hasta diciembre
de 1942 (documentos n. 13, 14, 15, 16 y 18).
[106]
NOTAS
1. Obóz, pag. 11.
2. Obóz, pag. 50.
3. Obóz, pag. 93.
4. Obóoz, pag. 110.
5. Obóz, pag. IX.
6. Un amplio estudio de esta supuesta accion homicida puede consultarse
en MATTOGNO, C. Auschwitz: la prima gasazione.
[107]
2 CRITICA INTERNA
2.1 CRITICA DE SINCERIDAD
Mediante la critica de sinceridad el hi storiador trata de averiguar
s i hay algun motivo para no tener confianza en la sinceridad
de las afirmaciones contenidas en un documento. Debe preguntarse
en primer lugar si se hallaba el autor en las condiciones que
normalmente inclinan a un hombre a no ser sincero. Para ello se
establece mentalmente un cuestionario. La primera pregunta que
se plantea el historiador es si el autor de un documento tuvo
simpatía o antipatía por determinado grupo humano
(nación, partido, secta, etc.) de manera que pudiera llevarle
a disfrazar los hechos, de modo que diera una idea favorable de
sus amigos y desfavorable de sus adversarios.
Esta pregunta, en nuestro caso, resulta muy facil de responder.
La resistencia en el interior de Polonia mantenía una guerra
implacable contra el ocupante alemán, guerra en la que
la información y la propaganda constituían armas
de vital importancia. Y la propaganda y la información
de la resistencia polaca se caracterizaban por no retroceder ante
la difusióon de las más groseras exageraciones y
mentiras, producto sin duda del profundo odio que sentían
en aquella época los polacos hacia los alemanes.
Para muestra,veamos a continuación algunas expresiones
contenidas en el documento "Informe sobre condiciones en
Polonia (Report on Conditions in Poland), 27 Nov. 1942",
enviado clandestinamente desde Varsovia al gobierno polaco en
[108]
Londres (l).
Segun este informe, los alemanes se habían propuesto eliminar
fisicamente toda la poblaci6n polaca. En efecto, "Polonia
difiere de todos los otros países ocupados en que se está
haciendo un intento deliberado para exterminar a su población
(a deliberate attempt is being made to exterminate her people)"
(pag. 1). Para ello se había establecido un "programa
de completo exterminio" que conllevaría el "exterminio
biológico (biological extermination) de la naci6n
polaca" (pag. 35). Para ello se emplearía "todo
lo que ha inventado la ciencia moderna, todo aquello de lo que
son capaces seres humanos desprovistos de conciencia" (pag.
62).
El programa de exterminio contaba, entre otros, con los siguientes
métodos: crimenes individuales y en masa, campos de concentración
y prisiones, destrucción biológica y hambre, y destrucción
de la cultura polaca. Mención aparte merece la "perversión
sistemática (systematic demoralization) llevada
a cabo por los alemanes en Polonia y especialmente dirigida contra
la juventud polaca" (pag. 43). En particular, los únicos
libros publicados en polaco por los alemanes eran "obscenos,
pornográficos o pervertidores" (pag. 43). No había
cine ni teatro en polaco, salvo aquel destinado a minar la moral
y el patriotismo del pueblo. La entrada a estos actos era libre,
incluso obligatoria para la juventud polaca. Se lleg6 a fusilar
a jóvenes por no asistir (pag. 44). Todo era muy caro en
Polonia, excepto la asistencia a estos actos y el whisky, "que
se da en la cena en los campos de trabajo para jóvenes"
(pag. 44). Los alemanes habían coronado su labor de contaminación
moral del pueblo polaco estableciendo una extensa red de "casinos
de juego, cabarets, salas de baile y casas de prostitución"
(pag. 44).
[109]
Por otro lado, la administración alemana en Polonia era
extremadamente corrupta. "La embriaguez es espectacular.
La vieja máscara alemana de rectitud es cosa del pasado.
Ha sido reemplazada por una abierta lujuria de vida y placer y
una determinación de llegar rápidamente a ser rico
a cualquier precio" (pag. 57).
El ejemplo anterior confirma las sospechas que existían
a priori de que la información y la propaganda que circulaban
clandestinamente en Polonia no eran objetivas. Además,
si la resistencia polaca había sido capaz de inventar un
supuesto plan de los alemanes para el exterminio biológico
del pueblo polaco, cabría admitir, mutatis mutandis,
que habría sido capaz también de inventar un plan
alemán para el exterminio biológico del pueblo judío.
Más concretamente, si la resistencia polaca mentía
y exageraba con respecto a las informaciones generales, muy probablemente
mentiría y exageraría también con respecto
a las informaciones específicas de Auschwitz. Por tanto,
también desde este punto de vista habría que, a
priori, considerar sospechosos los
documentos objeto de este estudio.
La segunda tarea que debe realizar el historiador para verificar
la sinceridad del autor de un documento consiste en averiguar
si éste ha utilizado artificios literarios para magnificar
los hechos, o los ha alterado desde el punto de vista dramático
para hacerlos más espectaculares, más acordes con
el gusto del público o coincidentes con el tenor de una
línea de pensamiento determinada, como por ejemplo una
campaña propagandística. La regla es que debe tenerse
por sospechosa una afirmación cuanto más interesante
es desde el punto de vista artístico o dramático
y que hay que desconfiar de aquellos relatos muy pintorescos y
muy espectaculares en que, por ejemplo, los personajes manifiesten
sentimientos
[110]
muy nobles o adopten actitudes muy vehementes.
En los documentos examinados abundan las situaciones límite,
los casos de dramatismo extremo, las apelaciones a la sensiblería
o a los sentimientos de horror, cuando no la narración
de hechos lisa y llanamente increíbles. Cabe pensar, en
cambio, que si las acciones de aniquilamiento en masa por medio
de gas hubiesen realmente existido, su descripción simple
y escueta habría sido ya bastante horrible como para darle
encima una mayor tensión dramática por medio de
artificios literarios.
A continuación se recogen, como muestra y sin ánimo
exhaustivo, afirmaciones contenidas en los documentos que, a mi
juicio, merecen escasa o nula credibilidad a causa de lo que puede
llamarse la alteración dramática de la realidad.
-- A causa de la escasez de gas, las víctimas salian de
la cámara de gas semiinconscientes y eran arrojadas aún
vivas a los hornos: "En el crematorio el muro está
ensangrentado porque los hombres, aturdidos bajo la influencia
del gas, recuperan en el horno la conciencia y rascan con los
dedos el cemento para defenderse ante la muerte" (documento
n. 17).
-- Los alemanes despojaban a sus víctimas de todos sus
bienes antes de entrar en las cámaras de gas. No satisfechos
con esto, y una vez finalizado el proceso de exterminio, registraban
hasta el último resquicio de cada cadáver, sin olvidar
los mas íntimos, en busca de joyas y de metales preciosos:
"Un equipo de dentistas examina con precisi6n las cavidades
orales de todas las victimas, para sacar las coronas de oro y
plata; como hay poco tiempo, se rompen todas las mandíbulas.
Otro equipo de 'especialistas' mete las manos en las vaginas de
los
[111]
cadáveres de mujeres para buscar objetos de valor escondidos.
Solamente los cadaveres trabajados y verificados de esta manera
van a la incineración" (documento n. 30).
-- Las escenas de aniquilamiento en masa de judíos son
tan espantosas que incluso entre la SS "hay casos de hundimiento
nervioso". También en estos casos los hombres SS "van
al crematorio al mismo tiempo que los judíos" (documento
n. 31).
-- Todo es espectacular, superlativo y refinadamente cruel en
las matanzas en masa. Las fosas donde se entierran los cadáveres
tienen 4 kilómetros de largo (documento n. 10); los alemanes
preven asesinar 1.200.000 judíos húngaros (documentos
n. 30 y 31); el récord de personas aniquiladas por medio
de gas en un día está en 30.000 (documento n. 24);
un crematorio se averió por "sobrecalentamiento",
de tanto quemar (documento n. 30); las víctimas no son
aniquiladas con gas sin más, antes han de sufrir "horribles
torturas" (documento n. 24); las fosas de incineración
-el "fuego eterno"- queman tal número de cadáveres
que allí "no se ve otra cosa que llamas" (documento
n. 24), que producen "humaredas negras y espesas [que] son
visibles de lejos" (documento n. 30).
-- Hay relatos en los que se emplean con prodigalidad recursos
literarios propios del peor género melodrámatico.
He aquí un ejemplo: "Es imposible describir las escenas
que se producen [...] Terribles pensamientos, terribles visiones
cuando pasan a través de la lagerstrasse en camiones
con dirección a la muerte cuatro mil niños menores
de 10 años (niños del ghetto de Theresienstadt en
Chequia). Algunos lloran y llaman a su madre. Pero otros sonríen
[112]
al pasar y agitan sus manitas. Un cuarto de hora después
ninguno de ellos vivía y los cuerpos aturdidos por el gas
(odurzone gazem) ardían en horribles hornos. Y de
nuevo, ¿quién creería estas escenas? Y sin
embargo garantizo y afirmo que esto sucedi6 realmente y llamo
a los vivos y a los muertos como testigos.
... Aturdidos por el gas... Sí, porque el gas es caro y
el 'sonderkommando' que sirve la cámara mortal lo administra
muy económicamente. La administración de la dosis
de gas mata a los individuos débiles, y en algunos breves
momentos adormece a los más robustos (usypia silniejsze).
Estos últimos recobran el conocimiento en las vagonetas
del crematorio y se precipitan vivos a la vorágine de fuego"
(documento n. 28).
2.2 CRITICA DE EXACTITUD
Por medio de la crítica de exactitud el historiador trata
de determinar si el autor de un documento estuvo bien situado
para observar. El ideal -que sólo excepcionalmente suele
producirse en la práctica- es que el testigo del hecho
histórico esté situado de manera que observe con
precisión, que no tenga ningún interés práctico
en el hecho observado, ningún deseo de obtener un resultado
dado, ni ninguna idea preconcebida al respecto. Debe, además,
anotar lo sucedido en el mismo instante, de otra manera lo observado
sería sólo un recuerdo susceptible de difuminarse
o mezclarse con otros en la memoria. Si bien estas condiciones
son extraordinariamente difíciles de cumplirse en la vida
real, se considera
[113]
que un relato o una descripción son a priori más
exactos en cuanto se aproximan más al ideal citado.
En nuestro caso, dado que se desconocen los autores de los documentos,
no podemos saber cómo han trabajado y si se han atenido
a las normas citadas, pero a la vista de los textos estudiados
cabe legítimamente dudar de que algun testigo viera realmente
alguna cámara de gas alguna vez.
Si, por ejemplo, intentamos conocer simplemente como era una cámara
de gas, apenas encontraremos referencias en los documentos, y
estas referencias serán, además, vagas y contradictorias.
En concreto, un documento dice escuetamente que "están
acondicionadas como baños con duchas, de las que en lugar
de agua sale gas (urzadzone sa laz'nie z prysznicami, z których
niestety zamiast wody wydobywa sie gaz), y que pueden contener
1.200 personas (documento n. 7). Otro documento señala
que están en edificios "sin ventanas, de doble puerta,
cerradas con pernos así como con instalaciones de introducción
de gas y de ventilación (bez okien, z podwojnymi drzwiami,
dociskanymi srubami oraz instalacjami do doprowadzenia gazu i
wentylacji)" y que tenían capacidad para 700 personas
(documento n. 8).
Por último,otro texto afirma que eran "enormes salas
(ogromnych hal)", con capacidad para 1.500 personas
y con unas "pequeñas ventanas (maIe okienko)"
por donde se arrojaba el agente mortal (documento n. 27).
Si pretendemos saber cuantas cámaras de gas había,
nos encontraremos con un conjunto de datos contradictorios:
- dos (documentos n. 7 y 30);
- cinco (documento n. 8);
[114]
- siete (documento n. 27); y
"algunas" (documento n. 11).
Y si, por último, queremos saber dónde estaban,
tendremos que conformarnos con respuestas ambiguas. En realidad,
la única referencia está contenida en el documento
n. 11: "Había dos lugares de envenenamiento (trucia):
en el crematorio del campo (con capacidad para 400 personas) y
Briezinka, donde se prepararon con este fin algunas pequeñas
casas en el bosque, de considerable capacidad".
Esta ambiguedad se hace extensiva a los planos conocidos de Auschwitz
y su región procedentes de la resistencia. En el plano
siguiente , que no lleva fecha, las cámaras de gas están
situadas en un gran bosque ("Forest Brzezinka") contiguo
al campo de Birkenau (identificado en el plano como "Rajsko").
No se dan detalles sobre la localización exacta de las
cámaras ni sobre su número. Esta vaguedad contrasta
con la precisi6n con la que el autor del documento ha localizado
e identificado las instalaciones principales, en particular en
el campo de Auschwitz.
La versión original de este documento: Los informes de la resistencia polaca sobre las cámaras de gas de Auschwitz (1941-1944) inConsideraciones sobre la deportación de judíos de Francia y Bélgica al este de Europa en 1942, Valencia, Apartado de Correos, 12.083, 46020 Valenciaz, España. © Enrique Aynat Eknes